martes, 13 de septiembre de 2011

Entrevista con Arturo Valenzuela, ex secretario de Hillary Clinton

***SNN



‘ Las relaciones entre Ecuador y EE.UU. van más allá de la ideología’

Rubén Darío Buitrón

Washington, vía telefónica

¿Sigue deteriorada la relación entre los gobiernos de Ecuador y Estados Unidos?

La relación ha tenido altos y bajos, pero ha entrado en una fase positiva con el anuncio mutuo de volver a enviar embajadores a las respectivas capitales.


La noticia sorprendió a muchos. ¿Qué factores motivaron que los dos gobiernos volvieran a dialogar y llegar a un acuerdo diplomático?

Es cierto que estuvo congelada la relación por el problema de la expulsión de la embajadora (Heather Hodges, en abril pasado). Pero al margen de ese hecho, no se quebraron las relaciones diplomáticas y siguió la colaboración en temas importantes como la seguridad y la ecología.


Aunque no lo digan explícitamente, ¿los dos regímenes se necesitan?

Tienen intereses comunes e importantes y la mejor forma de que fluyan esos intereses es con una relación diplomática respetuosa aunque hubiera desacuerdos en algunos temas.


De uno y otro gobierno hay discursos ideológicos fuertes donde las diferencias son evidentes.

Estados Unidos tiene relaciones con regímenes de la más amplia diversidad ideológica, incluso con aquellos que tienen mayores diferencias que el Ecuador respecto de Estados Unidos.


¿EE.UU. es un régimen imperialista, como lo llaman algunos sectores de izquierda?

Estamos en una época donde ya no caben los discursos pasados de moda. Vivimos una situación muy distinta a lo que ocurría entre EE.UU. y América Latina en los tiempos de la Guerra Fría.


En esa línea, ¿qué tan distinta es la relación entre EE.UU. y Venezuela y entre EE.UU. y Ecuador?

Son escenarios distintos. La historia del Ecuador es diferente a la de Venezuela. En el Ecuador existe un pasado de profunda inestabilidad, presidentes que no completaban sus períodos e incluso uno, como José María Velasco Ibarra, que ganó cinco veces pero solo terminó un período.


¿Qué espera el Gobierno estadounidense del futuro de Ecuador?

Indiscutiblemente, lo que el presidente Barack Obama quiere es que el Gobierno ecuatoriano tenga éxito en su gestión y de esa manera los ciudadanos de su país eleven su calidad de vida.


¿Por qué Obama quiere el éxito de un Régimen con ideas contrarias a las suyas?

El éxito de un Gobierno es el éxito de un país. Y en el caso del Ecuador, el éxito del Gobierno del presidente Correa será el bienestar de toda la sociedad si mira los intereses y los anhelos mayoritarios de la población.


¿Sea cual fuera la manera de conducir el Gobierno?

El Gobierno de EE.UU. respeta a todos los demás, pero promueve que todos los regímenes respeten la voluntad soberana de sus pueblos y que, a su vez, estructuren el sistema democrático en toda la dimensión que esto significa.


Cada Gobierno parece tener su propia idea de lo que es democracia…

Los gobiernos pueden ser de derecha, centro o izquierda, pero en todos los casos deben respetar la democracia en su más amplio sentido y en beneficio de todos sus ciudadanos.


¿Y si las libertades están en peligro, a pesar de que se hable de legitimidad electoral democrática?

En el caso de los países donde existe este peligro, hay múltiples declaraciones del presidente Barack Obama en el sentido de que lo esencial de los gobiernos es que sean transparentes, democráticos y que expresen en sus acciones la voluntad de sus pueblos.


Pero las de Obama solo son declaraciones…

Déjeme ser más claro: independientemente de filosofías o esquemas ideológicos, lo que es imperativo en todos los gobiernos es el respeto a las libertades fundamentales de sus ciudadanos. Puede haber divergencias internas y concepciones distintas, pero no es posible que se dejen de respetar las libertades.


¿Cuáles son esas libertades?

La libertad de prensa, la de expresión, la libertad de emprendimientos empresariales, la libertad de reunión, la libertad de criticar, la libertad de opinar.


¿Qué posición asume el Gobierno de Estados Unidos respecto de la situación de la libertad de expresión y de prensa en el Ecuador?

Existen expresiones de preocupación sobre ciertas tendencias, pero hay que ser muy claros en que el tema de la libertad de prensa es un tema complejo donde lo que se busca es que los gobiernos respeten esa libertad pero, también, que los medios de comunicación sean responsables y no abusen de los poderes que pudieran tener. En ambos casos, la falta de respeto gubernamental y el abuso mediático pueden llegar a socavar la democracia.


Es decir, ¿la libertad de expresión es una cuestión de ida y vuelta, no unilateral?

