miércoles, 12 de agosto de 2015

“¡El mejor vino está por venir!”

***SNN



Pedro PierrePedro Pierre
pedro.pierre@telegrafo.com.ec


¿Nos acordamos? Nos lo dijo hace un mes el papa Francisco en su discurso sobre la familia en el Parque Samanes en Guayaquil. Comentaba el episodio evangélico de las bodas de Caná, resaltando los valores de la familia como cuna y modelo de lo que hay que vivir luego en el espacio social.

Escuché esta frase nuevamente, anteayer, 10 de agosto, en una reunión de líderes populares celebrando la fiesta patria del primer grito de la independencia latinoamericana. El que la pronunció muy bien había entendido el sentido de las palabras del papa: “¡Nosotros somos la realización de la esperanza y profecía del papa Francisco! ¡Nosotros somos el mejor vino!”. En ese momento entendí también lo que decía el papa Francisco: “¡Los pobres nos evangelizan!”.

El Papa desarrolló este tema al hablar a los representantes y delegados de los movimientos populares reunidos por segunda vez a nivel mundial en Santa Cruz de Bolivia. 

Elogiando a las organizaciones populares, las definió como “poetas sociales” y las comprometió a impulsar el cambio de sociedad: “Son ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, los que deben hacerlo. 

Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en vuestras manos, en su capacidad de organizarse y promover alternativas creativas… ¡No se achiquen!”, los alentó con las manos en alto. 

Agregó después que ni el Papa ni la Iglesia tienen “una receta para solucionar los graves problemas de este mundo”. Pero propuso tres grandes tareas: “Poner la economía al servicio de los pueblos; unir los pueblos en el camino de la paz y la justicia, y defender la Madre Tierra”.

Eso era lo que estaba escuchando -con otras palabras, pero con la misma esperanza- de estos líderes populares en el Suburbio de Guayaquil. Fueron ellos quienes me hicieron comprender el sentido de las palabras del Papa: “El mejor vino” se está procesando en el lagar de los pobres organizados, no mañana o pasado, sino ya hoy y entre nosotros.

Estas organizaciones populares se están multiplicando en Ecuador y en América Latina toda. Es lo que el papa Francisco ha descubierto en los barrios pobres de Buenos Aires, en los movimientos sociales de Brasil, en todo nuestro planeta. 

El Papa está presenciando y felicitando el despertar universal de los pobres para construir un mundo mejor: están haciendo acontecer el Reino de Dios. Por eso el Papa pide reiteradamente a los cristianos “salir a la calle” y a sus pastores “tener olor a oveja”, porque allí el Espíritu de Dios nos revela los nuevos “signos de los tiempos”, las señales de la presencia de “una tierra nueva y un cielo nuevo” en medio de nosotros y nosotras.

América Latina es el nuevo “grito de independencia” de los pobres de la Tierra, tal como lo dijo el mismo Papa a su llegada en el Parque Bicentenario, de Quito: “Nosotros, aquí reunidos, todos juntos alrededor de la mesa con Jesús, somos un grito, un clamor nacido de la convicción de que su presencia nos impulsa a la unidad, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable”. (O)



No hay comentarios:

Publicar un comentario