miércoles, 2 de mayo de 2012

Embajada de EE. UU. Espíaba a procurador

***SNN


De la lectura de los cables se desprende que para EE.UU. José María Borja se hizo de un gran poder, al punto de   incidir en algunos sectores estratégicos de la economía. Foto: Archivo


De la lectura de los cables se desprende que para EE.UU. José María Borja se hizo de un gran poder, al punto de incidir en algunos sectores estratégicos de la economía. Foto: Archivo
 
 
El entonces “abogado del Estado” fue considerado un hombre con ambiciones al que tuvieron que llamar para saber a qué “intereses respondía”. Al final: ¿cedió?

El ex procurador José María Borja, un personaje que fue objeto del mayor y mejor “espionaje” El protagonismo del procurador José María Borja y su aparente popularidad lo llevaron a considerar una posible candidatura electoral.

 
 
Sin embargo, en el camino encontró oposición, sobre todo en los círculos políticos, empresariales y del gobierno alineados alrededor de los intereses de los EE.UU., abanderados de la defensa de la seguridad jurídica, la necesidad de firmar los tratados bilaterales como el TLC y ATPDEA, y el apoyo económico de organismos internacionales.
Borja decide tomar contacto con la Embajada y así lo reporta en un cable del 28 de septiembre del 2004 (QUITO 2613) titulado “Marea baja para OXY, pero falta mucho por recorrer”, en alusión a que las cosas serían favorables para la empresa, pero en el largo plazo.


“El Procurador sigue enviando mensajes contradictorios, al parecer busca una solución negociada en privado, mientras hace declaraciones incendiarias (…) Uno de los abogados de la oficina de Borja dijo que sus declaraciones, al igual que su llamado a revisar el Convenio Bilateral, habían sido mal interpretados y que le gustaría tener la oportunidad de explicarse en una reunión privada con la embajadora.


La embajadora ha dejado en claro que no habrá reunión con Borja hasta que no cambie su postura pública”.


Frente a eso, Borja retrocede.

Hay una reunión el 27 de septiembre de 2004 con Jerry Ellis, gerente de OXY, y “acuerdan conformar una comisión para revisar el tema”. Al mismo tiempo la embajadora informa sobre otras gestiones: “El Director Comercial de Petroecuador se reunió con la Embajada y el representante de OXY.


El funcionario se comprometió a revisar los alegatos de la empresa y actuar sin discriminación en contra de uno u otro lado (…) Se continuarán gestiones con el ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Yépez, quien ofrece una oferta en las próximas dos semanas (…) Vamos a seguir alentando a los ministros Yépez y Baca para que comprometan a Borja a asegurar una resolución justa y racional al problema que en gran medida ha creado”.


Entonces la Embajada define un plan para incidir en los medios: “OXY está enviando a sus representantes de relaciones públicas de Los Ángeles con los mensajes para mantener el impulso positivo en la prensa y con los líderes de opinión locales.


En los últimos días varios medios de comunicación han publicado reportajes sobre los riesgos de la “persecución” con entrevistas a líderes de las cámaras, representantes de empresas (…) El ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Yépez, advirtió públicamente que Ecuador se arriesga a perder el apoyo del gobierno de Estados Unidos en sus esfuerzos para obtener financiamiento de los bancos multilaterales de desarrollo si no actúa con justicia en el caso OXY”.

El 13 de abril del 2005, días antes de la caída del ex presidente Gutiérrez, la embajadora reporta con satisfacción, en el cable 05QUITO798, los avances alcanzados para resolver el tema OXY y comenta: “El presidente y gerente general Jerry Ellis dijo que OXY ha dado generosos ofrecimientos para los funcionarios de Gobierno (…) Vamos a seguir presionando para el diálogo y la acción.


 OXY ha demostrado la buena fe en la provisión de ofertas sólidas para los funcionarios (…) Somos cautelosos acerca de la idea de buscar la aprobación del Congreso (…) Borja también nos ha dicho que con su concurso también podrá obtener la aprobación del Congreso”.

Las presiones de la Embajada se tomaron una larga pausa a propósito de la estrepitosa caída de Gutiérrez. La embajadora Kristie Kenny, sin duda, fue exitosa en su gestión logrando que las negociaciones se extiendan, reviviendo de manera constante el fantasma del TLC y el ATPDEA hasta lograr una salida favorable para la empresa, que no pudo cuajar, dejando la tarea a su sucesora Linda Jewell, quien siguió la misma línea de presión.


“Delirios de grandeza y ambición desmedida del Procurador”

De la lectura de los cables se desprende que para EE.UU. José María Borja se hizo de un gran poder, al punto de incidir en algunos sectores estratégicos de la economía, hacer promesas para resolver el conflicto con la OXY e incluso con Chevron, que en la óptica estadounidense le permitieron gozar de una falsa fama de firmeza y honestidad.
Este es, quizás, uno de los más extensos cables que la Embajada remite a sus autoridades. Es claro que se encontraron con alguien que jugaba con sus propias reglas.