Lo que está ocurriendo en América Latina es un debate muy interesante. Sin lugar a dudas, los regímenes deben respetar la libertad de prensa, pero al mismo tiempo es fundamental que los intereses económicos que están detrás de algunos medios (el escándalo en Inglaterra, con los periódicos de Murdock, es un ejemplo) no pueden estar por encima de los intereses ciudadanos. Una cosa es defender la libertad de prensa y otra es defender los monopolios.


¿Una verdadera democracia debe tener un equilibrio entre el poder político y la prensa?

Así es. La prensa tiene que ser independiente de cualquier influencia, no solo política sino económica. A la prensa no se la puede atacar por sus opiniones ni por sus informaciones, pero la prensa tampoco debe atacar al Gobierno por cualquier cosa. Ese equilibrio es fundamental para una sociedad sana. Por eso es importante que existan regulaciones para impedir abusos, en especial de aquellos medios monopólicos.


¿Quiere decir que es legítimo que existan leyes, normas y regulaciones a los contenidos de los medios, como la Ley de Comunicación que está en manos de la Asamblea Nacional?

Me refiero a monopolios en los dos sentidos. No debe haber monopolios mediáticos privados, pero tampoco gubernamentales. Ninguna de las dos opciones son buenas para la democracia y para la sociedad. Entonces, esas leyes deben regular que nadie controle la información, ni el Gobierno ni la empresa privada. Y quiero reiterar que ningún país puede jactarse de que tiene libertad de expresión si no existe ese equilibrio entre lo privado y lo público.


¿Esa es la manera de que circulen libremente las ideas y que la sociedad reflexione sin presión ni manipulación?

La clave de la democracia es el respeto de absolutamente todos los puntos de vista ciudadanos. Y eso deben exigir los ciudadanos a ambas partes.


¿El Gobierno de Estados Unidos considera que el presidente Rafael Correa es respetuoso de estas libertades?

El presidente Obama ha expresado algunas preocupaciones en algunos momentos, pero la clave es asegurar que en un país con un pasado político tan inestable se fortalezca la independencia de las instituciones.


¿Como el caso de los poderes Legislativo y Judicial?

Exactamente. Acá en Estados Unidos, por ejemplo, el debate parlamentario es duro, pero democrático. Y la Justicia se maneja con entera libertad respecto del poder político.


¿Y si eso no sucede?

Si no existe Estado de Derecho, con instituciones independientes e imparciales, la democracia corre peligro.


¿Y si un Gobierno intenta controlar la administración de la Justicia?

Cuando no hay justicia independiente de los poderes políticos, sea cual fuera la ideología de los gobernantes, controlar la Justicia es un atentado contra los derechos humanos y los derechos civiles de las personas.


¿Eso impacta con fuerza en el presente y futuro del país?

Eso es muy grave, porque la clave de la democracia es el respeto a los derechos de los ciudadanos.


En estas circunstancias, ¿cuál debe ser el papel de los ciudadanos comunes para exigir que se respeten sus derechos y el poder político no interfiera en las otras funciones del Estado y para que rinda cuentas?

En una verdadera democracia, los ciudadanos tienen derecho a espacios de participación, de expresión, a organizarse, a reclamar, a reunirse e, incluso, a proponer puntos de vista y maneras de ver la realidad que no comparte la mayoría de la población. Democracia también es respetar la voz y la palabra de las minorías que son críticas al Régimen.


¿En el Ecuador ocurre eso?

Como dije al principio de esta entrevista, la inestabilidad política en el Ecuador era una situación que debía corregirse urgentemente y creo que lo que se vive allá ahora es una democracia en construcción. Hay que esperar que esa construcción fortalezca al país y a la sociedad.


¿Cómo construir una democracia verdadera en países tan inestables y conflictivos como el Ecuador?

Está muy claro que no hay democracia posible cuando no hay partidos políticos fuertes, cuando no hay una oposición de altura, cuando no hay instituciones fuertes e independientes y, en especial, cuando los ciudadanos no encuentran canales de participación directa. Tampoco hay democracia donde hay liderazgos fuertes, sin partidos reales.


¿Realmente se vive una democracia o un principio de democracia en el Ecuador?

Insisto en que el Ecuador se está construyendo un proceso democrático dentro de una historia con menos tradición democrática. Toma tiempo la construcción de una democracia y eso significa que el Gobierno haga lo que le corresponde, pero también significa respetar los derechos de la oposición y no intervenir a las instituciones.


¿Y si eso no sucede?

Una vez les dije a mis estudiantes que lo que siempre ha sucedido en el Ecuador es que todos los que van en el bus se lanzan sobre el conductor y quieren tomar el volante. Es obvio que si eso sucede, el bus se irá al precipicio.


HOJA DE VIDA

Arturo Valenzuela Quién es. Diplomático, analista y catedrático. Estadounidense con raíces chilenas. Fue secretario adjunto del departamento de Estado para el hemisferio occidental. Su punto de vista. Un Gobierno debe ser transparente y respetuoso.


Fuente: rubendariobuitron |
septiembre 12, 2011 at 4:39 pm | URL: http://wp.me/p6j12-Vb

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