sábado, 30 de julio de 2011

Antojo de aguardiente lo dejó ciego

***SNN



EXPRESO*

Gobierno entrega ayuda y credencial del Conadis, El gobernador, Jesús Narváez, entregó a Lorenzo Villalta el carné del Conadis


Seis personas sufren las consecuencias de la ingesta de alcohol adulterado; la discapacidad que enfrentan les impide trabajar.


Ciegos y desanimados están cinco agricultores en la provincia de Los Ríos. Sobrevivieron al consumo de licor adulterado con alcohol metílico que provocó la muerte de más de 20 personas y dejó hospitalizados a 120 intoxicados. Recibieron el alta médica, después de quince días.


En el recinto Potrero Grande del cantón Urdaneta vive Lorenzo Guillermo Villalta Vera, de 40 años, quien perdió la visión totalmente. El agricultor asegura que las tres copas de un licor que compró y tomó en la parroquia Ricaurte le cambiaron la vida por completo.


A pesar de que estaba acostumbrado a comprar pomas de licor cada mes en el cantón Quinsaloma, su reserva se agotó antes de tiempo y le pidió a un amigo que le compre 50 centavos en Ricaurte, para saciar las ganas de beber aguardiente.


Tres días después sintió dolor de cabeza, náuseas y ardor estomacal. Cuando Villalta fue llevado a la clínica ya no podía ver con claridad; poco a poco perdió la visión. "Ha sido duro quedarse sin ver la luz del día. Esta es la desgracia más grande que me ha podido suceder", comenta el jornalero, que no puede trabajar porque necesita que un familiar lo guíe para movilizarse.


'Guillo', como le llaman sus amigos, no podrá trabajar más para mantener a su madre Epifania Vera, su hermana Yomira Victoria Elisondo Vera y su hija de 11 años. Con sus parientes se comprometió a no beber licor nunca más.


El de Villalta no es el único caso. Antonio Quintana Darías, de 35 años, también habitante de Urdaneta, tiene problemas de visión. Jackeline Solarte, directora provincial del Conadis, anunció que la próxima semana recibirá el diagnóstico de los médicos de la clínica móvil, que confirmará si el paciente puede quedar ciego o recuperarse.


Eduardo Guamilamia, coordinador de comunicación de la Misión Manuela Espejo, agregó que también esperan confirmación de la ceguera de otros tres pacientes de Los Ríos que están internados en Guayaquil, y otros con afecciones renales.


Entre los afectados también está Wellington Mosquera Sánchez, de 49 años. Él bebió licor adulterado en el cantón Puebloviejo y fue internado en el Hospital de Infectología de Guayaquil, por síntomas de dolor de cabeza, mareo, vómito y ceguera.


Después que recibió el alta, continúa sintiendo los efectos, como visión borrosa, lamenta que hay días en los que no ve nada, por ese motivo no puede salir a trabajar.


El gobernador, Jesús Narváez, entregó a Lorenzo Villalta el carné del Conadis, debido al 100% de discapacidad visual. Existe también la posibilidad que reciba otro tipo de ayuda por parte de la vicepresidencia de la República a través de la Misión Manuela Espejo, entre las cuales está una casa, porque en la que vive es de caña y está vetusta.

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