Foto: EL COMERCIO
Un capitán de policía está implicado en la red de traficantes.
A las 03:00 de hoy se desarrolló la audiencia de formulación de cargos en contra del comandante de Policía Galo C., quién fue involucrado en un caso de narcotráfico. Se ratificó la orden de prisión preventiva en su contra.
Ayer, la Policía de Antinarcóticos allanó cuatro viviendas en Esmeraldas y dijo que se encontraron en el interior 1,5 tonelada de cocaína.
La droga pertenecería a un cartel mexicano, posiblemente el de Sinaloa. Cinco personas, supuestamente cabecillas fueron detenidas, además del oficial.
El ministro del Interior, José Serrano, confirmó que los detenidos se reunieron en varias ocasiones con Galo C., en el comando de la Policía que estaba a su cargo. También que existen registros telefónicos de las conversaciones que mantenían. Inteligencia le seguía los pasos desde hace dos meses.
Para hoy está previsto que se desarrolle una rueda de prensa donde se conocerá mayores detalles del operativo que permitió desarticular esta red de narcotráfico que también operaba en Guayaquil.
Un alto oficial de la Policía de Esmeraldas fue detenido
Av. Olmedo, en Esmeraldas. La Policía informó que en un inmueble del sector se encontró cocaína que pertenecería a una red de narcotráfico.
Cinco gendarmes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) llegaron ayer al cuartel de la Policía de Esmeraldas. Tenían la orden de aprehender a un alto oficial del Comando Provincial, Galo C.. El uniformado fue asignado a esta plaza a mediados de año. Antes ofreció sus servicios en el comando de una provincia colindante.
El fiscal de Delitos Mayores de Antinarcóticos de Esmeraldas, Ulises Rivadeneira, estaba con los gendarmes. Ellos llegaron cerca de las 10:00, cuando el oficial se encontraba en su despacho.
Un policía del Comando dijo que escuchó cuando Rivadeneira habló con Galo C. y le explicó que él había sido involucrado en un posible caso de narcotráfico. Personal de Inteligencia señaló que el seguimiento al alto oficial se inició hace dos meses.
Casi en forma paralela a la aprehensión, en el centro de la ciudad de Esmeraldas fue allanada ayer una casa en la avenida Olmedo, entre Ricaurte y Quito. Allí, según agentes, se hallaron narcóticos, pero no se detalló la cantidad. Un agente calculó que se trataba de una tonelada. Policías de élite acudieron al sitio y cerraron las calles aledañas.
Para hoy está previsto que se realice la audiencia de formulación de cargos en contra de Galo C. y que el Fiscal establezca las posibles causales para dictar o no una medida cautelar en contra del uniformado. Se espera que se detalle la relación entre su detención y el allanamiento.
Se adelantó que la vivienda pertenecería al líder de una compleja red de narcotráfico.
30 minutos después del allanamiento, miembros de Antinarcóticos llegaron con equipos de laboratorio para hacer pruebas del presunto alcaloide. Dijeron que se trataba de cocaína.
Cuatro abogados del dueño de la vivienda acudieron al sitio para pedir explicaciones a las autoridades. Los policías se limitaron a impedir su paso a la vivienda, que fue acordonada.
Según Antinarcóticos, Esmeraldas es un punto de la ruta de la droga en la región, por su ubicación geográfica. Está en la frontera con Colombia y tiene múltiples salidas fluviales al Pacífico.
La droga que se produce en el vecino país y en Perú es almacenada en las zonas selváticas. Luego es transportada por tierra y en lanchas artesanales y submarinos por los afluentes. La droga llega a Centroamérica y de ahí es enviada a EE.UU. y a Europa, para su venta final, según la Policía.
Inteligencia asegura que en la zona fronteriza de Esmeraldas operan grupos armados que actúan como fuerzas de choque de las organizaciones del narcotráfico. “También hay redes delictivas que tratan de ganar terreno para establecerse como cartel independiente”, dice un agente.
Cuando se posesionó a Galo C. en el cargo, en la Policía se dijo que su experiencia ayudaría a combatir la inseguridad. Mantenía una buena imagen en las filas policiales. Sus compañeros coinciden en que era un oficial dedicado a su trabajo y que ponía énfasis en la ejecución de operativos contra la delincuencia.
En Quito laboró en el Comando de la Unidad de Vigilancia Carapungo, en el 2009. En Santo Domingo defendía constantemente la tesis de que los crímenes violentos que ocurrían en la ciudad estaban relacionados con el posible ajuste de cuentas entre delincuentes locales.
Este Diario trató de contactarse con él vía telefónica para conocer su versión, pero su equipo celular permaneció apagado. Hasta el cierre de la edición no contaba con un abogado privado, según trascendió en la Policía.
Además de Galo C., también se emitió orden de detención contra otras cinco personas. Ayer, dos de ellas habían sido puestas a órdenes de las autoridades judiciales. Además, estaba previsto que se realicen cuatro allanamientos más en la capital de Esmeraldas. Un agente de Antinarcóticos dijo que también podría estar involucrado un oficial de las FF.AA.
Fuente: EL COMERCIO*
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