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EXPRESO*
La economía ha obligado a la mujer a ingresar al sector productivo, primero en calidad de empleada y ahora como dueña.
El "sexo fuerte" en las inversiones son las mujeres, el 55% son dueñas o gerentas de los comercios del país. En este sector existen 269.751 establecimientos, de los cuales 148.569 están al poder del género femenino, según el Censo Económico 2010, del Instituto Nacional de Estadística y Censos del Ecuador (INEC).
Esto responde a una tendencia mundial en la cual Ecuador va a la par y que de alguna manera el expresidente de EE.UU. Benjamín Franklin lo visionó, hace 250 años: "Quien quiera ver prosperar sus negocios, consulte a su mujer". Lo cierto es que más que dar asesoramientos las damas en el siglo XXI están al frente de los negocios con gran éxito.
Un ejemplo local de ello es Elisa Martínez, quien a los 21 años de edad, en el 2003 creó su almacén, taller y marca de zapatos. Ocho años después tiene dos locales en centros comerciales: uno en Las Vitrinas y otro en el Village Plaza, con una venta promedio de 300 calzados por mes.
A Martínez no le sorprende la tendencia. Indicó que la mujer se ha ganado este espacio gracias a su capacidad de hacer varias cosas a la vez y bien, con profundo sentido de responsabilidad.
Las características de esta emprendedora revelan la clave del éxito de todas: Martínez es persistente, amante de la perfección, creativa, flexible, etc.
Estas cualidades se reflejan en los números. Solo en dos provincias los hombres prevalecen, en Orellana hay 857 frente a 842 propietarias o gerentas y en Manabí 9.560 versus 8.669 mujeres.
En el resto del país ellas llevan la delantera. En Guayas los géneros están casi a la par, la diferencia es de 1.461, ellas son 34.513 frente a 33.052 hombres. En Pichincha hay más diferencia, 31.671 mujeres y 23.484 son dueños.
En Azuay es donde más se nota la desigualdad. Los gerentes suman 7.012 y las mujeres que ocupan esa posición 10.300. Para el sociólogo Homero Ramírez esta es una tendencia de este siglo debido a que la economía ha obligado a la mujer a ingresar al sector productivo primero, en calidad de empleada y ahora como dueña. En los 50 eran los hombres los que estaban a la cabeza de los comercios.
Para la analista económica Sonia Zurita son dos razones que impulsan a las emprendedoras las oportunidades y las necesidades. Ella manifestó que por lo general la mujer busca ayudar con el presupuesto del hogar, sin sacrificar a la familia, por esto existen más bazares y tiendas, que por general funcionan en la misma vivienda.
"En lo que sí tiene que mejorar este sector es en que las dueñas de los pequeños locales tengan un sueldo". De esta manera podrán tener utilidades netas, que permitan el crecimiento del negocio.
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