Líder de la Revolución Alfarista |
La oligarquía y sus aliados, en su decisión de no perder sus privilegios y vida fácil, emplearán en el año de las definiciones todo su poder económico, artimañas, sabotaje y la violencia para frenar el avance de los cambios sociales que preconiza el régimen de la Revolución Ciudadana.
Correa Líder de la Revolución Ciudadana |
Ya veremos a la Iglesia católica alentando a los posibles candidatos de la derecha en el período electoral, en lugar de asumir su rol, predicar la doctrina de Cristo. En la contienda del Sí y el No, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana decidió intervenir en la campaña por el No y, tras la derrota, los curas se escondieron para ocultar su vergüenza. Ahora preparan los púlpitos para pedir a los creyentes sufraguen por los seleccionados candidatos de sus preferencias.
Como los asambleístas alineados en la oposición carecen de apoyo popular, emprenden ajetreos, simulan ser oradores fogosos, fingen ser redentores, contratan a periodistas para su promoción en los medios particulares. Defienden sus escaños para asegurar su modo de vivir de la política.
El “periodismo independiente” mantiene su ubicación, apoyo irrestricto a la derecha política, mediante abierta campaña de desprestigio contra el régimen del cambio histórico en la administración del Estado. Los diarios y canales de televisión seguirán distorsionando los hechos para fastidiar al Gobierno en plena lid electoral y los articulistas dóciles permanecerán atentos al desarrollo de los sucesos para el análisis antojadizo.
Entramos en la encrucijada de la historia. La derecha, la seudoizquierda, los traidores y resentidos, con el respaldo de la oligarquía, se atan al pasado y se oponen al nuevo orden socioeconómico. Es urgente que los dirigentes de Alianza PAIS amplíen las organizaciones populares, campesinos, trabajadores y estudiantes para defender la continuidad de un proceso de cambio hacia la construcción de una nueva sociedad, justa, libre de explotación, donde impere un ambiente de paz y se practique la solidaridad humana.
Como la derecha reaccionaria u oposición dispersa pierde espacio, la prensa privada, el monopolio de la opinión pública, se alista en otros ensayos golpistas y de conspiración contra el orden constituido. La oligarquía y sus aliados, en su decisión de no perder sus privilegios y vida fácil, emplearán en el año de las definiciones todo su poder económico, artimañas, sabotaje y la violencia para frenar el avance de los cambios sociales que preconiza el régimen de la Revolución Ciudadana.
Como la oposición no puede competir frente a la gigantesca obra que desarrolla el Socialismo siglo XXI con el liderazgo de Rafael Correa, no descarta la formación de grupos belicosos y armados con el asesoramiento de asambleístas iracundos y el apoyo de la “prensa independiente”.
Ya veremos a la Iglesia católica alentando a los posibles candidatos de la derecha en el período electoral, en lugar de asumir su rol, predicar la doctrina de Cristo. En la contienda del Sí y el No, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana decidió intervenir en la campaña por el No y, tras la derrota, los curas se escondieron para ocultar su vergüenza. Ahora preparan los púlpitos para pedir a los creyentes sufraguen por los seleccionados candidatos de sus preferencias.
Como los asambleístas alineados en la oposición carecen de apoyo popular, emprenden ajetreos, simulan ser oradores fogosos, fingen ser redentores, contratan a periodistas para su promoción en los medios particulares. Defienden sus escaños para asegurar su modo de vivir de la política.
El “periodismo independiente” mantiene su ubicación, apoyo irrestricto a la derecha política, mediante abierta campaña de desprestigio contra el régimen del cambio histórico en la administración del Estado. Los diarios y canales de televisión seguirán distorsionando los hechos para fastidiar al Gobierno en plena lid electoral y los articulistas dóciles permanecerán atentos al desarrollo de los sucesos para el análisis antojadizo.
Entramos en la encrucijada de la historia. La derecha, la seudoizquierda, los traidores y resentidos, con el respaldo de la oligarquía, se atan al pasado y se oponen al nuevo orden socioeconómico. Es urgente que los dirigentes de Alianza PAIS amplíen las organizaciones populares, campesinos, trabajadores y estudiantes para defender la continuidad de un proceso de cambio hacia la construcción de una nueva sociedad, justa, libre de explotación, donde impere un ambiente de paz y se practique la solidaridad humana.
Por: Osmaldo Ávila Figueroa
Fuente: EL TELÉGRAFO*
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