domingo, 4 de noviembre de 2012

Droga que expenden a colegiales se torna mortal por mezclas

***SNN




 
MACHALA. Pese a que encuesta del Consep revela que el problema de las drogas no es actual, la Policía está haciendo operativos en las instituciones educativas.MACHALA. Pese a que encuesta del Consep revela que el problema de las drogas no es actual, la Policía está haciendo operativos en las instituciones educativas.

Gabriel tiene 17 años y parece conocer en detalle la problemática de las drogas en las instituciones educativas. Con reserva cuenta que en su colegio, ubicado en el sur de Guayaquil, el consumo y expendio de sustancias prohibidas se ha tornado común entre sus compañeros.

El joven está en el último año del diversificado y asegura que el tema de las drogas “no es nuevo”, pues recuerda que a la edad de 15 años sabía de expendedores afuera de su plantel. “Hay personas que están afuera del colegio viendo a los chicos para meterlos a las drogas. Algunos comienzan regalándoles para que les guste, y cuando ya quieren consumir más les comienzan a vender o les dicen que les ayuden a vender para poder darles (regalarles), y así es como se van metiendo a las drogas”, cuenta el joven.

Pero lo que los estudiantes como Gabriel no conocen, según la doctora Amalia Palacios, del departamento de Toxicología del Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez, es que los expendedores de alcaloides suelen mezclarlos con productos químicos que resultan igual o más dañinos; y que quienes conocen ignoran el alto riesgo que corren al consumir aquellos narcóticos.

Palacios, explica, sustentada en los testimonios de estudiantes que han sido sometidos a exámenes toxicológicos, que los expendedores no solo están mezclando drogas entre sí, sino con polvos como harina, talco y los obtenidos con la trituración de tizas y cerámica. “Incluso, la droga que les venden, la base de cocaína, no es refinada. Hay que tener cuidado porque no se sabe qué clase de polvo les van a poner”, dice la profesional.


Sandra Escalante, rectora del colegio réplica Vicente Rocafuerte, ubicado en Lomas de la Florida, en el noroeste de Guayaquil, reveló hace dos semanas que algunos estudiantes le confesaron que la droga que expenden en el sector es mezclada con fibra de vidrio.

El psiquiatra Juan Montenegro dice que el consumo de sustancias prohibidas y la mezcla de estas con otros productos ocasiona un daño multisistémico en el organismo de los consumidores. “Son varios órganos los que se van a afectar, como el cerebro, los pulmones, corazón, hígado; pero el primer perjudicado es el sistema nervioso central. No olvidemos que el que consume droga también consume alcohol y todo va por la sangre, por el torrente y llega a estos órganos y los afecta”.


Explica que la toxicidad de las sustancias atraviesa con facilidad la barrera de la masa encefálica afectando las esferas cognitiva (conciencia), la volitiva (voluntad) y también la esfera afectiva. Los consumidores son personas, dice el galeno, “que poco a poco se van deteriorando; hace que la dependencia llegue a instalarse y produzca alteraciones. Comienza con ansiedad, trastornos de personalidad. Las neuronas, que son las que componen el sistema nervioso, se van a ir muriendo”.

Otro órgano que se ve afectado por la presencia de droga en el cuerpo es el hígado, que se constituye en el filtro de las sustancias tóxicas, según Montenegro. “Es un elemento principal que va camino a que por una degeneración de los componentes vaya a llevar a la aparición de patologías como una cirrosis”, dice el profesional.

Montenegro menciona que a diferencia de los adultos, la salud de los adolescentes que consumen drogas se deteriora más rápido. “Son menores que no completan todo su desarrollo, ni el psíquico ni anatómico o morfológico; si se empieza a consumir en pleno desarrollo las consecuencia se las va a ver en menor tiempo”, refiere.

Palacios coincide con Montenegro, pero dice que la degeneración inmediata de los órganos “dependerá del metabolismo de la persona, de la contextura física, de la forma de alimentarse, de la cantidad de líquido que tome, de la cantidad de droga que vaya consumiendo progresivamente. Todo se daña poco a poco, no solo un órgano específico”, dice ella.



Encuesta
La encuesta nacional realizada en el 2008 por el Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep) reveló que la edad de inicio en el consumo de drogas de los estudiantes de enseñanza media es entre 12,5 y 14,6 años.


Según la investigación efectuada a los alumnos en edades comprendidas entre 13 y 17 años, de 211 colegios fiscales del país, la marihuana es la principal droga de consumo entre los educandos y que su uso comienza a los 14,6 años.


El doctor Ricardo Loor, líder de Prevención de la Dirección Regional del Litoral del Consep, recuerda que una encuesta del 2005 reveló que la edad de iniciación de consumo de esta droga era de 13,2 años.

De hecho en lo que va del año la Policía de la Unidad de Antinarcóticos del Guayas ha decomisado más de 1 millón 200 mil dosis de esta sustancia a menores de edad, la mayoría de ellos estudiantes secundarios.

El teniente coronel Wladimir León, jefe antinarcóticos, informa que 88 adolescentes han sido aislados por tenencia o supuesto expendio de sustancias prohibidas. Una cifra casi similar de estudiantes ha sido enviada de diferentes colegios al centro de atención ambulatoria con que cuenta el Consep. En lo que va del 2012. “Ochenta chicos derivados por las instituciones (educativas) están siendo atendidos por nuestra unidad de tratamiento”, asegura.


Gabriel cuenta que a los estudiantes les resulta fácil conseguir marihuana y que los expendedores les hacen, incluso, ofertas. Entre ellas, recuerda, está la de “ayudarles” a vender alcaloide entre sus compañeros a cambio de dosis gratis. “Aunque cuando el chico ya está en el mundo de las drogas hace lo posible para conseguirla”.

El costo es asequible. Gabriel cuenta que el “paquetito” de marihuana, por ejemplo, cuesta entre $ 0,50 y $ 1, “porque las otras drogas (base de cocaína, heroína) son más caras y llegan a costar hasta $ 3, pero primero comienzan regalándolas”.

Según la última encuesta realizada por el Consep, después de la marihuana, la cocaína y el éxtasis son alcaloides que más consumen los estudiantes.



Cifras: Encuesta consep 2008
7
Alumnos de cada 10 cree que es un riesgo consumir droga.


14,6

Años es la edad de inicio de ingesta de marihuana.

6,4
Por ciento del alumnado en el país ha probado alguna vez sustancias prohibidas.

9
Por ciento de los estudiantes consumidores de 19 años fuma marihuana.

4,8
Por ciento de educandos dijo que les ofrecieron marihuana hace 30 días.

 
 
 
Fuente: EL UNIVERSO*
 
 
 

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