domingo, 25 de septiembre de 2011

La delgada línea entre el show y la información

***SNN



Productores y docentes tienen criterios divididos sobre el tema


Carla Sala y Hugo Gavilánez son los presentadores del programa La noticia en la comunidad, que se emite de lunes a viernes. Foto: Pilar Vera | El Telégrafo


Los espacios matinales Ayúdame Henry, La noticia en la comunidad y DespiérTC, que se transmiten por Ecuavisa, RTS y TC Televisión, respectivamente, intentan “suavizar” los sucesos de comunidad con una combinación de entretenimiento e informalidad.


Son las ocho y cuarto de la mañana. A esa hora uno de los reporteros de Ecuavisa baila al ritmo de la cumbia Amaneciendo. Es Henry Dueñas, quien vestido con una camisa roja y un jean dice: “Son jueves de co... co... consejos...”, para hablar de lo importante que es tener las llantas calibradas y evitar accidentes, como parte del segmento Contacto en la comunidad.


Luego de casi cinco minutos se despide con un: “Respire, que la vida es maravillosa y alegre”, mientras repite su pasito de baile. Al día siguiente, a esa misma hora, Henry luce un kimono azul, rodeado de personas de la tercera edad que practican taichi. Dueñas aplica algunos pasos del instructor y explica los beneficios de este milenario tipo de gimnasia. Él hace de todo un poco. Incluso boxea.


En RTS, en cambio, Hugo Gavilánez, faltando diez minutos para las ocho, se abotona el terno mientras ingresa al set para conducir La noticia en la comunidad, acompañado de Carla Sala, con quien bromea sobre el pago de fin de mes. Las risas que muestran desaparecen cuando la presentadora menciona el caso de los supuestos robos de niños que luego aparecieron descuartizados en un contenedor.


“Eso es una leyenda que se ha inventado un idiota. Eso de que te dejan una nota de ‘Gracias por tus órganos’ es una de las novelas más burdas. Dedíquense a cuidar a sus hijos en vez de estar de viejas chismosas”, exclama él. Previamente a su comentario, Hugo pregunta, sin importar que esté al aire: “¿Por qué a mí solo me dan agua caliente?¿Qué crees, que tengo café en sobre en mi bolsillo? Toma un billete de 100”.


Dos horas antes, en DespiérTC, el canto de un gallo y la canción Ayer, de fondo, dan inicio al programa. La voz en “off” de Ángel Bone, el “Gitano”, anuncia: “Aquí se inicia el programa de comunidad, para la comunidad”. En ese espacio no solo se limitan a presentar información, pues lanzan una que otra bromita.


En una el presentador Juan Carlos Caamaño le dice a su compañera Gabriela Elizalde (ambos ingresaron en reemplazo de Richard Barker y Marjorie Cevallos): “Oiga, ¿usted viene a informar o a conquistar?”, lo que provoca que ella de forma tajante responda: “Olvidemos ese tema y sigamos con más información”.


Todo es parte de los programas de comunidad que tres canales de televisión proponen en las mañanas. Mónica Maruri, decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UEES, asegura que ella no los llamaría programas de comunidad. “Están mal categorizados.


Sería más simple que los denominaran shows o realities. Me parece que están en la frontera entre el espectáculo y el no periodismo. Por eso es que hacen sonidos raros, he oído que una de las presentadoras hasta ha cacareado como gallina, hacen payasadas. Y los que han estudiado periodismo saben que eso no lo es”, sostiene. “Lamentablemente, algunos de estos espacios que están pegados al noticiero o llevan su nombre, lo que le hacen es un mal porque les quitan credibilidad”, agrega.


Gavilánez, quien es el presentador de La noticia en la comunidad, opina lo contrario. Explica que lo de incluir bromas en el programa tiene como intención hacer que la noticia no sea tan cruel, sino más llevadera, que la gente se entretenga y quizás hasta le “resbale” la información. “Por eso, en lugar de hacer un noticiero severo, se hace una revista informativa que incluye los segmentos Como si fuera ayer y Entre ellas y yo, en los que se tratan temas de interés para la comunidad”, detalla.


Sobre los fuertes comentarios que vierte cada mañana señala: “Eso le gusta a la gente porque digo lo que ellos quieren expresar. Soy formal al vestir, pero soy informal en la manera de decir las cosas, en expresarme. Las personas que nos ven deben saber que somos iguales a ellos, involucrándonos en lo que hacen y hablando su idioma”, dice.


Ximena Gilbert, quien es jefa de información de los noticieros matinales de Ecuavisa, aclara que identificarse con la comunidad no significa ser vulgar o utilizar el vocabulario que se escucha en la calle, ya que no todos hablan así.

“Se cree que tener un lenguaje popular es decir barbaridades y eso es mentira porque la gente no necesariamente es maleducada, por más pobre que sea. Tenemos que entender que debemos ser un ejemplo”, enfatiza.


Y precisamente, según Gilbert, eso es lo que intenta transmitir el segmento Ayúdame Henry, especialmente los jueves y viernes, en los que da consejos sobre salud, cómo ahorrar electricidad e incluso hacer deporte en una comunidad determinada.


Por ello, según la jefa de información de los noticieros matinales, Henry Dueñas se despoja de los aspectos tradicionales que antiguamente imponía un reportero de noticia, para convertirse en uno que está en más contacto con la gente y al nivel de ellos.


“Lo de bailar o arrodillarse para pedirle a las autoridades que tomen cartas en el asunto no es un show. Todo es parte de la personalidad que tiene Henry. Él no tiene como objetivo ser cómico o hacer un show en la calle. Trata de ser un reflejo de la comunidad que no solo está seria y preocupada por los problemas, sino que también ríe.


Él es así en la pantalla o en una reunión de amigos”, afirma Gilbert, quien admite que, aunque los programas de comunidad no son nuevos, en los últimos dos años la tendencia de los medios televisivos ha sido enfocarse en ellos.


Añadir una buena dosis de entretenimiento es parte de la fórmula. Según el productor general de DespiérTC, Luis Gálvez, en su caso. “Debe haber diversión para que el programa sea más familiar. No queremos ser unos simples presentadores o reporteros, sino ser un miembro más de la familia que se levanta para cumplir sus actividades. Por eso les contamos la noticia a su manera, sin tantas formalidades”, indica.


Para Mónica Maruri: “Simplemente es un nuevo género que les funcionó en rating porque a la gente le gusta el espectáculo”.


Con ese criterio concuerda uno de los pioneros de los programas de comunidad, Kenneth Carrera. El docente de Producción de Televisión en la Facso, recuerda que en 1981 fue el presentador del segmento Lo que sucede en la ciudad, que se emitía durante cinco minutos como parte de El noticiero Minuto a minuto, en Telecuatro (hoy RTS). Sin embargo, fue en el 92 con Ventana a la calle, que condujo durante once años, que Carrera marcó un precedente con este tipo de programas caracterizados por ayudar a personas necesitadas.


“Hoy se han tergiversado los programas de comunidad porque ya no hay seriedad ni solidaridad con la gente. Ahora lo que hay es exhibicionismo, es una necesidad de tener rating, haciendo payasadas, bromas y faltando el respeto al televidente, algo que en mi época no ocurría”, opina uno de los primeros conductores de programas de comunidad.


Por: María Fernanda Arreaga

Fuente: EL TELÉGRAFO*

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