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Los medios públicos y privados “disputaron” roles y audiencia. Un reportero de Teleamazonas propaló un rumor falso en medio de la crisis.
Una llamada telefónica, antes de las 07:00, alertó a ciertos reporteros de Teleamazonas, RTS y Ecuavisa: “La Policía se amotina y no sale a trabajar hoy”. Inmediatamente se activaron las llamadas a los contactos y a las fuentes de primera mano. “Confirmado: la Policía se amotina”.
En varios medios consultados, pocos quieren hablar y otros dicen que también fueron sorprendidos por esas llamadas. El editor de un periódico nacional cuenta que llamó a sus contactos y todos ellos le confirmaron que se trataba de un amotinamiento y de inmediato mandó a sus fotógrafos y reporteros, “porque la cosa parecía muy grave”. Igual cuenta una jefa de noticias de un canal: “Para mí fue no muy creíble, pero cuando escuché en Radio Visión que Diego Oquendo y Fausto Cobo hablaban como una certeza, me convencí y movilicé todo”.
Entre los policías hay un rumor: ex miembros del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) sabían a quién llamar en el momento indicado. Y desde el Regimiento Quito se lanzaron mensajes, vía celular, advirtiendo de la protesta.
Por eso fue posible que Teleamazonas colocara su microonda antes de las 08:00. Y uno de los jefes de ese canal llamó a los corresponsales de todo el país para que verificaran si ocurría lo que su fuente le informaba: “El levantamiento es a nivel nacional”.
Ese mismo jefe mantuvo contacto casi todo el día con uno de los cabecillas de los sublevados que, según una fuente, no se identificaba y hablaba desde varios celulares y también desde teléfonos análogos o convencionales.
Canal 5 de Guaranda, La Prensa de Riobamba, las regionales del diario La Hora y muchas emisoras de ciudades pequeñas, donde se percibe de inmediato alguna irregularidad, reportaron al instante lo que pasaba, pero “también recibimos llamadas de amigos policías que nos pedían apoyo difundiendo sus demandas”, cuenta un periodista riobambeño.
La jornada del 30 de septiembre también marcó un hito en todos los medios de comunicación. Para los públicos e incautados fue todo tan sorpresivo que solo cuando Teleamazonas transmitía en vivo y en directo, activaron sus “baterías” y empezaron las emisiones de la Radio Pública y Ecuador TV sobre ese acontecimiento.
Teleamazonas lideraba el supuesto “golpe noticioso” y solo a partir de las 09:00 perdía esa exclusividad. Las emisoras, como Radio La Luna, suspendieron sus programas regulares -a esa hora la mayoría emite noticias deportivas- para recibir reportes de sus periodistas vía celular.
Entonces, como cuando ocurrían las caídas de presidentes, los medios desataron todo su potencial operativo y periodístico, pero con una diferencia: al mediodía se decretó la cadena nacional y la matriz fue la televisión pública, en consideración a la gravedad de la situación, cuando ya se conocía con certeza que el presidente Rafael Correa se encontraba impedido de salir del hospital y en casi todo el país se reportaban actos vandálicos.
Los medios privados de televisión siguieron informando vía Internet (al igual que periódicos y emisoras con ese servicio) y sus reporteros cubriendo los acontecimientos sin posibilidad de transmisión. Solo cuando ocurrió el rescate de Correa los canales privados se “desencadenaron” y pasaron a transmitir con sus propias señales todo lo que ocurría en el hospital de la Policía y luego en la Plaza Grande con la llegada del presidente a Carondelet.
Sin embargo, en la mañana de ese 30 de septiembre, según los análisis realizados por Ciespal y Deslindes (del Instituto de Altos Estudios Nacionales - IAEN) la tónica de los medios fue sensacionalista, alarmista y sin una definición editorial clara para abordar la situación.
Uno de los hechos lamentables de la jornada fue el anuncio del reportero de Teleamazonas, Freddy Paredes, alrededor de las 11:00. Según él, un contacto de las Fuerzas Armadas le confirmó que los militares habrían plegado a la sublevación. Minutos antes, a las 10:00, el general Ernesto González, jefe del Comando Conjunto, desde Cuenca, había rechazado cualquier intentona militar.
Otros análisis colocados en la red y que han servido para comentar lo que mediáticamente sucedió ese día, destacan como una “jugada maestra” la cadena nacional y todo el manejo informativo porque, según el publicista Andrés Seminario, ocurrió el giro magistral: se pasó de una contención física del Presidente a la creación de un secuestro y luego posicionaron el asunto como un golpe de Estado.
Fuente: EL TELÉGRAFO*
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