lunes, 23 de mayo de 2011

Treinta años

***SNN


Revista VISTAZO | Santiago Roldós


El 24 de mayo se cumplen 30 años de la muerte en circunstancias nunca aclaradas de Jaime Roldós, Marta Bucaram y la comitiva presidencial mientras volaban a Celica, en Loja.


Roldós planeó concluir la significativa fiesta patria del aniversario de la Batalla del Pichincha haciéndose presente en el sur del país. La guerra acaecida pocos meses atrás con el Perú fue el punto álgido de una secuencia de acontecimientos que lo terminaron cercando, tanto al interior como al exterior del país.


Roldós fue un pacifista que tuvo que enfrentar una guerra, un revolucionario –al menos como lo entiende la social democracia– que tuvo que investirse en la defensa del orden constituido, y un hombre de centro izquierda que en su contexto histórico llegó a constituir una de las más serias amenazas a la hegemonía internacional de las fuerzas militaristas norteamericanas.


Las imperantes afirmaciones integracionistas de los países del ALBA son bastante más fáciles de hacer en las condiciones del mundo actual que cuando Roldós era apenas uno de los pocos presidentes elegidos democráticamente.


Varios analistas “nacionales” de entonces juzgaron que el protagonismo del Ecuador en el Gobierno Roldós, como potencia unificadora de Latinoamérica, le hacía daño y era un peligro al país. Para Roldós defender la democracia ecuatoriana significaba defender la democracia en todo el mundo. Una opción a la vez ética y estratégica, en una región donde no solo gobernaban asesinos plenamente identificados y adheridos al proyecto hegemónico de las burguesías: Pinochet en Chile, Videla en Argentina, Somoza en Nicaragua, etc.


Otros consideraron a Roldós ingenuo, por su confianza en la democracia como la solución de los problemas. La frase que más veces le oí repetir no era “viva la patria” ni nada parecido, sino: “La peor de las democracias es mejor que la mejor de las dictaduras”, una idea con menos glamour pero más contenido. La democracia (la justicia y el cambio) como la condición para que la patria viva.


La oscuridad en torno a la muerte de Roldós, la falta de asunción del Estado de sus responsabilidades al más alto nivel, constituyen un gesto fundador de nuestra democracia y nuestra justicia contemporáneas.


La oscuridad de la verdad tiene mucho que ver con la oscuridad de nuestra memoria, no solo en torno a Roldós, sino a toda nuestra historia. No es que la gente no recuerde: hay un intenso afecto popular a mi padre y a mi madre, en una medida por lo prematuro de sus muertes, pero también por su discurso, por su obra y por su proceder.


La ecuanimidad y la sencillez eran dos de las cualidades con que mi padre soñaba la política. Mi madre y él fueron compañeros en ese viaje desde la universidad. Creo que se enamoraron, además de sus lindos ojos, de la política que conversaban, planeaban y albergaban.


Lo único bueno de su injusta muerte es que en la ignominia pudieran irse juntos, ojalá que tomados de la mano.

3 comentarios:

  1. Indudablemente Jaime Roldós fue un patriota del Ecuador y Latinoamérica; un civilista que enfrento a las dictaduras que en ese momento reinaban con la complicidad de Reagan.

    A Roldós, como al régimen actual, le toco lidiar con una oposición desleal. Los Socialcristianos le golpearon desde el Congreso, mientras el MPD hacia la primera huelga policial, igual que en la actualidad, pero con resultados distintos.

    Es muy triste ver que hoy los hijos de Roldós su tío se han sumado a los que Roldós llamaba "los patriarcas de la componenda" y a los intentos golpistas de estos que hoy conocemos como la "partidocracia".

    VIVA JAIME ROLDOS!

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  2. Jaime Roldós fue un gran estadista a pesar de su juventud, definitivamente un adelantado a su época. Es único.

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  3. Roldos... Gran estadista a pesar de ser el presidente más joven en A.L. Un adelantado a su época, el presidente más recordado y más querido. Una persona profundamente comprometido con sus principios y con la democracia. Es único.

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