EL TELÉGRAFO*
Omar Jaén Lynch / ojaen@telegrafo.com.ec
Cinco organizaciones políticas “históricas” quieren mantenerse hasta los próximos comicios
ID, PSC, UDC, PRE y PRIAN aspiran resistir hasta 2013 para presentar sus candidatos en las elecciones generales, por lo que han iniciado la recolección de firmas para reinscribirse ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Lejos quedan aquellas épocas de fulgor y poder, de verdaderas “aplanadoras” legislativas que maniataban a las agrupaciones políticas de minoría y de las influencias en las altas esferas... De eso ya no hay mucho y para cinco partidos políticos tradicionales la batalla se concentra en la supervivencia más que en recuperar el vigor de su organización y su influencia en la sociedad ecuatoriana.
La ‘mala hora’ de los partidos tradicionales es palpable desde la caída del gobierno de Jamil Mahuad, el 21 de enero de 2000. El nuevo siglo representó un periodo complejo para las organizaciones políticas que habían manejado el panorama gubernamental -en todos sus estratos-, pero debido a la coyuntura de esos días, el más perjudicado fue la Democracia Popular (DP), rebautizada en 2006 como Unión Demócrata Cristiana (UDC).
UDC: Los “pecados” de Mahuad aún pasan una alta factura.
Once años después, la sombra de Mahuad aún opaca a esta organización política. El feriado bancario, la dolarización y el congelamiento de ahorros son constantemente ligados a la actual dirigencia de la UDC. “Lo que pasó en la presidencia de Jamil Mahuad nos sigue pasando factura”, confiesa la presidenta de esta tienda política, Sandra Alarcón.
La dirigente manabita indica que a un partido que tiene más de 40 años le es imposible desligarse de los errores u omisiones del pasado. Agrega que será misión de los nuevos cuadros enfrentar el reto de reinscribir el partido, un hecho que podría marcar el resurgimiento o el ocaso de la ex Democracia Popular.
El panorama no luce sencillo. Entre las nuevas estipulaciones que tiene el Consejo Nacional Electoral (CNE) para dar la categoría de sujetos político a los partidos está la adhesión de 150 mil firmas de la ciudadanía, que se torna aún más complejo al considerar que del total de firmas, al menos el 40% deberá corresponder a las provincias cuyas poblaciones son menores al 5% del total nacional.
Eso complica aún más las aspiraciones de sobrevivencia de la UDC si se tiene en cuenta que en las elecciones de 2009 alcanzó una sola alcaldía (Naranjito, en Guayas) y no tiene representantes en la Asamblea Nacional. “Sin embargo, tenemos fe en el trabajo de nuestras bases y en el respaldo político que recibe la UDC”, expresa Alarcón.
Entre los permanentes asesores de la UDC están figuras conocidas como el ex ministro Vladimiro Álvarez y el propio ex primer mandatario Osvaldo Hurtado. La agrupación también recibe asesoría política de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), que tiene su sede principal en México y cuyo líder regional es el ex jefe de Estado mexicano Vicente Fox.
La central de la ID en Guayaquil es alquilada en algunas ocasiones para la realización de eventos sociales particulares. Foto: Pilar Vera | El Telégrafo
ID: Gestiones para el regreso de figuras históricas del partido
Su cúspide política la alcanzó en 1988 con la Presidencia de la República de su máximo líder. La Izquierda Democrática (ID) logró que Rodrigo Borja Cevallos asuma la primera magistratura y, mediante alianzas, estructuró una mayoría ‘poderosa’ en el Congreso Nacional.
Con el pasar de los años la ID perdió protagonismo. En la Asamblea Constituyente apenas tuvo 2 representantes. En los comicios de 2009 llegó a ocupar tan solo dos de 124 escaños en el Parlamento. En las instancias seccionales casi ha perdido su presencia, que fue su baluarte hasta el año 2006. De hecho, algunas de sus nuevas figuras, como Gustavo Baroja o Ramiro González, pasaron a las filas del Movimiento Alianza PAIS.
La presidencia de Andrés Páez en el partido, según algunos, marcó la caída vertiginosa de la ID. Se cuestiona su personalismo y manejo arbitrario. Ante esto, el presidente nacional del partido, Dalton Bacigalupo, emprendió gestiones para que figuras históricas de la ID se reafilien o vuelvan para ‘revivir’ a la organización política.
Las gestiones comenzaron con la reafiliación del propio Rodrigo Borja, en marzo de este año, quien luego de 39 años renovó su carné de la ID. Pero más allá del regreso del histórico dirigente, hay otros nombres que están en carpeta para un potencial retorno. Uno de ellos es el del asambleísta, ahora municipalista, Paco Moncayo. Si bien el actual legislador no es afiliado a la ID, llegó a ser diputado nacional, en 1998, impulsado por esta grupo político, al igual cuando asumió por dos periodos la Alcaldía de Quito.
Superado el punto de los regresos, el presidente nacional de la ID explica que para poder conseguir el objetivo de sobrevivir hasta las elecciones de 2013 será “urgente una reestructuración de las directivas nacionales”. Con este comentario, Bacigalupo revela su descontento con el trabajo realizado por los dirigentes de Pichincha, el principal bastión de este partido.
La urgencia por mejorar el trabajo en esa jurisdicción se debe a que dentro de los cálculos de los líderes socialdemócratas está que Pichincha aporte con 70 mil de las 150 mil firmas mínimas que exige el CNE.
