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Operativo en Manabí. En esta vivienda fueron detenidos varios integrantes de Los Choneros tras un operativo policial. Uno de ellos falleció. Archivo / EL COMERCIO
El temor de los vecinos de El Empalme (norte del Guayas) era evidente cada vez que se mencionaba a la banda que fue desarticulada la madrugada del martes.
Eso y la peligrosidad de la organización obligaron a que 500 agentes de las unidades de élite intervinieran en el operativo, mientras los sospechosos dormían en sus casas, según la Policía. El objetivo era ubicar los puntos de entrada y salida de la zona para evitar que escaparan.
“A veces se enteraban de los operativos que iban a realizar las autoridades y lograban huir”, manifestó un uniformado de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO). “La ubicación geográfica de El Empalme es un punto de conexión entre Guayaquil, Quevedo o Santo Domingo de los Tsáchilas por vía terrestre. Desde allí pueden escapar cuando la Policía monta operativos o les servía de punto de encuentro para planificar los golpes delictivos ”, indicó el policía.
Inteligencia policial determinó que, desde El Empalme, los líderes de la organización desarticulada el martes coordinaban los asesinatos bajo recompensa y operaban en provincias como Guayas, Los Ríos, Santo Domingo de los Tsáchilas y parte de Manabí. Además, reveló que se dedicaban a una nueva actividad delictiva: el cobro de recompensas por automotores robados.
“Pedían dinero a personas cuyos automóviles fueron sustraídos. Luego, tras pagar lo que pedían, los vehículos aparecían en terrenos baldíos o en poblados alejados del cantón. En otros casos, los desconocidos utilizaban los autos para hechos delictivos”, cuenta un uniformado.
Empresarios y comerciantes también figuraron en su lista de víctimas. Les ofrecían “respetar su vida y la de su familia”, a cambio de fuertes cantidades de dinero.
Además los utilizaban para los cobros de las recompensas por los vehículos que eran sustraídos. Durante el operativo del martes, se allanó una vivienda en la que se encontraron partes de vehículos. Los uniformados investigan si es que las piezas eran robadas.
Los integrantes de la banda vivían en varios sectores estratégicos de ese cantón. Los vecinos conocían de las actividades delincuenciales pero no los denunciaban por temor. Incluso dicen que era común observar a los detenidos caminando por las calles armados y en motocicletas. Los pobladores pidieron a las autoridades que se juzgue a los sospechosos con el mayor rigor de la Ley, porque si son liberados podrían tomar represalias en contra de las personas que supuestamente dieron información a la Policía para dar con la banda. Demandaron que se refuerce la seguridad.
El ministro del Interior, José Serrano, indicó que tres organizaciones delictivas que supuestamente operaban en El Empalme fueron detenidas este año. De ellas, una que presuntamente se dedicaba al acopio de armamento de fuego, municiones y pertrechos fue aprehendida en agosto.
Los agentes que participaron en el operativo señalaron que esta operaba en El Empalme y en sectores adyacentes al cantón Quevedo (Los Ríos). “En la casa de una mujer, de 61 años, ubicada en una ciudadela de ese cantón, se guardaba supuestamente el material ilícito”, precisó un policía.
Investigaciones sobre este hecho determinaron la participación de la organización delictiva en varios hechos delictivos que se cometían en El Empalme.
En la operación policial, cuatro personas fueron detenidas. Los uniformados presentaron evidencias: una subametralladora de 9 mm., dos pistolas, cinco revólveres y más de 100 municiones y cartuchos de varios calibres. A eso se suma una alimentadora, una bayoneta, un chaleco antibalas y varios teléfonos celulares.
Las autoridades no se refirieron a la tercera banda que fue desar-ticulada en El Empalme, pero admitieron que la provincia de Los Ríos es utilizada para el acopio de armas. A inicios de agosto, en una hacienda ubicada en el recinto Los Quemados (Los Ríos), la Policía halló armamento: dos carabinas, dos cartucheras y 368 cartuchos. Los agentes presumen que ese material iba a ser utilizado por grupos delincuenciales.
El ministro Serrano indicó que 717 bandas delictivas fueron desarmadas con 2 481 detenidos en este año. Agregó que la banda conocida como Los Choneros, considerada como una de las más poderosas de Manabí, fue desmantelada casi por completo tras la captura de sus líderes.
En la Policía se conoce que El Empalme se encuentra en una zona marcada por la influencia del narcotráfico y la violencia que este genera. Las investigaciones han reportado que los narcotraficantes ejercen su poder en un vértice territorial que se forma desde Santo Domingo hacia La Concordia, La Bocana del Búa y El Carmen. Incluso se logró determinar que los ríos y sus afluentes son utilizados para transportar los alcaloides por vía fluvial.
Los servicios de Inteligencia detectaron que la red para llevar droga vía fluvial a México, Estados Unidos, Europa o Asia se teje desde Santo Domingo de los Tsáchilas. Desde allí, las mafias tienen corredores fluviales hasta Esmeraldas y Manabí, para salir al mar.
Un sector estratégico para el paso de la droga a los puertos es La Bocana del Búa, un pequeño pueblo enclavado entre tres jurisdicciones: Esmeraldas, Manabí y Santo Domingo. Al filo de sus calles, llenas de piedras, se levantan casas de madera donde viven los agricultores. La Policía dice que esa zona es usada por los extranjeros que venden droga y que recorren la región para llevar productos ilícitos hasta El Carmen (Manabí) y La Concordia (entre Santo Domingo y Esmeraldas).
Otros operativos
La Policía presentó ayer a una persona que supuestamente se dedicaba a comercializar armas de fuego a miembros de bandas delictivas que operan en asaltos a bancos y locales comerciales de la capital.
Tras la audiencia de formulación de cargos, el Juez dictó medidas sustitutivas para el sospechoso, quien deberá presentarse cada ocho días ante el Ministerio Público.
En la Magdalena (sur de Quito), la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado (ULCO) detuvo la noche del jueves a cuatro personas en la operación denominada Polvorín Navideño.
En esta, la Policía decomisó material explosivo como dinamita y mechas. La Policía determinó en las investigaciones que ese material tenía como destino grupos irregulares de Colombia.
Fuente: EL COMERCIO*
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