Liga Deportiva Universitaria de Quito atraviesa por un año difícil; la falta de buenos resultados deportivos la llevó a un déficit que estaría entre los 2’000.000 y 3’000.000 de dólares. Liga de Quito, Deportivo Quito, Universidad Católica y Liga de Loja proyectan soluciones para solventar sus problemas financieros y crear además un marco institucional que proteja a los representativos de futuras crisis económicas
Bajar los techos salariales, acordar con la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) la distribución de parte de los ingresos generados por la Selección Nacional y mejorar las estrategias de marketing, son algunas de las soluciones que los clubes barajan para solucionar sus problemas económicos.
Esteban Paz, presidente de la comisión ejecutiva de Liga de Quito, considera necesario bajar los gastos y estructurar un presupuesto acorde a la realidad de la entidad, cuyo déficit estaría entre los 2’000.000 y 3’000.000 de dólares. Este año, con el propósito de obtener el título del Campeonato Ecuatoriano o clasificar por lo menos a un torneo internacional, Liga estipuló un presupuesto superior a los 6’000.000, pero hasta la fecha los resultados no son compatibles con esa meta.
A finales de año se analizará cuáles jugadores son transferibles, se evaluará lo embolsado por taquillas y se proyectará cuánto se pretende alcanzar por concepto de auspicios. Solo así se determinaría a cuánto se reduciría el presupuesto.
Urge, además, una mejor comercialización de los derechos de televisión; a criterio del directivo “albo”, la FEF no ha comprobado ser mejor negociador que los clubes. En ese sentido, Oswaldo Paredes, gerente deportivo de Universidad Católica, cree justo rever los montos a repartir, sobre todo porque el elenco “santo” ha realizado una gran campaña y merece recibir un monto superior al percibido en esta temporada (700.000 dólares).
Añade que es menester reglamentar la justificación de financiamiento para cada temporada por parte de cada conjunto participante. “Se debería tener financiado por lo menos un 80% antes de empezar el año, de manera que no se presenten las dificultades que hemos visto en 2013”, opina.
En razón de los buenos resultados deportivos, que le obligaron a elevar un 60% el monto destinado a los premios, Católica subió su presupuesto de 2’800.000 a 3’000.000 de dólares, lo que le produjo un desfase en los egresos programados y retrasarse un mes y medio en el pago de salarios.
En declaraciones a radio La Red, el presidente de Deportivo Quito, Eugenio Romero, anunció que en 2014 se establecerá un plan de renovación y control financiero, con objetivos ajustados a un presupuesto más austero. Los extranjeros: Federico Nieto, Fabián Carini, Robert Flores y Manuel Seijas, al ser costosos, no continuarían.
La reducción de salarios también ayudará a minimizar costos y reducir el déficit, que por ahora bordearía los 4’000.000 de dólares. El 50% de los ingresos se ocupará en los costos del equipo y la otra mitad, en cancelar a los acreedores. El pago de deudas tomaría entre uno y tres años.
Por su parte, Jaime Villavicencio, presidente de Liga de Loja, califica de urgente la reducción de multas que cobra la FEF y cuyo dinero luego se entrega a las asociaciones de balompié profesional. Dice que las sanciones económicas por causas como la presentación tardía de la lista de exponentes para un partido o por no tener listos los dispositivos inflables de los camerinos, son de 800 a 3.000 dólares.
Por este motivo calcula que la “Garra del Oso” ha desembolsado $ 35.000. También propondrá una reforma legal que permita a los jugadores facturar como cualquier profesional, pues la carga fiscal de depositar sueldos libres de impuestos la asume el club.
Por concepto de retenciones, Liga de Loja le debe al Servicio de Rentas Internas (SRI) cerca de 200.000 dólares. “Cuando un jugador reclama sus derechos lo hace como un trabajador común, pese a que no cumple ocho horas laborables ni tiene un lugar fijo de trabajo. Quiere demandar como un trabajador normal y quiere ganar décimos, vacaciones...”, dice.
Todos estos funcionarios coinciden en que la FEF debe distribuir entre los clubes un porcentaje de lo que genera la Selección Nacional absoluta, pues son los equipos los que la alimentan de futbolistas.
Fuente: EL TELÉGRAFO
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