La estrategia de la embajadora Linda Jewell fue sumar para ganar. Y en esa medida empezó a trabajar para acercar al Procurador, por pedido del gobierno de Alfredo Palacio. Un cable del 10 de noviembre del 2005 se refiere a la reunión entre OXY, la Embajada y el procurador José María Borja: “La participación del Procurador no es bienvenida, pero es inevitable.


El hecho de que el gobierno del Ecuador piensa que es hora de traer a Borja a las negociaciones podría ser interpretado como un progreso. Sin embargo, no se puede confiar en Borja y su participación va a complicar las cosas.”


Para consolidar los acercamientos con el Procurador se desarrollaron previamente varias reuniones, calificadas por la Embajadora de SECRETAS, con el presidente de Petroecuador, Luis Román, y el embajador en las Naciones Unidas, Diego Cordovez.


El nombramiento de ambos funcionarios era visto por la Embajada como “cambios refrescantes” porque ambos conocían del sector.


En el cable no se mencionan los acuerdos logrados en las reuniones secretas.


Finalmente, el 7 de noviembre del 2005 la reunión se produce entre el Consejero y Director Comercial de la Embajada y el procurador José María Borja, y se resume en los siguientes puntos:


1. “Ofreció sus esfuerzos para insertarse en cualquier área donde exista vacío del Gobierno. Ya estaba a cargo de dos compañías telefónicas estatales dijo (…) Al día siguiente, los periódicos informaron de los cambios en los directores de ambas, Pacifictel y Andinatel”.


2. “Borja habló de su intención de insertarse en el sector eléctrico y oímos a través de otras fuentes que había tratado de negociar un acuerdo de gas con Venezuela”.


3. Borja ofreció una “resolución” para la multimillonaria Chevron, así como de otros procesos legales en contra de los EE.UU. En el caso de Chevron, “sólo tiene que colocar $ 500 millones en un fondo fiduciario para la remediación del medio ambiente y el gobierno ecuatoriano pondría la misma cantidad”.


4. Aprovechando la arrogancia de Borja, el Consejero pidió al Procurador aclare de la posible venta de los activos ecuatorianos de la petrolera canadiense Encana a un consorcio chino. “Borja le dijo sonriendo que los chinos los habían visto para hablar de esa materia (…) y que les dijo que acababan de comprar un billete de lotería” (no se aclara en el cable en qué términos negoció con el consorcio chino ni se explica el comentario).


5. “Al parecer está encantado de que ahora nosotros pidamos su participación en la discusiones de OXY y se apresuró a ofrecer sus puntos de vista sobre cómo negociar con el Gobierno (…) en primer lugar, la participación de los ingresos tendría que ser cambiada.


Incorrectamente OXY recibió el 72% de los ingresos del petróleo y el gobierno el 38% (…) Ahora debe ser 60/40, a favor de OXY y debe ser retroactiva al año 2000, cuando la transacción del Bloque 15 a Encana comenzó (…) En segundo lugar, OXY tendría que aceptar la declaración de caducidad, pero no debemos preocuparnos, dijo porque inmediatamente después de la declaración de caducidad el gobierno ecuatoriano podría anunciar el nuevo contrato negociado con OXY.


6. Otra brillante idea de Borja era que el presidente de OXY, en los Estados Unidos, venga a Quito a sentarse con Borja y el presidente Palacio, y entre los tres negocien una solución, incluyendo los términos del nuevo contrato.


7. La noche del mismo 7 de noviembre Borja llamó al Consejero para discutir un nuevo procedimiento ordenado por el presidente Palacio, su Ministro de Energía y el presidente de Petroecuador (…) Se conformará una comisión y él pondrá uno de los nombres, Pedro Freile… Los otros miembros de la comisión serían un representante de la Secretaría de Energía, Petroecuador y del SRI.


La comisión, de acuerdo con Borja, se supone que debe llegar a una contraoferta para el domingo 13 de noviembre para presentar a la OXY (quien dijo también debería nombrar una comisión, pero no explicó por qué). Las dos “comisiones” entonces estarían de acuerdo en la resolución final (…) Según Borja, todo el proceso debe tomar solamente 45 días.


8. “Con la deshonestidad de Borja y delirios de grandeza, y una falta de voluntad del gobierno ecuatoriano de llegar a una solución negociada en el futuro cercano no está en absoluto asegurado”.


