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En el ahora Centro Cívico Ciudad Alfaro, donde sesionó la Asamblea Constituyente, se muestra una réplica del ferrocarril de Eloy Alfaro y se evoca la forma de los machetes de los montoneros.
Otras agrupaciones políticas, como el Partido Liberal o el Frente Radical, han difundido la imagen de Eloy Alfaro durante años.
Eloy Alfaro. Un nombre evocado y utilizado en el último siglo por diversos actores: personajes y organizaciones políticas, candidatos a la Presidencia y hasta grupos armados. Un nombre con el que también se han bautizado calles, plazas, centros de convenciones, un cantón, cinco parroquias urbanas y una rural.
Aunque Rafael Correa no es el primer político que recurre a la figura de Alfaro, sí es el primer presidente en funciones, al menos desde el retorno a la democracia, en 1979, que apela constantemente a él y se compara.
Las fórmulas Alfaro-Correa y Revolución Liberal-ciudadana se desprenden de los discursos del presidente, que suele comparar los procesos. “Que a nadie le quepa duda: nuestro gobierno será bolivariano y alfarista”, dijo en la posesión de su primer mandato, en enero del 2007.
Luego escogió a Montecristi, donde nació Alfaro, como sede de la Asamblea Constituyente que redactó la Carta Política que, asimismo, fue comparada por este régimen con la que elaboró el líder liberal en 1906.
En el cerro Montecristi se levantó Ciudad Alfaro, un complejo en cuyo mausoleo reposan parte de sus restos, trasladados desde Guayaquil. Fue el 30 de noviembre del 2007. “Hoy, como ayer, hemos sido víctimas de calumnias e improperios. Hoy, como ayer, el país cuenta con un presidente que no es testigo impasible de atracos... Decimos esto con la mayor humildad, sin analogías desatinadas, pero tenemos la certeza que el camino emprendido por la revolución ciudadana es un camino de reivindicación de la huella del general Alfaro”, afirmó Correa.
El 5 de junio del 2009, 114 años después de la Revolución Liberal, Correa llamó a realizar la segunda y definitiva independencia, recordando el legado de Alfaro. Y el pasado 25 de marzo, una tataranieta del líder liberal le dio una espada de Alfaro.
En ese acto dijo que para él “es un honor” que la revolución ciudadana comparta los mismos enemigos que la alfarista.
Mediante decreto, el 2 de agosto pasado, Correa creó la Comisión Interinstitucional Centenario de la Hoguera Bárbara, a cargo del Ministerio Coordinador de Patrimonio, para conmemorar el primer siglo de la muerte de Eloy Alfaro.
La Comisión está integrada por los ministros coordinador de Patrimonio, coordinador de la Política, de Cultura, de Educación, de Defensa, la Secretaría de Pueblos, la Corporación Ciudad Alfaro y Ferrocarriles. Se realizarán unos 150 actos para recordar a Alfaro este año.
Para la asambleísta Betty Amores, exconstituyente de PAIS, los principios por los que luchó PAIS estaban vinculados a un proceso de profunda transformación, como la Revolución Liberal. Ahora, sin embargo, cree que se usan políticamente íconos y consignas con el fin de aparentar una transformación revolucionaria o de izquierda.
Ivette Celi, subsecretaria de Patrimonio, asegura que se busca develar información para recuperar la memoria histórica y refuta que desde el Gobierno se esté usando un enfoque afín a la revolución ciudadana. “Se trata de conmemorar la muerte de quien ha sido catalogado el mejor ciudadano de todos los tiempos y el referente político-histórico más fuerte del país”, dice.
Desde fines del 2010 y todo el 2011 se preparó una agenda de 150 eventos que será ejecutada este año. Se incluye la presentación de libros e incluso una teleserie. El presupuesto que ha gastado el Ministerio de Cultura para las actividades hasta el 28 de enero es de unos $ 500 mil.
En el pasado, objetos del padre del liberalismo radical en el país, como su espada, han sido utilizados como símbolos de lucha. Uno de estos actores fue la organización armada Alfaro Vive Carajo (AVC), que en septiembre de 1983 anunció su existencia desde la clandestinidad.
Este grupo, autocalificado izquierdista revolucionario, robó del Museo Municipal de Guayaquil las espadas de Eloy Alfaro y Pedro José Montero, ese año. Una exintegrante de AVC, Mireya Cárdenas, asumió la Secretaría de Pueblos en noviembre.
En el 2005, el líder del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (Prian), Álvaro Noboa, candidato a la presidencia en cuatro ocasiones, llamó “montoneros” a los grupos de jóvenes de su partido. Debió disculparse por compararlos con los campesinos que se armaron para defender la Revolución Liberal.
Según el texto Resumen de la Historia del Ecuador, de Enrique Ayala Mora, el Partido Liberal, hoy extinto, se registró como tal, por primera vez, en 1947. Se reinscribió en 1967, con la vigencia de una nueva Constitución; y en 1978, con la expedición de la Ley de Partidos Políticos. Sin embargo, a lo largo de su vida política, el grupo sufrió sucesivas divisiones entre la dirigencia, causadas generalmente por candidaturas, respaldos a políticos de otras tendencias o desacuerdos de orden ideológico.
De esas escisiones se formaron grupos como la Izquierda Democrática o el Partido Demócrata. Otra de esas deserciones fue la de Abdón Calderón Muñoz, que fundó el Frente Radical Alfarista (FRA), en la dictadura militar de los setenta.
Cecilia Calderón, su hija y exdirectora de esta agrupación, dice que su padre se alejó del partido para así tratar de “rescatar la célula revolucionaria de Alfaro”, pues algunos dirigentes estaban “derechizando” al grupo.
Un ejemplo. Blasco Peñaherrera Padilla, director del Partido Liberal entre 1983 y 1984, hizo una alianza con el PSC para armar un binomio presidencial con León Febres-Cordero.
“Nosotros, durante años, hemos reivindicado la revolución de Alfaro, que quedó inconclusa. Tienen derecho a hablar de Alfaro, pero no tienen derecho a olvidarse de gente, como nosotros, que durante tantos años hemos defendido esos principios”, opina Cecilia Calderón.
El Partido Liberal, dirigido actualmente por el manabita Nahum Campozano, recoge firmas desde el 8 de diciembre pasado para reinscribirlo ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). La última participación electoral del partido fue en el 2002, cuando apoyó a la candidatura presidencial de Ivonne Baki. Como no tuvo el 5% de la votación, fue eliminado del registro.
Cree que el proceso alfarista se ha distorsionado. El grupo pedirá al régimen la creación de una comisión de historiadores independientes para que se aclare la muerte de Alfaro. “No de políticos, gente sin ningún compromiso con el Gobierno”.
Hay grupos como el Movimiento Bolivariano Alfarista (MBA), de Édgar Frías; o la Alianza Bolivariana Alfarista (ALBA), de Marcelo Larrea, hermano de Gustavo Larrea.
Fuente: EL UNIVERSO*
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