En una emotiva ceremonia fueron incinerados restos de José Saramago
Fuente: Telesur
Los restos mortales de José Saramago fueron incinerados este domingo en una emotiva ceremonia en el cementerio del Alto de San Juan de la capital lusa al que asistieron los familiares del Nobel y numerosos amigos, intelectuales y autoridades lusas.
Tras un funeral en la capilla ardiente instalada en el Ayuntamiento de Lisboa, donde el féretro del escritor fue visitado desde el sábado por miles de personas, su cortejo fúnebre recorrió el centro de la capital entre los aplausos de las muchas personas que acudieron a darle un último adiós.
Pilar del Río, esposa del novelista, manifestó en la ceremonia de cremación que murió “un hombre bueno, una excelente persona y un magnifico escritor” y añadió que sólo deben llorar “quienes no le conocieron”.
Agradeció además a los medios de comunicación por haber reseñado en todo momento los detalles de la muerte del dramaturgo, quien dejó de existir a causa de una leucemia crónica en su residencia de Lanzarote, Canarias.
La víspera, el féretro del escritor que falleció el viernes a los 87 años de edad, fue visitado en el Salón de Honor del Ayuntamiento por numerosas personas, entre las que destacan autoridades gubernamentales como el primer ministro de Portugal, José Sócrates; la ministra de Cultura, Gabriela Canavilhas y el ministro de Administración Interna, Rui Pereira.
El cortejo fúnebre del único premio Nobel de Literatura en lengua portuguesa, partió el sábado y recorrió el centro lisboeta a través de los aplausos de los personas que ofrecieron su saludo y respeto ante los restos mortales.
Al funeral que concluyó con la interpretación de una pieza de Bach al violoncelo, también asistieron su hija Violante y los dos nietos del escritor.
Una ovación de al menos diez minutos recibió el ataúd de Saramago cubierto con la bandera de Portugal, mientras cientos de personas le arrojaban claveles rojos, el símbolo de la Revolución de su país del 25 de abril de 1974.
Además de personalidades gubernamentales lusas, también asistieron al acto de cremación autoridades políticas y culturales de España, país donde residía junto a su esposa desde hacía varios años.
La vicepresidente del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, que encabezaba la delegación oficial, emitió un breve discurso de homenaje a Saramago en la ceremonia del Ayuntamiento.
La ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, se trasladó a Lisboa para recibir los restos mortales del escritor.
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