Infidelidad mueve a los ‘cachudos’ en Manabí

***SNN

Entre los miembros de Fenaca hay alcaldes, presidentes de juntas parroquiales, choferes, periodistas y otros

SAN ELOY, Manabí.- Kestyn Celi llegó desde Quito para que la inscribieran como socia de Fenaca. Amado Cevallos la bautizó.

Ramón Mendoza Intriago estaba angustiado, casi cabreado por la ausencia de sus compañeros de la Federación Nacional de Cachudos (Fenaca). Temía que el desfile motorizado en honor a la infidelidad, que se efectúa desde hace once años, se fuera “a los cuernos” o al menos se suspendiera.

Pero su semblante cambió cuando llegó la camioneta que sirvió de tarima móvil para la marcha, en la que participaron decenas de autodenominados “cachudos”, que se colgaron cuernos de vacas en la cabeza.


Ramoncito, como es conocido Mendoza, preside un gremio de más de 300 socios, cuyos nombres figuran en un espacio privilegiado de una casa vetusta ubicada en el sitio San Eloy, a 10 minutos de esta ciudad.


El Cachudo Mayor, como también se lo identifica, relató que en enero de 1997 encontró a su expareja Natalí en la cama con un amigo. “Así te quería ver”, le habría dicho el afectado a su mujer, la responsable de que haya un desfile por la infidelidad y que San Eloy sea casi un santuario de paganismo.


La marcha se cumple en septiembre porque Mendoza cumple años en este mes. El 22 celebrará 54 años de edad y catorce sin su pareja.


El sábado, antes del desfile, Ramoncito elevó más de una vez el puño dejando libres los dedos índice y meñique con los que formó un cuerno. Así devolvió el saludo que choferes hicieron con los pitos de sus carros.


Dijo que no siente vergüenza por lo que le pasó. “Ese día (...) ardía de coraje, pero gracias a Dios no cometí ninguna tontera”, reveló Mendoza mientras bebía cerveza. Luego tomó un sorbo de caña manabita.


Jimmy Lucas, portovejense residente en Nueva York, se le acercó aclarando que a él no le han puesto los cachos. “Quería conocerlo; es muy famoso”, dijo, al tanto que aprovechó para fotografiarse con él.


Ramón Mendoza es un célebre personaje de San Eloy, comunidad de 2 mil habitantes en donde puede faltar agua, alcantarillado, calles en buen estado y hasta el cura, pero jamás el comentario hilarante por las “víctimas” de la infidelidad.


En la casa de los cachudos hay frases plasmadas en sus rincones. “Ramón no acepta mujer casada, ni frita ni asada, pero sí abandonada” o “Hay mujeres que ponen cachos hasta por curiosidad, por delante y por detrás”. Entre los miembros de Fenaca hay alcaldes, presidentes de juntas parroquiales, choferes, periodistas y otros.


Mendoza aseguró que nadie ha reclamado porque su nombre consta en la nómina del club; al contrario, lo han hecho porque no han sido inscritos.


Ello lo llevó a sacar su libreta. “Hay que anotar estos nuevos: Paquito Cobeña, Vicente Delgado y Manuel Almeida”, indicó a Joselo Alcívar, (a) Bucheli, el secretario del gremio.


La caravana empezó en medio de los cláxones de carros. La primera parada fue en la población de Cañitas. Ahí Bucheli gritó a los habitantes sentados en las afueras de las casas: ¡Que levanten la mano quien no tiene cachos! Hubo pocas manos alzadas, pero sí carcajadas.


En Charapotó se escuchó un grito de batalla: ¡Que viva el marido de mi mujer!


El taxista Carlos Aveiga, que seguía la caravana, dijo que “nadie está exento de los cachos” sin confirmar si a él la infidelidad le pasó factura.


La periodista Nancy Vélez consideró al desfile como un ícono turístico, que le ha dado fama a San Eloy, y más que nada a Ramoncito, su gestor.


Cortometraje

La historia de infidelidad de Ramón Mendoza ya inspiró un cortometraje en Perú y es posible que se ruede una película en Colombia. Mendoza asegura que lo han contactado para ese proyecto.



Fuente: EL UNIVERSO*