***SNN
Una cámara de vigilancia instalada en una residencia delató a los hombres que supuestamente pertenecían a una organización delictiva y robaban casas en diferentes sectores de Guayaquil.
En enero pasado, a través de un video se conoció cómo actuaban los asaltantes. Sus miembros llegaban a los domicilios a bordo de un vehículo Hyundai Tucson gris y por eso la Policía los denominó como La banda del Tucson.
Los integrantes atracaban viviendas y lo hacían en las mañanas, cuando no estaban sus ocupantes. La mayoría de los robos se registró en el sur, particularmente en el barrio Del Seguro.
Un mes después, el 10 de febrero, la Policía allanó dos viviendas en el sur donde, supuestamente, se almacenaban los objetos robados. En el operativo se detuvo a Johanna G., sospechosa de ser cómplice de los asaltantes.
Además, en un garaje se halló un vehículo de iguales características al que aparece en el video. En las imágenes, captadas por uno de los afectados, se observa a los sospechosos ingresar a una vivienda y sustraerse televisores, electrodomésticos y ropa. Todo, en cuestión de minutos,
La mujer identificó al líder de la organización y dijo que se trataba de Jorge Luis C. Él y su conviviente fueron aprehendidos el pasado 29 de marzo, cuando circulaban en un auto montero blanco.
Con el cotejamiento de las denuncias receptadas en la Fiscalía sobre el Tucson gris, la Policía concluyó que la banda operaba no solo en el robo de viviendas, sino también en el asalto a clientes de agencias bancarias, delito conocido como sacapintas; y en la modalidad de secuestro exprés.
Jorge Luis C., de 28 años, tenía siete detenciones previas por robo a personas.
Él fue excarcelado el 26 de mayo, pero fue nuevamente detenido el pasado 11 de julio. Esto, por ser considerado sospechoso de liderar otra banda de siete miembros, autora del asalto a un banco en el sur de la ciudad.
“Hay bandas que parece que tienen sus espacios definidos en la ciudad, espacios que se respetan entre ellas”, dice un oficial de la Policía. “Por estrategia, no podemos mencionar de qué forma operan, pero tenemos identificados esos sectores”, agrega.
Según el Departamento de Georreferenciación y Análisis Delincuencial de la Policía, en Guayaquil las bandas dedicadas al secuestro exprés actúan más en el centro y el centro-norte de la urbe. De acuerdo con el análisis, el año pasado ese tipo de delito fue alto en las ciudadelas Kennedy, Urdesa, y Urbanor; y muy alto en la avenida 9 de Octubre y el parque Victoria.
“Los delincuentes migran. Por eso aparte del patrullaje normal, tenemos gente de civil, personal de Inteligencia que identifica dónde actúan”, explica el jefe provincial de la Policía del Guayas, Carlos Aguirre.
El oficial asumió el cargo esta semana, como parte de un cambio de las cúpulas provinciales.
En la muerte de los policías Cristian Granizo y Christian Cúñez, entre el 10 y el 13 de enero pasado en el Suburbio de Guayaquil, un informe de la Policía Judicial del Guayas estableció que los sospechosos de las muertes de ambos uniformados actuaban en diferentes modalidades de robo, y cuyas conexiones llegaban hasta la provincia de Esmeraldas.
Granizo fue baleado cerca de su vivienda, cuando intentó reaccionar al robo de su moto. Uno de los asaltantes le disparó por la espalda. Cúñez fue baleado dentro de un vehículo cuando, junto con un compañero, indagaba la muerte de Granizo.
“La banda actuaba en dos grupos, por afinidad, entre cinco y seis personas. Un grupo robaba las motos, aprovechando que sus dueños salían a sus trabajos; el otro, conducía las motos hasta el domicilio (de uno de los sospechosos), desde donde las llevaban hasta Esmeraldas, para su venta por USD 300”, detalló el informe. La Policía identificó a unas 17 personas como integrantes de la banda de roba motos.
Cuatro días después del crimen del policía Cúñez, la Policía detuvo en Esmeraldas a Maicon M., uno de los sospechoso de integrar la banda delictiva y presunto cabecilla de otra dedicada al sicariato. Esta última, según la Policía, usaba las motos robadas para los asesinatos por encargo.
Hasta noviembre del año pasado, en Guayaquil operaban 23 bandas organizadas, de acuerdo con un informe elaborado por la Unidad de Análisis de Información del IV Distrito de la Policía y difundido en enero pasado por diario El Universo.
Según ese documento, las bandas se dedicaban al robo a domicilios, entidades bancarias, automotores (carros y motos), al secuestro exprés y al robo a clientes de banco bajo la modalidad de sacapintas. Parte de esa información se recopiló con base en las denuncias receptadas en la Fiscalía del Guayas y trabajos realizados por Inteligencia.
Uno de los fiscales de la Unidad de Delitos contra la Vida señala que las bandas delictivas interactúan entre ellas cada vez con mayor frecuencia. “Hay una suerte de simbiosis entre ellas: unas se valen de las otras para subsistir, o mejorar sus técnicas delictivas”, menciona el agente fiscal.
Según datos que reposan en la Fiscalía del Guayas, durante el 2010 en esta provincia se registraron 42 269 delitos.
De este dato global, por ejemplo, 11 650 fueron delitos perpetrados contra las personas y 10 230 contra la propiedad.
Desde mayo pasado, en Guayaquil comenzaron a operar los cuerpos élite de la Policía Nacional, como el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y el GIR.
Los robos y homicidios
De las 23 bandas delictivas identificas en Guayaquil hasta el año pasado, 19 operaban en el centro y norte de la ciudad.
Según estadísticas de la Fiscalía del Guayas, de todas las denuncias de delitos contra las personas (asesinatos, robos, asaltos, violaciones...), unas 499 correspondieron a homicidios. En cambio, en el 2009 hubo 490 denuncias por homicidio.
En el 2010 hubo un promedio de 9,6 homicidios semanales en Guayaquil, según datos de la Fiscalía. Del el 2005 al 2010, los homicidios pasaron de 224 a 499.
Datos de la Policía señalan que en Quito existen de dos a tres bandas. Y cada una tiene hasta 70 miembros que están armados. Los agentes dicen que sí los detienen, pero son liberados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario