Caminaba con unos alumnos cuando dos sicarios en moto le dispararon. Está grave en un hospital.
Se levantó como todos los días, temprano y apresurada porque se le hacía tarde para asistir a clases.
“Yo me quedé en casa porque era muy temprano para ir a mi trabajo”, manifestó Renán Augusto Cedeño Palma, esposo de la profesora Luciana Monserrate Cedeño Cedeño, de 30 años, que fue baleada la mañana de ayer.
La maestra salió de su vivienda, ubicada en la ciudadela Villa Marina, a las 06:10, e iba caminando a tomar un bus en la vía Jaramijó-Manta para ir a dictar cátedra a la escuela José Peralta, cuando dos matones en una moto le dispararon. Recibió un tiro en el pulmón izquierdo y al darse la vuelta le propinaron otro más que le perforó la yugular.
Pensando que habían cumplido su propósito, los antisociales huyeron en una moto. Ella se encuentra asilada en el hospital Rodríguez Zambrano de Manta y su estado es delicado.
“Aparecieron dos sujetos jóvenes que llevaban gorras y uno de ellos una chamarra negra que aparentaba cubrir su rostro. Los motociclistas se acercaron a la profesora cuando estaba cerca de la aparada del micro y el copiloto sacó un arma y le disparó a quemarropa”, indicaron los vecinos de la víctima.
Luego del primer disparo, los niños corrieron despavoridos, pero el criminal siguió halando el gatillo y una segunda bala le perforó la yugular. Dos de las personas que acompañaban a la maestra resultaron heridas en su pierna izquierda con un roce de bala.
La educadora fue socorrida por moradores del sector y a las 06:30, los bomberos la trasladaron a la casa de salud.
“Ella se quedó hasta la madrugada preparando clases. Para mí, los criminales se equivocaron”, dijo el esposo.
Cedeño Palma no se explica el hecho, ya que aduce que su esposa no tiene enemigos. Ella cursa el último semestre en la Facultad de Ciencias Educativas, en la universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam).
Fuente: EXTRA*
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