jueves, 7 de julio de 2011

"No soy héroe, vengador, ni justiciero, solo un defensor"

***SNN



EXPRESO*

Gastón Alarcón desde la clandestinidad
"No soy héroe, vengador, ni justiciero, solo un defensor"

La vida de la familia Alarcón dio un giro de 180°, desde el 20 de junio. Por asuntos de seguridad tienen resguardo policial y pasan encerrados.

La tarde del martes 5 de julio estaba oscura, sombría. Son casi las seis de la tarde y un correo electrónico, enviado desde una computadora instalada en algún punto de la ciudad, confirmaba el sitio exacto en el que Gastón Alarcón recibiría a un representante de Diario EXPRESO.

El sigilo con el que se acordó el lugar de la cita resultó un poco 'hollywoodense'. Correos electrónicos escuetos y llamadas telefónicas cortas matizaron el preámbulo de la entrevista que buscaría reflejar, por primera vez, el cambio de vida que este hombre de 43 años experimentó luego de defender a su esposa e hija de un asalto en la ciudadela Los Ceibos.

Especificando en repetidas ocasiones y de manera firme que no es un héroe, menos un justiciero o vengador, Alarcón justifica, cada vez que puede, que la acción que motivó la muerte de Rolando Baño fue un reflejo involuntario que tuvo como único objetivo proteger a sus seres queridos.

"Soy un padre que ama a su esposa e hija y por ello quise salvarlas de un disparo. El delincuente tenía apuntada a mi familia".

Luego de estas palabras hace una pausa y respira hondo para contener las lágrimas.

El semblante de este profesional en leyes luce apagado, triste. La habitación en la que concedió la entrevista está a media luz. Crea el marco adecuado para que Alarcón abra su corazón y recuerde los difíciles momentos que pasa desde ese 20 de junio.

Han sido 432 horas totalmente diferentes a las acostumbradas a vivir. No puede trabajar por temor a las represalias y el dinero para mantener a la familia empieza a faltar. Sus padres lo apoyan, pero no es una solución que lo deje satisfecho, menos aún ahora, en que los gastos por los procesos judiciales empiezan a incrementarse.

Ya son dos los fines de semana en que dejó de salir a comer o a hacer mercado junto a su esposa e hija, actividades que para cualquier ciudadano podrían ser rutinarias o hasta molestas. Gastón hoy las extraña. Así como le hacen falta las parrilladas que organizaba en su casa con la familia y amigos.

Paradójicamente mientras habla luce seguro, firme, algo que contrasta con el temor que siente al acercarse a las ventanas o cuando se dispone a salir para cumplir con algún requerimiento del caso que es llevado por la Fiscalía.

Allí, en la calle, es cuando el miedo se hace sentir. Un miedo que afecta también a su esposa e hija, a quienes no ve desde hace algunos soles.

La niña está fuera de la ciudad en un lugar que prefiere ocultar, al cuidado de personas que le dan cariño y de profesionales que la ayudan a superar el mal momento vivido junto a su madre.

Con un sentido suspiro manifiesta que a su pequeña le encanta ir al parque y comer las cajitas felices de McDonalds, "pero ahora está encerrada por seguridad. ¿Cómo se le explica eso a una bebé?".

También está separado de su esposa, María Soledad Iturralde Dillon, con quien tiene contactos telefónicos esporádicos. "Si antes caminábamos con cuidado ahora lo tendremos que hacer rotando la mirada a los cuatros puntos cardinales".

Teme que su teléfono esté intervenido, por ello pasa apagado la mayor parte del tiempo y se ha vuelto amigo de los policías que lo acompañan a cada sitio en el que se encuentra.

Si bien físicamente no está en una cárcel, de forma psicológica permanece encerrado, en una jaula, lo cual hace sombríos hasta a los días más soleados. Días que no sabe cuándo terminarán... La esposa se ratificó en su versión en la fiscalía.

Ayer a las 15:00 acudió a la fiscalía provincial del Guayas, María Soledad Dillon Iturralde, esposa de Gastón Alarcón, para rendir su versión libre y voluntaria sobre la denuncia que presentó días atrás por tentativa de asesinato. La señora llegó de incógnito, con unas gafas y resguardada por policías. Después de una hora de entrevistarse con la fiscal Margarita Neira, no quiso dar declaraciones a la prensa y prefirió que su abogado, Héctor Vizuete, sea quien diga que su defendida se había rectificado en lo que había contado en su denuncia, que todo fue en legítima defensa y que fue uno de los asaltantes, el que estaba en la motocicleta, se interpuso al carro de su esposo, quien iba a socorrerla.

Tres artículos del Código Penal amparan a Gastón

EL TELÉGRAFO*

Instantes en que María Soledad Iturralde relata a la fiscal los acontecimientos suscitados el pasado 27 de junio. Foto: Pilar Vera / El Telégrafo

La fiscal Margarita Neira, de la Unidad Especializada en Personas y Garantías, receptó la tarde de ayer la versión de María Iturralde Dillon, esposa de Gastón Alarcón.

¿Hasta dónde estaría dispuesto a defender a una persona o sus bienes bajo la modalidad de la legítima defensa? Esa pregunta se hacen muchos ciudadanos desde que, el pasado 27 de junio, Gastón Alarcón Obando arrolló con su vehículo a dos presuntos delincuentes que estaban asaltando a su familia en la urbanización Los Ceibos.

Mientras el debate ciudadano continúa, la fiscal Margarita Neira receptó la tarde de ayer la versión de María Iturralde Dillon, esposa de Alarcón. La diligencia tardó una hora y estuvieron presentes todas las partes procesadas.
Neira anunció que fijará otra fecha para receptar la versión de Alarcón, puesto que tiene problemas de fractura en sus costillas.

A criterio de varios juristas consultados, el caso de este ciudadano reposa en tres artículos del actual Código Penal (CP): 19, 20 y 21.

El primero establece, explica la fiscal Luz María Paz y Miño, de la Unidad Especializada en Personas y Garantías, las situaciones en las que se considera la legítima defensa, tomando en cuenta la agresión ilegítima, el medio racional empleado para repeler el abuso y la falta de provocación de la víctima. “Él (Gastón) vio que su familia estaba siendo atacada con un arma... y lo único que tenía a su alcance era su vehículo... (entonces) el actual medio racional que tenía ante la evidente agresión era el carro”, detalló.

El presidente del Quinto Tribunal de Garantías Penales, Gabriel Noboa, considera que la forma en que reaccionó Alarcón se apega a lo establecido en el artículo 20 del CP.

Acto con violencia

Esa norma excusa de pena alguna a quien procediera a defenderse -bajo los parámetros anteriormente establecidos- en casos en que el robo o saqueo sea con violencia. “Hay una defensa porque él actuó en el momento por impulso al ver la agresión que sufría su familia”, detalló.

La presidenta del Segundo Tribunal de Garantías Penales del Guayas, María de Lourdes Jurado, aclaró que en este caso se aplica la defensa de terceros (artículo 21) porque se trata de proteger a su esposa e hija.

El instrumento para defender a su familia, dijo, fue su auto, que fue el medio empleado para actuar. “El asaltante tenía un arma y Alarcón no tenía nada a más de su carro... eso se toma como un medio racional para repeler el ataque”, resaltó.

La investigación en este caso, dirigida por Neira, se realiza sin que se haya dictado ninguna medida cautelar contra Alarcón, con la intención de que tuviese el justo derecho a defenderse. Desde el sábado anterior, el defensor de su familia cuenta con custodia policial.

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