Finalmente las negociaciones entre OXY y el gobierno con los “buenos oficios” de la Procuraduría no dieron los resultados esperados por la Embajada. Había entrado en juego un elemento externo y eran la serie de movilizaciones de distintos grupos sociales exigiendo la caducidad del contrato con OXY, el pedido de destitución del gobierno de Palacio y el rechazo a la firma del TLC.


Palacio se siente acorralado y ante un inminente juicio político decide ordenar la caducidad del contrato el 15 de mayo de 2006. Petroecuador asume la operación del campo dos días después. Ante la decisión del Gobierno, la Embajada decide incorporar un nuevo ingrediente de presión.


Surge la controversia sobre el contrato con Machala Power, proveedora de energía eléctrica. El 22 de mayo de 2006 (06QUITO1249), la Embajada informa sobre la reunión con el entonces ministro Fernando Carrión, “después de escuchar a la embajadora de las posibles consecuencias de la decisión de OXY, Carrión preguntó si el gobierno de EE.UU. también planea revisar los proyectos de la OPIC y votar en contra de los proyectos ecuatorianos con instituciones financieras internacionales y poner fin a los beneficios del ATPDEA antes de que expiraran en el mes de diciembre.


La embajadora le respondió que no tenía instrucciones sobre el tema, pero instó a la rápida resolución de la reclamación de indemnización para OXY y otras disputas comerciales pendientes, como el caso Machala Power. La Embajada culmina el cable indicando que espera que Carrión “transmita finalmente la esencia de la reacción del gobierno de EE.UU. al presidente Palacio”.


Agrega: “Tenemos la esperanza de que el gobierno ecuatoriano empiece a asimilar los potenciales costos”. (We expect Carrion to faithfully convey the substance of the USG reaction to President Palacio. We are hopeful that the potential costs to the GOE are beginning to sink in).


Si bien Palacio obligado por las presiones de los movimientos sociales y de partidos como el PSC e ID, que amenazaban con un juicio político, su interés por no afectar los intereses norteamericanos ahora se concentran en el arbitraje internacional.


El 23 de junio del 2006 el cable 06QUITO1547 da cuenta de la reunión de Jewell con el presidente Palacio, llevada a efecto el 21 de junio: “Palacio parecía nervioso, pero ansioso por volver a establecer el diálogo”. Agrega que la embajadora “destacó la importancia de la cooperación del gobierno ecuatoriano en el proceso de arbitraje de OXY”.


Palacio habría afirmado: “Esperamos que se aproveche el diálogo para guiar las decisiones que afectan a los intereses de ambos gobiernos (…) Se le preguntó si el Gobierno estaba dispuesto a ‘cooperar plenamente’ con el proceso de arbitraje internacional en el caso OXY. Después de una larga pausa, Palacio “dijo finalmente que sí”.


Palacio informó que se había iniciado el proceso de selección de un árbitro y solicitó a la embajadora mantener esa información entre ellos, por el momento”.


El cable reporta a Washington que la reunión se mantuvo por alrededor de 50 minutos en la oficina del presidente, que la prensa observó la presencia de la embajadora, que se prohibió el ingreso a fotógrafos a la reunión y que el gobierno no ha comentado públicamente los resultados de la misma. Agrega que la funcionaria pidió a Palacio conocer las intenciones de su gobierno respecto al caso: “Este asunto debe ser resuelto para poner fin al actual proceso de arbitraje internacional y evitar así gastos adicionales”.


La empresa Machala Power exigía se cancele una deuda de 43 millones por la entrega de producción termoeléctrica. La deuda correspondía al año 2003. Sin embargo, con el paso del tiempo, entre intereses y gastos legales ya sumaba 666 millones para el 2006. Esta demanda era, en ese entonces, el caballo de batalla de la embajadora Jewell y la nueva carta para presionar al gobierno de Palacio.


Jewell concluye el comunicado diciendo: “El compromiso directo con Palacio sigue siendo importante para promover los intereses del gobierno de los EE.UU. aquí. Al volver a iniciar el diálogo, después de una pausa significativa, esperamos aprovechar al máximo nuestra capacidad para guiar al gobierno hacia la resolución de las controversias pendientes y evitar nuevas”.


“Direct engagement with Palacio remains important to advance USG interests here. By re-initiating dialogue after a significant lull, we hope to maximize our ability to help guide the GOE toward resolution of outstanding disputes, and prevent new disputes from arisin”.
EE.UU.,


Gutiérrez, Palacio y las Cámaras de la Producción estaban interesados en evitar cualquier sanción en contra de la empresa Occidental Petroleum y en ignorar las reiteradas faltas cometidas por la transnacional. La presión social aparentemente obligó a Palacio a declarar la caducidad, sin embargo, no es menos cierto que su temor a un juicio político fue la razón de fondo.





Fuente: EL TELÉGRAFO*


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