sábado, 22 de agosto de 2015

“La mujer no necesita viagra, sino caricias”

***SNN





LA PÍLDORA ADDYI SE VENDERÍA DESDE EL 17 DE OCTUBRE


Las feministas llaman a la pastilla un logro. Los médicos piden más estudios.

Medicamentos como la aspirina, penicilina, Ritalín y nitroglicerina hoy se utilizan con un propósito  diferente al de su creación. En 1989, los científicos británicos de Pfizer, Peter Dunn y Albert Wood, crean el sildenafil para los problemas del corazón, pero accidentalmente descubren que podía, por efectos secundarios, tratar  la disfunción eréctil en los hombres.  Así nace el viagra masculino.

Lo mismo ocurriría varias décadas después con el flibanserin, una molécula que fue desarrollada como un tratamiento antidepresivo pero que resultó ineficaz y que más tarde tuvo otra finalidad: actuar en la falta de deseo sexual en las mujeres premenopáusicas. Hoy es conocido como viagra femenino o Addyi, su nombre comercial.

El próximo 17 de octubre empezará su comercialización en EE.UU. luego de que la Food and Drug Administration (FDA) lo aprobara tras dos intentos fallidos. 

En Ecuador su ingreso al mercado, según el farmacéutico René Viteri, representante de las farmacias populares, está sujeto al registro sanitario del Arcsa (Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria). “De lo contrario no puede comercializarse en ningún punto. Lo que hay que ver es su costo”. 

Viteri recuerda  que cuando el sildenafil entró al país hace 12 años era costoso y hoy tiene un precio cómodo, pues cada pastilla se puede adquirir en $2,50.

El cardiólogo Luis Hallón no ve a Ecuador como un mercado como sí ocurrió con el viagra masculino. “Ni este año ni el próximo; dudo que se la pueda conseguir. No hay un laboratorio que compre el derecho para producir la molécula y tener permiso para distribuirla. Además cuenta con varios artículos en contra y cuestionamientos”.         

Hallón asegura que la droga no es imprescindible. Las cifras lo remarcan, dice, menos del 40% sufre de trastorno del deseo sexual hipoactivo y una de cada 10 mujeres sufre problemas de premenopausia de baja libido sexual.



Para el sexólogo Germánico Zambrano, la parte sexual en la mujer es muy compleja y no se la puede manipular como ocurre con el hombre. “Esta complejidad ha dificultado el descubrimiento de una molécula que ayude”.  

Desde 1998, médicos y científicos de todo el mundo comenzaron a hacerse una pregunta casi obvia: ¿si la disfunción sexual masculina puede tratarse, no puede encontrarse también un remedio para las disfunciones sexuales femeninas?

Para las feministas, en las investigaciones intervino un factor sexista y de género, e incluso acusaron a las farmacéuticas de no tratar el problema con equidad.        

Para lograr la aprobación de la FDA se creó todo un lobby entre activistas, a través de la fundación Even the Score.

Zambrano explica que en el mercado, del 10% al 30% de las mujeres se quejan de la falta de deseo sexual, pero no es que ante esa falta se ha descubierto un afrodisíaco.         

“Este es un tema delicado en el que se tiene que investigar las causas y el porqué de su disminución del deseo sexual”. Uno de los más frecuentes es el aumento de la prolactina, una hormona que disminuye su deseo sexual.

“El tratamiento allí se basaría, fundamentalmente, en nivelarla”.

Otro caso es la depresión, falta de sueño, desmotivación o estrés. En otros casos los problemas están relacionados con fallas en el orgasmo. “A mi consultorio llegan pacientes que sí han tenido deseo sexual, se excitan, pero no pueden llegar al orgasmo, incluso hay mujeres que no saben  lo que es”.

Rodolfo Rodríguez Castello, sexólogo reconocido desde hace varias décadas, asegura que “la mujer no necesita una pastilla para excitarse, necesita un hombre que sepa qué  hacer. La mujer necesita caricias, ternura y que le exciten sus zonas erógenas”.

Añade que en la mujer lo que hay es un miedo grande “porque en muchos casos han sido violadas. Aquí lo que no existe es educación sexual”. Para demostrarlo, pregunta: “¿sabe cuántos óvulos produce una mujer? Quizá muchas no atinen a responder correctamente. Solo uno es la respuesta”.

Otra pregunta que Rodríguez siempre hace es ¿sabe usted cuántos orgasmos tiene una mujer?. “La mujer tiene varios orgasmos, en comparación con el hombre, que solo tiene uno”. Si no lo cree puede leer La respuesta sexual humana, de autoría del ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson, en donde tratan sobre el orgasmo femenino”.  


Riesgos son mayores  

Según  el cardiólogo Luis Hallón el viagra femenino no es un fármaco inocuo. Explica que a diferencia del viagra que toman los hombres y que actúa como un vasodilatador, esta nueva droga actúa a nivel central, aumentando la dopamina y norepinefrina, que son estimulantes para el cerebro.  

Esto se debe a que la función sexual en la mujer pasa también por un componente emocional.

“El aumento de estos  dos  vasoconstrictores provoca descarga de energía y esto puede ser un efecto paradójico porque podría bajar la presión, que se conoce también como hipotensión, por eso entre sus múltiples efectos están las náuseas,  los mareos”, dice.

Otra de las cosas que le preocupa es la somnolencia. “Imagínese que está mujer conduzca. Si lo toma podría ser protagonista de un accidente de tránsito”.

El neurólogo Carlos Llumiguano también señala que la píldora es contraindicada en pacientes con hipotensión crónica, cardiopatía isquémica, enfermedades cardiovasculares o incremento de la función pulmonar. “Debería tomarse mucho control porque el riesgo de un fallo cardíaco es alto”.

“En Ecuador tenemos a especialistas dedicados a tratar enfermedades cardiovasculares, nefrólogos, cardiólogos y médicos internistas. Si no existe capacitación o formación adecuada en este campo sería bastante riesgoso que cualquier médico tuviera capacidad de prescribir la medicación”.

En ese sentido el sexólogo Zambrano sugiere que se realicen investigaciones para conocer cómo se comporta la molécula que provoca  el aumento en el deseo sexual con la población local. (I)



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