Blanca Nieves Casalonvo Valarezo, de 67 años, lloraba desconsolada en la esquina de las calles Padre Solano y Ximena, en el centro de Guayaquil. Eran cerca de las 15:00 de ayer.
A su alrededor, decenas de bomberos corrían de un lado a otro tratando de controlar el incendio que se había iniciado una hora y media antes en una fábrica de pinturas ubicada en la parte posterior de su casa, sobre la calle Luis Urdaneta.
“La candela ha salido de atrás de la casa donde vivimos nosotros, allí hay un taller; pero los bomberos no han venido brevemente, no han avanzado a apagar y se inflama la casa que es de madera”, recordaba Casalonvo, mientras custodiaba un televisor plasma de 32 pulgadas, uno de los pocos artefactos que no contaminó el fuego ni se sustrajeron desconocidos que fingieron ayudar a la gente.
“Ahora todo se perdió: equipos, computadora, todo... ¡Dios mío, los uniformes de mis nietecitas pequeñas!”, gritaba.
El incendio, según testigos, se originó tras la explosión de un tanquero cargado de un producto inflamable, lo cual hasta el cierre de esta edición el Cuerpo de Bombero de Guayaquil y la Policía no confirmaban.
Pero algunos transeúntes y moradores del sector hablaban de gasolina y otros de diluyente que iba a ser descargado en la mencionada fábrica.
Luego del fuerte estallido, el producto inflamado del tanquero se regó por la acera y contaminó una casa contigua, cuyo dueño no pudo ser contactado, y dos vehículos: un Chevrolet Rodeo, que al parecer pertenecía a la Policía Nacional.
Pintadas terminaron las alcantarillas de los alrededores de la calle Luis Urdaneta entre Ximena y Riobamba mientras el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil combatía el incendio que se originó en una fábrica de elaboración de pinturas que funcionaba en ese sector y que causó daños en tres edificaciones.
Oscar Tenorio, de 38 años, se hallaba almorzando en el local de al lado cuando cerca de las dos de la tarde vio que se incendiaba un tanquero que se encontraba parqueado al pie de la fábrica de pinturas. "No sé adónde se fueron los dueños del comedor, salieron asustados. El daño no fue en el comedor sino en la bodega del local del pinturas".
Tenorio socorrió a una mujer que ante la desesperación por el incendio se lanzó desde el segundo piso de la vivienda donde funcionaba el local de pinturas. Ella se lastimó las piernas y fue trasladada a una casa asistencial de salud en Guayaquil.
Mientras el incendio continuaba y el humo se expandía como un hongo en el cielo de la ciudad decenas de bomberos con aproximadamente 90 motobombas tardaron en controlar el fuego unas dos horas. Las calles y alcantarillas comenzaron a teñirse de color.
Sofocados, algunos de los bomberos, una vez que salían del local de pinturas caían desmayados en la acera mientras eran auxiliados por sus compañeros, otros les lanzaban botellas de agua.
"Había bastante material inflamable, en especial diluyentes y disolventes para la elaboración de pinturas", repetían entre los uniformados.
Luego de terminar el operativo el jefe del Cuerpo de Bomberos, Martín Cucalón, se entrevistó con la gobernadora del Guayas, Viviana Bonilla, quien llegó con resguardo al lugar cerca de las cuatro de la tarde para ofrecer refugio a las víctimas y solicitar un informe previo del incendio, que a esa hora ya estaba controlado.
La explicación de Cucalón fue que "aparentemente han estado descargando diluyente, este carro (tanquero) se ha quemado, seguramente se vino la llama por la alcantarilla. No creo que haya sido la gasolina, el diluyente es más volátil".
A más de este vehículo también se incendiaron un Mazda y un Chevrolet aveo gris. El Cuerpo de Bomberos informó que la llamada de auxilio fue porque se estaba incendiando un tanquero.
Para combatir el incendio los bomberos rompieron una de las paredes del local de pinturas en la calle Ximena. "Todavía no hemos revisado si tenían los permisos la empresa, nos demoraremos un par de horas en tener los resultados", añadió Cucalón.
Bonilla indicó que está a la espera de la entrega del informe del Cuerpo de Bomberos y de la Policía de Criminalística.
La funcionaria dijo que desconocía si la fábrica de pinturas contaba o no con permiso de funcionamiento. "Eso no se lo podría decir, todavía no tengo datos de eso, la Policía tendrá que responder por eso. Es parte de un analisis que nos digan si en esta zona se puede tener este tipo de establecimiento, ya tenemos un precedente, esperamos un informe oficial y peritaje".
Según el departamento del Cuerpo de Bomberos se registraron tres heridos, entre ellos un anciano. Otra de las víctimas del incendio fue Manuel Ordoñez San Andrés, de 36 años, quien sufrió quemaduras en el 50% de su cuerpo y fue trasladado al hospital Luis Vernaza.
