jueves, 3 de septiembre de 2015

"Los medios quieren que el ciudadano comience mal su día"

***SNN





El secretario de Planificación y Desarrollo de Rafael Correa habla del rechazo al debate de la oposición. Muñoz señala la actitud de la prensa hegemónica en contra de los procesos progresistas de América Latina.

Juan Manuel Karg. Analista Internacional

Pabel Muñoz es el titular de Senplades, la Secretaría de Planificación y Desarrollo de Ecuador. Recientemente, Rafael Correa lo eligió para que coordine el "Diálogo por la Equidad y la Justicia Social", luego de las movilizaciones de la derecha ecuatoriana contra los proyectos de redistribución que promovió el gobierno ecuatoriano.

En esta entrevista exclusiva para el portal Tiempo de Argentina, Muñoz da cuenta de la situación de las negociaciones con la oposición, y describe el momento político que vive su país, con "posiciones contradictorias, hipócritas y cínicas" de parte de los sectores conservadores y los medios hegemónicos de comunicación.

¿Cuál es la situación actual de los diálogos, luego de las movilizaciones contra el gobierno de Correa?

Se puede hacer un primer balance: estamos a 2 meses de iniciado el proceso de diálogos, y nos ha ido muy bien. Primero, por la cantidad de actores que hemos logrado sumar. A este momento hay 1.767 organizaciones sociales con las que hemos podido conversar. Esto supone que hemos sentado a la mesa a cerca de 30 mil ciudadanos, más allá de todos los que son representados por esas organizaciones. El diálogo ha desbordado a la propia iniciativa ejecutiva.

Un segundo elemento tiene que ver con los efectos políticos, bajo la idea de devolver el escenario político a la ciudadanía. Es fundamental que vuelva a ser la ciudadanía ecuatoriana la que recupera el espíritu constituyente, el poder constituyente. Un último elemento tiene que ver con la recuperación de valores de democracia participativa. No han estado perdidos, estamos abocados a ellos desde el primer día que somos gobierno. Lo bueno es que ahora hay una recreación de estas herramientas. Tenemos los Consejos Sectoriales Ciudadanos, que son instancias donde los ministerios ponen a diálogo y consulta el diseño de la política pública y su evaluación. Con el "Diálogo por la Equidad y la Justicia Social" se fortalece nuestra vocación por la democracia participativa.

La oposición ecuatoriana suele tildar al gobierno de Correa de autoritario. Sin embargo buena parte de esa oposición no va a los diálogos. ¿Cómo se explica esto?

El escenario político ecuatoriano devela posiciones contradictorias, hipócritas y cínicas. Esto se amplificó en las últimas semanas.

Al gobierno se le tilda de autoritario, se suele decir con absoluta ligereza que aquí se vive una dictadura, que cuando se aprobó la Ley de Comunicación la sociedad entraba a una lógica de mordaza, donde supuestamente no se podía decir lo que se piensa sobre la situación política y económica. Pero lo dicen todos los días. Todos los días en medios de comunicación sectores de la oposición dicen que viven bajo una dictadura, con un gobierno autoritario. Y lo dicen abiertamente. 

Es el gobierno el que ha hecho un llamado al diálogo, para discutir cómo tenemos una sociedad más justa, más equitativa, más solidaria. Y estos sectores se autoexcluyen, dicen que nosotros conversamos con nosotros mismos. No es así, nosotros estamos ahora conversando con sectores que ponen elementos muy críticos a la política pública. Por ende, hay ahí una contradicción profunda en los sectores de la oposición.

En épocas anteriores, el movimiento indígena se movilizaba pidiendo que el gobierno abra un espacio de diálogo. Ahora la oposición moviliza con una consigna que es no asistir al proceso de diálogo con el gobierno. Eso da mucho para analizar cuáles son los verdaderos intereses políticos de esas movilizaciones.

¿Y cuáles son esos intereses? ¿Qué buscan, desde su perspectiva?

Son intereses que buscan llegar al poder. Eso me parece legítimo, pero hay que esperar a las elecciones de 2017 para eso. 

Hoy estamos en pleno proceso de un gobierno plenamente constituido, de un gobierno absolutamente elegido en términos democráticos, de una manera contundente en las urnas. Nosotros hemos sido elegidos ya en tres ocasiones. Hemos ganado 10 elecciones en estos 8 años y medio. Y el último proceso electoral ganamos por segunda vez en primera vuelta con más del 53% de los votos, más de 5 millones y medio de ecuatorianos. 

Podemos discutir todo lo que se quiera en ampliar nuestra oferta programática, en mejorar nuestra política pública. Pero con consignas que de alguna manera tienen un sustrato de querer violentar el orden constituido y democrático, hay poco que conversar...

El gobierno ecuatoriano recibe embates diarios de una parte de la prensa hegemónica, incluso por encima de lo que se vive en otros países.

Creo que los medios de comunicación en la región, o una parte de ellos, son muy críticos a los procesos progresistas. Hay que ver lo que pasa con los casos de Argentina, Bolivia, Venezuela y Uruguay. Allí se presentan críticas en diversas intensidades. Pero en el Ecuador las críticas al gobierno, el comportamiento duro de los medios de comunicación, es mayor que en el promedio latinoamericano. Y sin embargo luego dicen que no se respeta la libertad de expresión. Es esquizofrénico ese escenario.

Nosotros vivimos de lunes a viernes una batalla cotidiana de 3 episodios, el primero, que empieza a las siete de la mañana y termina a las nueve; luego, al mediodía, a la hora del almuerzo; y por último, en los noticieros de cierre del día.

Como gobierno, podemos hacer un montón de cosas buenas. La forma en que estas noticias aparecen en los medios es por goteo. Pero si cometemos errores, aparecen bajo la forma de titulares, y está todo el mundo opinando de eso.

Creo que se hace poco periodismo informativo, y se hace mucha, muchísima, opinión de los actores de la oposición. Las tintas están cargadas en señalar errores, en dañarle el ánimo a la gente. Quieren provocar que el ciudadano empiece mal su día. Desde las siete de la mañana se le dice que la política va mal, que la economía va mal y así.

En resumen, en Ecuador los medios son un actor más político que mediático.

Totalmente. Y luego dicen que aquí no hay libertad de expresión...


Fuente: EL TELÉGRAFO
Nota: Imagen agregada por SOLNACIENTENEWS

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