sábado, 17 de octubre de 2015

No a las drogas y una vida desmotivada. ¡Conócete y sé tu mismo!

***SNN



No a las drogas y una vida desmotivada. ¡Conócete y sé tu mismo!: El camino del Buen Vivir


Edmundo Vera ManzoEdmundo Vera Manzo
edmundoveramanzo@hotmail.com


Hay personas que andan en la vida como un barco a la deriva: sin timonel ni brújula. Van donde los lleva el viento u otros los quieren llevar. No tienen motivaciones. ¿Para qué sirven los puertos, el dinero disponible e internet si no saben a dónde ir? Muchos niños, adolescentes y adultos que estudian, trabajan o que están desocupados, lo que hacen  es por obligación y sin sentir satisfacción. 

Llevan la vida como tomar un purgante, hace bien, pero a nadie le gusta. Pasan la vida mirando el reloj o el celular, pensando ¿a qué hora termina el estudio o el trabajo? Se pasan  la vida llenando la panza, comprando objetos para aparentar y/o en las drogas.

¿Qué es la vida? Es lo que hacemos con ella. Es a lo que mayor tiempo dedicamos cada día. Vivir para comer, beber, jugar, el sexo, recrearse, amar, ver y oír electrónicos, descansar, dormir, robar, asesinar, drogarse, leer, meditar, servir, iluminarse, etc. 

¿Qué es la vida para usted? 
“No es hasta que estamos perdidos que comenzamos a comprendernos a nosotros mismos” (Henry David Thoreau). “Solo nos convertimos en lo que somos a partir del rechazo total y profundo de aquello que los otros han hecho de nosotros” (Jean Paul Sartre). “Conócete a ti mismo”, decía en el frente del templo de Delfos, y Sócrates es quien mejor encarnó la sentencia. 

¿Cómo podemos llevar una vida sana y fructífera sin conocer nuestras posibilidades y debilidades? No es sabio hacer por encima o debajo de nuestras fuerzas, lo que nos lleva a nuestras desdichas. No sabes dónde llegar si no lo intentas. Buda dijo: “Tu tarea es descubrir tu mundo y luego entregarte a él con todo tu corazón”. “Tu mirada se aclarará solo cuando puedas ver desde tu corazón. Aquel que mira hacia afuera, sueña; aquel que mira hacia adentro, despierta” (Carl Jung). “Si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo afuera”. ¿Cómo sabemos que estamos en el camino? “Podrás reconocer tu propio camino una vez que estés en él, ya que de pronto tendrás más energías e imaginación que la que podrías llegar a necesitar” (Jerry Gilles).

Desde el punto de vista individual toda persona es diferente a las demás. No existe nada más desigual e injusto que proporcionar recursos y educación iguales a personas diferentes. La mejor forma para impedir y destruir lo que una persona es y puede llegar a ser, es recibir un trato igual cuando las potencialidades, debilidades personales y oportunidades que le ha tocado vivir son desiguales. Los padres y cada uno de los hijos son diferentes y cometemos un grave error tratándolos igual: lo que a uno le produce buenos resultados, a otros muy buenos o también pésimos. Si son diferentes y actúan de una forma igual, uno está dejando de ser el mismo. Es como nos homogeniza la familia, la escuela, el colegio, el trabajo y la sociedad. Nos hace conformistas e “iguales” sin cultivar nuestras capacidades, talentos y cualidades sociales y espirituales específicas de cada persona. ¡Ser auténticos en vez de imitadores y manipulados sociales!

Coincidiendo con Donald Treffinger, Rita y Kenneth Dunn cuando  expresan que  las personas “sanas, felices y triunfadoras” … “capaces de desarrollar sus capacidades y aptitudes hasta niveles que superen incluso sus propias expectativas” requieren desarrollar “algunas variables que permitan a una persona llegar a ser creativamente productivas: aptitud, creatividad y motivación” y con intereses duraderos.

Los grupos y sociedades requieren de personas que independientemente de las jerarquías, se atrevan libremente a pensar, expresar y defender lo que crean, siempre responsables de sus actos.  Siendo nosotros mismos, con el espíritu motivado, actuar con perseverancia en los intereses permanentes y persiguiendo nuestros sueños, es la única forma de superar represiones internas, externas y estereotipos sociales que obstaculizan el Buen Vivir. (O)


Fuente: EL TELÉGRAFO


No hay comentarios:

Publicar un comentario