miércoles, 3 de junio de 2015

Montenegrino acusado de narcotraficante asegura inocencia

***SNN




Jefe de máquinas asegura inocencia
Con 61 años de edad, Bakocevic Ljumbomir jamás pensó que al llegar a Ecuador su vida cambiaría totalmente al ser detenido y acusado de narcotráfico. 


 El hombre, oriundo de Montenegro, país ubicado al sureste de Europa, fue acusado de narcotráfico aquí en Ecuador, pero él aseguró ser inocente. 


El extranjero llegó hasta El Diario a contar su historia. Ljumbomir pertenecía a una gran compañía naviera que llegaba hasta el puerto de Manta y señaló que trabajó por más de 19 años como jefe de máquinas de uno de los barcos de la empresa. “Un día la Policía llegó a uno de los barcos y de repente me detuvieron porque en el cuarto de máquinas habían encontrado 20 kilos de droga”, contó el montenegrino. 


Según Ljumbomir, a él lo acusaron injustamente tripulantes del barco en modo de represalia, pues se considera que siempre fue estricto y que para muchos no era de su agrado. 


Una vez que lo llamaron a la audiencia, cuenta, el capitán del barco en donde se encontró la droga testificó a favor de él, pero eso no le sirvió, ya que estuvo privado de su libertad por ocho meses en la cárcel El Rodeo, en Portoviejo. 


PERIPLO. 

Ljumbomir asegura que nunca tuvo la necesidad de robar ni de traficar droga porque él había estudiado para trabajar, ya que cuenta con un masterado y PHD en Ingeniería en Maquinaria. 


 Sus ingresos mensuales sobrepasaban los 16.000 dólares, por lo que, asevera, nunca tuvo la necesidad de hacer “cosas ilícitas”. 


FAMILIA. 

Luego de siete días de estar en la cárcel de Portoviejo les avisaron a sus hijas, quienes llegaron de Montenegro a Ecuador para contratar un abogado. 


Sin embargo, un jurista de la ciudad de Guayaquil que se comprometió a llevar el caso cobró más de treinta mil dólares, pero, según Ljumbomir, el abogado lo abandonó. “Se fue con el dinero y siempre me decía que en 15 días estaría todo solucionado y no fue así”, contó el hombre. 


 Durante su encierro en la cárcel no supo más de aquel jurista que lo había estafado. En esos ocho meses y tres semanas exactamente, Bakocevic Ljumbomir tuvo que acostumbrarse a la vida de una prisión, donde señala, nunca lo trataron mal. “Simplemente tienes que mantener un perfil bajo, yo me llevaba con todos. 



La cárcel te aleja de la sociedad”, comentó. 

 Su salida de El Rodeo se da luego de que dos defensores públicos de Ecuador lo ayudaran en su caso. 


Asegura que no tiene de qué quejarse de las autoridades ecuatorianas, pero que seguirá un juicio a la compañía donde él trabajó, pues dice que le dieron la espalda y nunca lo ayudaron en todo lo que le sucedió. 


 El pasado 27 de mayo el Tribunal de Garantías Penales de Manta ratificó su inocencia y así logró recuperar su libertad. 


 Ayer el extranjero viajó a su país natal y sostiene que lo único que quiere es que su nombre no quede manchado en ningún lugar del mundo. 


También aprovechó la oportunidad para a través de este medio agradecer a sus compañeros y amigos que compartieron los momentos difíciles de su vida dentro del centro carcelario El Rodeo, y espera que pronto ellos también recuperen su libertad.


Fuente: EL DIARIO




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