Los entendidos recomiendan a quienes festejen la Navidad que si van a probar varios alimentos lo hagan pero en pequeñas porciones
a las personas que no combinen la carne de cerdo y el chocolate
Varios médicos nutricionistas sugieren en grandes cantidades, no ingerir más de dos copas de licor y bailar para quemar calorías.
La cena navideña ecuatoriana, según observaciones de varios nutricionistas consultados, se caracteriza principalmente porque está compuesta de carbohidratos y grasas que al momento de combinarlos tienen un impacto negativo en la salud que, incluso, puede desarrollar una pancreatitis.
La nutricionista y académica Silvia Alejandro señala como un peligro consumir al mismo tiempo, y en grandes porciones, una entrada de fideos con mayonesa, pollo, pavo, chancho y relleno, con menudencia de las aves, chocolate y el vino. “Quien ingirió eso seguramente tendrá al final una indigestión”, asegura.
La recomendación, añade, es que la gente modere la cantidad de lo que consumirá. Hay que buscar el equilibrio. El arroz navideño, por ejemplo, que suele tener crema de leche, alta en grasas saturadas, provoca mayor estrés a nivel renal y hepático y digestivo. “Si le ofrecen arroz y relleno, no coma las dos cosas, una es suficiente. Porciones pequeñas son aconsejables si desean probar ambas”.
La mezcla de alcohol y comida puede resultar fatal. Una copa de vino tinto, que es mejor que el blanco. “Una onza está bien”, indica.
Para las cenas que tienen como elemento central al cerdo hay también sugerencias. Alejandro explica que el chancho, el mote, el arroz y la salsa grasosa es una mala idea ponerla en un mismo menú. “Se puede comer el chancho y escoger entre mote o arroz”.
Según la especialista, la cena ideal, en términos nutricionales, debe de incluir una ensalada con lechuga, aceituna y choclos dulces (vitaminas y minerales). Aquello se lo puede acompañar del pollo, pavo o pernil y papas horneadas. “Una pequeña taza de chocolate y una porción moderada de pan de pascua sirven de postre”.
La nutricionista Narcisa Zambrano maneja una filosofía que consiste en creer que en la cena de Navidad lo más saludable que se puede comer es el pavo, pero sin piel.
El relleno con frutas secas, que son ricas en calorías, hay que consumirlo con medida, sobre todo las personas con presión arterial alta.
“Comer relleno y arroz en grandes o medianas cantidades es contraproducente. Lo que se necesita ingerir son media taza de relleno y media de arroz, con 4 ó 6 onzas de pavo, para mujer y hombres, respectivamente”, manifiesta.
La comida de la Nochebuena, recomienda la médica, hay que comerla con vegetales verdes, frescos, como espárragos, vainitas, entre otros. Esto, dice, se lo puede acompañar con una copa de vino o de champaña. “Hasta dos tragos produce vasodilatación y baja la presión arterial. Más de dos, la sube”.
En el caso del postre, acota la nutricionista, es bueno consumirlo pero en porciones que no excedan el tamaño de una pequeña galleta cuadrada. “Es difícil pedirle a la gente que no coma dulces en esta fecha”, opina.
La experta recuerda que en Estados Unidos -como ocurre a veces en Ecuador- la mayor cantidad de casos de indigestión es producida por la excesiva cantidad de comida que se ingiere en diciembre. “Si come toda la cena, chocolate y postre, puede sufrir una pancreatitis”, asegura.
En cambio, si va a consumir cerveza, Zambrano expresa que está bien tomar una que sea de 60 mililitros, pero hay que hidratarse con agua. “La persona que está en régimen de dieta debe tratar de no comer ensaladas que contengan mayonesa”, expresa.
Y al terminar de comer es saludable tomar una agua aromática caliente. “Y si van a bailar es perfecto porque así se bajan calorías”.
Las nutricionistas coinciden en sugerir a las personas que deben evitar comer y beber en cada visita que realizan a las viviendas de los familiares y amigos en estas fechas, pues comer en exceso es un riesgo para la salud.
Fuente: EL TELÉGRAFO*
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