domingo, 4 de septiembre de 2011

Mi hijo no es ningún violador, los medios de Colombia mintieron

***SNN





En un carro color blanco y con la bandera tricolor cubriendo su parte frontal llegaron los cadáveres de Jonathan Panamá, de 18 años, y Luis Tuquerres, de 19, por el puente de Rumichaca.


Los familiares lloraban por la partida de los dos jóvenes imbabureños.


Un exnovio habría tomado venganza


Atendía un negocio cuando le prendieron fuego, que no solo mató al rival sino también a su amigo.


Panamá tenía un mes en Cundinamarca, donde acudió por vacaciones después de graduarse en el colegio Otavalo. Y solo estuvo un día y medio en el lugar del crimen, donde acompañaba a su amigo en el negocio que atendía.


Ambos murieron en San Bernardo (Cundinamarca-Colombia) mientras estaban dentro del local donde vendían ropa. Dos sujetos rociaron 5 litros de gasolina y con una mecha prendieron en llamas el inmueble.


Cuando terminaron de hacer los trámites en la Aduana, las decenas de familiares de los imbabureños que llegaron en camionetas, al ver los féretros cobijados con otra bandera tricolor, se desataron en llanto y con desespero esperaban que les abran el ataúd para verlos, pero no se los permitieron.


“Mi hijo no es ningún violador, los medios de Colombia mintieron, las cosas no se dieron así, todo fue porque el amigo de mi Jonathan tenía una novia y el exnovio de ella por venganza, junto al tío político de la chica, les prendieron fuego”, manifestó Alfonso Panamá, mientras mostraba la fotografía de la adolescente.


En los medios de prensa colombianos se aseguraba que todo se dio porque los compatriotas violarían a la chica que, según anotaron, tenía 11 años.
“Cómo es posible que se diga eso, si mi sobrino apenas tenía horas en San Bernardo, ni amigos pudo conseguir, por eso queremos que se haga justicia y que los vídeos de vigilancia sirvan para condenarlos”, señaló José Santellán, tío de Jonathan.


Germán Santellán, dueño del local, aseguró que hay vídeos en los que se aprecia a los dos implicados cometiendo el crimen. “Por eso la policía capturó a uno de ellos, que es el tío político de la muchacha”, agregó.


El único familiar de Luis que llegó a la frontera fue su padre, quien no habla español, pero que a través de sus vecinos expresó que espera que este crimen no quede en la impunidad y se haga justicia.


Luego de los trámites respectivos y tras 28 horas de camino, todos se fueron hasta la comunidad de Cumbasconde, en el cantón Cotacachi, para la velación de los cuerpos.


Los familiares agradecieron la colaboración del consulado ecuatoriano en Bogotá y a su “padrino”, Pedro de la Cruz, por la ayudada brindada.
“Nosotros pagamos el carro para traer a los muchachos, el consulado se ofreció, pero iba a tardar más días”, indicó José Santellán.


Fuente: EXTRA | Santiago Mora



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