viernes, 6 de mayo de 2011

“Noticias” de espectáculos

***SNN

Se anuncia con bombos y platillos que el cantante mexicano Luis Miguel ofrecerá, al fin, una rueda de prensa. Existe mucha expectativa, ya que se especulaba sobre la salud del mexicano, incluso más de un medio publicó que estaba en peligro de muerte.

Ecuavisa decide enviar a una reportera a la conferencia de prensa. La “periodista” es Doménica Mena. En avances promocionales se anuncia la “exclusiva”.


El reportaje se emite en Contacto Directo de la noche. El salón de la conferencia de prensa luce repleto de periodistas, el cantante en un podio. Llega el turno de la “periodista” de Guayaquil; Doménica Mena se para, pero, ¡oh sorpresa!, en lugar de preguntar inicia un discurso conmovedor: “Soy ecuatoriana y desde pequeña soñaba con este momento porque soy una de tus fans…por ello te he traído de mi país una bufanda (deja su lugar y camina hacia el cantante) y quiero que te la pongas.


El cantante, sorprendido, duda y acepta. Pero hay más, Doménica, ya casi entre lágrimas, le dice que quiere darle un beso, y se le tira al cuello. Seguridad se acerca a separarla. La fan luce satisfecha: “He cumplido mi sueño. Desde México, Doménica Mena” (todo en tonito horroroso). Fin del reportaje. María Teresa Guerrero, presentadora del segmento, comenta feliz: “Cumpliste tu sueño, Doménica; los ecuatorianos estamos orgullosos de ti”. ¿Qué? ¿Orgullosos? En verdad sentimos vergüenza ajena.

No viajó una periodista, viajó una fan desesperada que utilizó a Ecuavisa para cumplir su sueño de adolescente. Tuvo la oportunidad de hacer al menos una pregunta que permitiera conocer la verdad sobre la salud del cantante. Pero no, la tiró a la basura. Esa verdad la dio el propio Luis Miguel: “Como verán, estoy muy bien. No estaba muerto, como aseguraron ustedes, los medios de comunicación. Ya dejen de mentir y de inventar”.


Pero el problema es que esto sucede todos los días, no solo en los segmentos y programas de farándula y espectáculos, sino en los informativos. Lo mismo sucedió en la rueda de prensa de Calle 13 (reseñada en El Telégrafo), en la cual los propios cantantes, luego de una burda pregunta, solicitaron que por favor hicieran preguntas inteligentes. Y antes ya pasó con Silvio Rodríguez. Y así todo el tiempo.

Ya es hora de que los medios de comunicación se replanteen el tratamiento de las noticias de espectáculos. Ya es hora de que se abandone tanta mediocridad. No puede ser que presentadores y “reporteros”, si no hay un hecho digno de reseñar, se inventen y, lo que es peor, se autoprovoquen e intenten a toda costa convertirse en protagonistas y ser ellos el centro de la “noticia”. El televidente merece algo de respeto. Y también los artistas. Los consumidores de información no tenemos, ahora, ninguna opción de opinión, y peor de reclamo o réplica. Ojalá pronto la tengamos.


Pablo Salgado Jácome
psalgadoj@hotmail.com

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