PRE: ‘La nueva era’ arrancó con una purga en las cúpulas.
“Tuvimos que separar a dirigentes -entre ellos hermanos de mi padre- que se creían dueños del partido”. De esta manera Abdalá Bucaram Pulley, ‘Dalo’, director nacional del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), recuerda la primera acción que la nueva directiva “tuvo que tomar con entereza” para poder refundar esta agrupación política.
A pesar de que no dio nombres, se conoció que durante la primera convención nacional de ‘la nueva era’ del PRE, realizada en mayo de este año, Bucaram Pulley tuvo una fuerte confrontación con su tío Santiago Bucaram, que quería tomar las riendas del partido.
A partir de la “purga dirigencial” el partido tuvo notorias mejorías. Por ejemplo, obtuvo cuatro escaños en la Asamblea Nacional en comparación a la única curul que obtuvo en la Constituyente, de Montecristi, con el esmeraldeño César Gracia, quien ahora volvió al PRE tras haber ganado la curul por PAIS.
‘Dalo’ considera que se ha mejorado el trabajo provincial. Eso le permitió presentar 250 mil firmas para su reinscripción ante el CNE. A pesar de ello, Bucaram Pulley critica el nuevo reglamento para los sujetos políticos, al considerarlo “regionalista”. Según él, al pedir que el 40% de los afiliados pertenezca a provincias con menos del 5% de la población nacional se está excluyendo jurisdicciones de la Costa como Guayas, Manabí y Los Ríos. “Entonces, los partidos de la Sierra podrán cumplir con más facilidad ese requisito”, sentencia.
Ahora el reto para el PRE es incluir a nuevas figuras en las listas de candidatos para las próximas elecciones. Bucaram Pulley ante la pregunta de que si en esta ‘nueva era’ seguirán dominando los personajes con el apellido Bucaram, recuerda que él tiene ese apellido y que el máximo líder de la organización sigue siendo Abdalá Bucaram Ortiz. “No podemos negar eso, pero de todas maneras estamos ampliando los cuadros de dirigentes”, indicó el legislador.
Prian: El trabajo de las bases del partido no es constante
La llegada del nuevo milenio trajo consigo también el nacimiento del Partido Renovador Institucional Álvaro Noboa (Prian), el cual tuvo que modificar su nombre debido a estipulaciones que prohibían que las organizaciones políticas tuvieran nombres de personas vivas en sus denominaciones. Pero esa primera medida -la de incluir el nombre de Álvaro Noboa- fue una clara señal de cuál sería la misión del Prian: que el empresario bananero se posesionara en el escenario político nacional a toda costa y, sobre todo, que arribara a Carondelet en un futuro próximo.
Pero tres elecciones liderando el Prian (2002, 2006 y 2009) y otra anterior auspiciado por el PRE (1998) mostraron a Álvaro Noboa que su estrategia de campaña tenía falencias que no le permitían sobrepasar esa barrera llamada segunda vuelta electoral.
Un dirigente de base del Guayas, que prefiere omitir su nombre, comenta que al interior del movimiento no existe una actividad constante que permita mantener una cohesión entre sus dirigentes.
Esa opinión encuentra una base en lo expresado por el presidente nacional del Prian, Vicente Taiano, quien afirma que la organización “reactiva” cada cierto tiempo su capital político. Por ejemplo, esa base de afiliados, que según Taiano se aproxima a los dos millones de personas, será convocada en los próximos tres meses para el proceso de reinscripción ante el CNE.
La falta de actividad de la dirigencia en épocas no electorales es notoria en Guayaquil. En las calles Esmeraldas y Manuel Galecio se ubica una de las centrales más grandes del Prian. Una valla con la fotografía de su líder, sonriente y saludando, permite que la edificación sea divisada con cuadras de antelación.
En su interior lo último que se ve es accionar político. Al contrario, la mayoría del tiempo suele estar abandonada o, en el mejor de los casos, ocupada por comerciantes informales que trabajan en los alrededores y que utilizan el local para almacenar los productos que expenden en los semáforos. “Esa es la realidad. Solo trabajamos en tiempo de elecciones y así es difícil consolidar un partido”, dice un dirigente de base.
PSC: Sin timonel tras la muerte de LFC y la salida de Jaime Nebot
El tramo final de la década anterior produjo dos severos golpes al Partido Social Cristiano (PSC): el fallecimiento de su líder histórico, León Febres Cordero y la separación de su otro caudillo, Jaime Nebot, que se alejó del partido para conformar Madera de Guerrero.
Pero la ‘mala hora’ del PSC no empezó con estos dos hechos. Desde inicios del siglo XXI se evidenció el distanciamiento entre Nebot y Febres Cordero, que llevó, en consecuencia, a la división de los mandos medios del PSC. Por ello las candidaturas presidenciales de Xavier Neira, en 2002, y de Cinthya Viteri, en 2006, obtuvieron bajas votaciones.
Las pocas figuras visibles del PSC, como Pascual del Cioppo, presidente del partido, y Alfonso Harb, dirigente allegado a LFC, buscaron una reorganización de las bases. Para eso apuestan a jóvenes universitarios que refuerzan las “juventudes social cristianas”. Serán estas nuevas figuras las encargadas de recolectar las firmas para la reinscripción del PSC.
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