martes, 15 de septiembre de 2015

Los perjuicios que dejó el Clásico del Astillero

***SNN




Los perjuicios que dejó el Clásico del Astillero
Los propietarios de varias casas y vehículos fueron los perdedores en el clásico del Astillero que se jugó el domingo en el Jocay.

El encuentro finalizó a cero, pero los daños que originaron las barras de Barcelona y Emelec terminaron goleando el bolsillo de varios ciudadanos.  

A una cuadra del estadio, frente a la casa de Eberilde Mejía, decenas de hinchas amarillos se agruparon luego que no pudieron presenciar el partido. 

Y a pesar de haber presencia policial, dijo Mejía, hubo problemas. A ella le dañaron la puerta de caña del patio. 

Iván Quijije observó cuando uno de los hinchas escribió con spray en la pared de una casa y otro rompió con una piedra el vidrio de la ventana de una vivienda. 

Fanny Briones fue testigo de las botellas que se rompieron en la calle, de los insultos y de las peleas a pedradas en la ciudadela Rocafuerte. 

“Esto fue terrible. Aquí estábamos con mucho miedo de que ocurriera algo grave”, indicó una vecina que prefirió omitir su nombre.

Cuatro detenidos. La Policía confirmó que en los desmanes también participaron hinchas de Emelec, aunque en otros sitios de los alrededores del estadio Jocay. 

Mauro Vargas, jefe de la Policía en Manta, confirmó que hubo dos enfrentamientos entres ambas barras. 

“Se lanzaron piedras como si fueran personas desadaptadas, incluso tres policías resultaron heridos”, agregó.

Dos perros del Centro de Adiestramiento Canino y dos caballos de la Policía también resultaron afectados por los enfrentamientos. 

Incluso el parabrisas de un patrullero y las ventanas de un bus de la cooperativa Montecristi fueron destruidos. 

Vargas informó que cuatro personas resultaron detenidas por robo, expendio de droga y por desobedecer a la autoridad. 


Calles sucias. 
En la ciudadela Rocafuerte varios moradores debieron ayer levantarse temprano para barrer y quemar los trozos de papel que fueron arrojados en las vías.     

Mientras que en los alrededores del estadio los obreros municipales hacían la limpieza. Para María Pilligua, vecina, este tipo de encuentros deportivos no se debe repetir en la ciudad. 

Cree que ningún partido, por más importante que sea, se lo puede disfrutar mientras los hinchas dañan los bienes privados.


Fuente: EL DIARIO



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