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Los adolescentes ecuatorianos de entre 13 y 15 años fuman igual o más que los adultos, según el ‘Atlas Mundial del Tabaco 2012’.
En Ecuador la prevalencia de consumo de tabaco en adolescentes varones es del 23%, igual que en los adultos.
Pero las adolescentes consumen más que sus pares adultas. El consumo de las jóvenes es del 18,1%, mayor al 5,8% de mujeres adultas, una relación de tres a uno, anota el informe elaborado por la Fundación Mundial del Pulmón y la Sociedad Americana contra el Cáncer.
Además, los adolescentes fuman más que en el pasado. Según la Encuesta Mundial de Adolescentes escolarizados, la prevalencia de consumo en adolescentes en el 2001 era de un 49 % en Quito, Guayaquil y Zamora. Para el 2007 la cifra subió al 71 % en esas ciudades.
Para Patricio Jácome, responsable del Programa de Control del Tabaco del Ministerio de Salud, el mayor consumo de adolescentes se explica, en parte, porque la industria del tabaco ha volcado todo su trabajo publicitario hacia los jóvenes y hacia las mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras más temprano se empieza a fumar mayor riesgo de adicción: tres de cada cinco jóvenes que prueban el tabaco se volverán adictos a la nicotina al llegar a la edad adulta y la mitad de ellos tendrá una muerte prematura.
La nicotina, una de las 7 000 sustancias tóxicas que contiene el cigarrillo, es de las drogas con más alto nivel adictivo (100 %), según la OMS.
El neumólogo pediatra Ernesto Quiñónez explica que el consumo de esta droga despierta los receptores nicotínicos del cerebro, denominados así porque son activados por esta sustancia. “Y, al despertarlos, van a tener una tendencia genética posterior a la nicotina e incluso más predisposición a otro tipo de drogas”.
Aníbal C. tiene 15 años y empezó a fumar hace cuatro años, por curiosidad. “Veía a mi hermano fumar cuando hacía los deberes de la universidad.
Yo también comencé a hacerlo antes de rendir un examen”. Dice que redujo a un cigarrillo diario su consumo con la ayuda de un psicólogo y espera dejar de fumar algún día.
Según un estudio al 2011, efectuado por Programas Educativos, Psicología y Salud (Proeps), los jóvenes de entre 11 y 14 años que fuman lo hacen “para calmar los nervios en los exámenes”.
Los mayores de 14 años dijeron que lo hacen para mostrar “fuerza” y “seguridad”. El informe se basó en entrevistas efectuadas a 200 jóvenes de Quito.
Otras causas que mencionaron fueron: presión de los amigos, problemas económicos y familiares, etc.
Quiñónez señala que, además de adicción, los adolescentes fumadores sufren más fácilmente de enfermedades respiratorias y gripes prolongadas. Y crean, desde esa edad, una tendencia al cáncer de pulmón o de laringe.
Otro de los efectos, agrega Jácome, es impotencia o disminución de la capacidad sexual.
Esto se agrava pues los adolescentes fuman cada vez desde más temprana edad en el país. Según el Observatorio Nacional de Drogas, hasta 1998 se empezaba a fumar a los 14 años. Desde el 2008 se fuma desde los 12,9 años.
Superar la adicción puede requerir de apoyo psicológico e, incluso, medicación, pero aún con ello solo un 35% logra dejar de fumar, dice Carlos Salazar García, presidente del Comité Interinstitucional de Lucha Antitabáquica.
De ahí que lo más recomendable es evitar que los adolescentes prueben el cigarrillo, explica.
Otro problema es el costo.
En el país una cajetilla cuesta entre USD 1,50 y 2,50, mientras en otros países cuesta hasta USD 20.
Publicidad con imágenes impactantes de los efectos del tabaco en las cajetillas y las prohibiciones de venta a menores de 18 años y de fumar en lugares públicos, son algunas políticas aplicadas para frenar el problema. Jácome señaló que el MSP trabaja en una reforma legal para prohibir la venta de cigarrillos sueltos.
Evitar el inicio en el tabaco
Evitar que los adolescentes prueben el tabaco. Si no han fumado hasta los 20 años es probable que nunca lo hagan, según la OMS.
No dar mal ejemplo, si el padre o la madre fuman es probable que su hijo quiera probar el tabaco a más temprana edad.
Los padres deben buscar una mejor comunicación con sus hijos. Tratar de estar más cerca de ellos y tener una mejor relación.
Conozca a los amigos que sus hijos tienen en el barrio o en la escuela. Recuerde que si ellos fuman es casi seguro que sus hijos lo hagan.
En la escuela. Los maestros y autoridades educativas deben promover capacitaciones permanentes sobre el tabaco y sus riesgos.
Enseñar en la comunidad los peligros del tabaco.
Los líderes comunitarios son los llamados a promover charlas y talleres.
Conteste este test para conocer su nivel de adicción al cigarrillo
¿Después de despertar en la mañana, cuánto tiempo espera para empezar a fumar?
A. Más de 1 hora
B. 30 minutos a 1 hora
C. 30 minutos
2. ¿Cuántos cigarrillos fuma al día?
A. Menos de 10
B. Entre 10 y 20
C. Más de 20
3. ¿Puede mantenerse sin fumar en un lugar público donde hay prohibiciones para fumadores?
A. Sí
C. No
4. ¿Cuáles son los cigarrillos que más le gustan?
A. Los que fuma en la tarde
C. Los que fuma durante la mañana
5. ¿Fuma cuando está enfermo, incluso cuando no puede levantarse de la cama?
A. No
C. Sí
Respuestas evidencian el nivel de dependencia a la nicotina.
C: alto.
B: moderado
A: bajo
(Basado en el test de Fagerström).
Fuente: EL COMERCIO*
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