No obstante también se reportó como heridos a Madelaine Briones Orrala, Yajaira Fabara Macías (ambas de 19 años), Mercedes Mendoza Moreira, de 16 años, recibió el alta médica enseguida.
A ellas se suman Julio César Yaucán Muyulema, de 22 años; y Joffre Bastidas Pérez, de 26 años, quienes también fueron transferidos de inmediato hacia la clínica Sotomayor.
Entre las personas afectadas por la tragedia, trasladados al hospital Luis Vernaza, también estuvo un bombero identificado como Juan Carlos de la Torre González, de 36, quien llegó con síntomas de asfixia, pero fue dado de alta cuando superó la crisis.
Los habitantes del sector denunciaron que en esa área hay depósitos de gas clandestinos y exigieron la actuación inmediata de la Policía.
Hasta esta hora no se conocía el informe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, el cual se prevé entregar en las primeras horas de mañana, así lo informó la relacionista pública de la entidad.
Siete heridos, uno de ellos ingeniero, llevados hasta el hospital Vernaza
Fuente: EL UNIVERSO*
A su alrededor, decenas de bomberos corrían de un lado a otro tratando de controlar el incendio que se había iniciado una hora y media antes en una fábrica de pinturas ubicada en la parte posterior de su casa, sobre la calle Luis Urdaneta.
“La candela ha salido de atrás de la casa donde vivimos nosotros, allí hay un taller; pero los bomberos no han venido brevemente, no han avanzado a apagar y se inflama la casa que es de madera”, recordaba Casalonvo, mientras custodiaba un televisor plasma de 32 pulgadas, uno de los pocos artefactos que no contaminó el fuego ni se sustrajeron desconocidos que fingieron ayudar a la gente.
“Ahora todo se perdió: equipos, computadora, todo... ¡Dios mío, los uniformes de mis nietecitas pequeñas!”, gritaba.
El incendio, según testigos, se originó tras la explosión de un tanquero cargado de un producto inflamable, lo cual hasta el cierre de esta edición el Cuerpo de Bombero de Guayaquil y la Policía no confirmaban.
Pero algunos transeúntes y moradores del sector hablaban de gasolina y otros de diluyente que iba a ser descargado en la mencionada fábrica.
Luego del fuerte estallido, el producto inflamado del tanquero se regó por la acera y contaminó una casa contigua, cuyo dueño no pudo ser contactado, y dos vehículos: un Chevrolet Rodeo, que al parecer pertenecía a la Policía Nacional.
Incendio en fábrica de pinturas en centro de Guayaquil causó alarma en habitantes
Oscar Tenorio, de 38 años, se hallaba almorzando en el local de al lado cuando cerca de las dos de la tarde vio que se incendiaba un tanquero que se encontraba parqueado al pie de la fábrica de pinturas. "No sé adónde se fueron los dueños del comedor, salieron asustados. El daño no fue en el comedor sino en la bodega del local del pinturas".
Tenorio socorrió a una mujer que ante la desesperación por el incendio se lanzó desde el segundo piso de la vivienda donde funcionaba el local de pinturas. Ella se lastimó las piernas y fue trasladada a una casa asistencial de salud en Guayaquil.
Mientras el incendio continuaba y el humo se expandía como un hongo en el cielo de la ciudad decenas de bomberos con aproximadamente 90 motobombas tardaron en controlar el fuego unas dos horas. Las calles y alcantarillas comenzaron a teñirse de color.
Sofocados, algunos de los bomberos, una vez que salían del local de pinturas caían desmayados en la acera mientras eran auxiliados por sus compañeros, otros les lanzaban botellas de agua.
"Había bastante material inflamable, en especial diluyentes y disolventes para la elaboración de pinturas", repetían entre los uniformados.
Luego de terminar el operativo el jefe del Cuerpo de Bomberos, Martín Cucalón, se entrevistó con la gobernadora del Guayas, Viviana Bonilla, quien llegó con resguardo al lugar cerca de las cuatro de la tarde para ofrecer refugio a las víctimas y solicitar un informe previo del incendio, que a esa hora ya estaba controlado.
La explicación de Cucalón fue que "aparentemente han estado descargando diluyente, este carro (tanquero) se ha quemado, seguramente se vino la llama por la alcantarilla. No creo que haya sido la gasolina, el diluyente es más volátil".
A más de este vehículo también se incendiaron un Mazda y un Chevrolet aveo gris. El Cuerpo de Bomberos informó que la llamada de auxilio fue porque se estaba incendiando un tanquero.
Para combatir el incendio los bomberos rompieron una de las paredes del local de pinturas en la calle Ximena. "Todavía no hemos revisado si tenían los permisos la empresa, nos demoraremos un par de horas en tener los resultados", añadió Cucalón.
Bonilla indicó que está a la espera de la entrega del informe del Cuerpo de Bomberos y de la Policía de Criminalística.
La funcionaria dijo que desconocía si la fábrica de pinturas contaba o no con permiso de funcionamiento. "Eso no se lo podría decir, todavía no tengo datos de eso, la Policía tendrá que responder por eso. Es parte de un analisis que nos digan si en esta zona se puede tener este tipo de establecimiento, ya tenemos un precedente, esperamos un informe oficial y peritaje".
Según el departamento del Cuerpo de Bomberos se registraron tres heridos, entre ellos un anciano. Otra de las víctimas del incendio fue Manuel Ordoñez San Andrés, de 36 años, quien sufrió quemaduras en el 50% de su cuerpo y fue trasladado al hospital Luis Vernaza.
No obstante también se reportó como heridos a Madelaine Briones Orrala, Yajaira Fabara Macías (ambas de 19 años), Mercedes Mendoza Moreira, de 16 años, recibió el alta médica enseguida.
A ellas se suman Julio César Yaucán Muyulema, de 22 años; y Joffre Bastidas Pérez, de 26 años, quienes también fueron transferidos de inmediato hacia la clínica Sotomayor.
Entre las personas afectadas por la tragedia, trasladados al hospital Luis Vernaza, también estuvo un bombero identificado como Juan Carlos de la Torre González, de 36, quien llegó con síntomas de asfixia, pero fue dado de alta cuando superó la crisis.
Los habitantes del sector denunciaron que en esa área hay depósitos de gas clandestinos y exigieron la actuación inmediata de la Policía.
Hasta esta hora no se conocía el informe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, el cual se prevé entregar en las primeras horas de mañana, así lo informó la relacionista pública de la entidad.
Siete heridos, uno de ellos ingeniero, llevados hasta el hospital Vernaza
Después de las 15:00 recién se calmó el movimiento constante que por al menos dos horas se observó afuera del hospital Luis Vernaza mientras recibía a las víctimas del incendio. Fueron siete en total, una de las cuales, según conoció este Diario, estaba muy grave y dos no necesitaron quedarse internadas.
Un ingeniero de 36 años, identificado como Jairo Ordóñez San Andrés y quien habría sido el propietario o encargado del almacén de pinturas que resultó destruido, fue la víctima más afectada por las llamas.
Médicos del hospital Luis Vernaza no dieron información respecto a las afectaciones sufridas por este paciente, pero extraoficialmente se conoció que su estado era bastante delicado, pues presentaría quemaduras de hasta tercer grado en más del 60% del cuerpo.
“Es una lástima, pero su estado es bastante grave. Da pena esta tragedia”, comentó un profesional que lo atendió en el quirófano del pabellón Valdez y quien prefirió no identificarse.
Además de él resultaron afectadas tres mujeres. Se trata de Madelaine Briones Orrala, de 19 años, quien fue trasladada a emergencia de la clínica Sotomayor con Yajaira Fabara Macías, de la misma edad. Mientras que Mercedes Mendoza Moreira, de 16 años, recibió el alta médica enseguida.
A ellas se suman Julio César Yaucán Muyulema, de 22 años; y Joffre Bastidas Pérez, de 26, quienes también fueron transferidos de inmediato hacia la clínica Sotomayor.
Entre las personas afectadas por la tragedia y que fueron trasladadas al hospital Luis Vernaza también estuvo un bombero identificado como Juan Carlos de la Torre González, de 36 años, quien llegó con síntomas de asfixia, pero fue dado de alta cuando superó la crisis.
Un ingeniero de 36 años, identificado como Jairo Ordóñez San Andrés y quien habría sido el propietario o encargado del almacén de pinturas que resultó destruido, fue la víctima más afectada por las llamas.
Médicos del hospital Luis Vernaza no dieron información respecto a las afectaciones sufridas por este paciente, pero extraoficialmente se conoció que su estado era bastante delicado, pues presentaría quemaduras de hasta tercer grado en más del 60% del cuerpo.
“Es una lástima, pero su estado es bastante grave. Da pena esta tragedia”, comentó un profesional que lo atendió en el quirófano del pabellón Valdez y quien prefirió no identificarse.
Además de él resultaron afectadas tres mujeres. Se trata de Madelaine Briones Orrala, de 19 años, quien fue trasladada a emergencia de la clínica Sotomayor con Yajaira Fabara Macías, de la misma edad. Mientras que Mercedes Mendoza Moreira, de 16 años, recibió el alta médica enseguida.
A ellas se suman Julio César Yaucán Muyulema, de 22 años; y Joffre Bastidas Pérez, de 26, quienes también fueron transferidos de inmediato hacia la clínica Sotomayor.
Entre las personas afectadas por la tragedia y que fueron trasladadas al hospital Luis Vernaza también estuvo un bombero identificado como Juan Carlos de la Torre González, de 36 años, quien llegó con síntomas de asfixia, pero fue dado de alta cuando superó la crisis.
Fuente: EL UNIVERSO*
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