ENTREVISTA. Molina ve con preocupación la falta.
El director nacional de Bienes en Depósito del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), Rafael Molina, habló con La Hora sobre la carencia que hay en Ecuador de hornos para incinerar la droga incautada.
¿Cuál es la situación?
Nosotros destruimos las sustancias químicas y estupefacientes en hornos contratados, que han sido calificados por el Municipio de Quito, porque no tenemos ninguno, lamentablemente. Antes, usábamos unos de la empresa Holcim, en Guayaquil, pero debido a que los químicos de las sustancias son muy fuertes, se dañaron.
¿Cómo es el proceso de incineración?
Cuando recibimos, de parte del juez, la sustancia, ingresamos a las bodegas revisando el peso y que realmente sea la sustancia que se ha indicado. Luego un depositario firma un acta de recepción entre el juez, el fiscal y el Secretario del Consep.
¿Con qué empresas hacen ahora este procedimiento?
Ahora hemos contratado dos hornos con dos empresas. Los nombres me los reservo, por seguridad.
¿A cuánto asciende el contrato?
Depende, quemar un kilo de cualquier droga cuesta 51 dólares.
¿El año anterior qué cantidad de droga fue destruida?
Más o menos 20 o 25 toneladas.
¿Qué medidas están analizando?
Tenemos dos proyectos. Primero, solicitamos al alcalde de Quito, Augusto Barrera, que nos dé en comodato un terreno cerca del Nuevo Aeropuerto, en Tababela. Esto por seguridad, ya que allí se acopiaría droga que proviene por vía aérea. Así nos evitaremos el traslado de las sustancias.
También presentamos a la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) uno para que nos doten de dos hornos estacionarios (permanentes) uno para Quito y otro para Guayaquil. Vamos a publicar en el portal del Instituto Nacional de Contratación Pública (Incop) los pliegos para adquirir tres o cuatro hornos móviles.
¿Cuánto requieren?
Los primeros costarían cada uno en promedio hasta un millón de dólares. Los otros, cada unidad estaría en 45 mil o 50 mil dólares.
Fuente: LA HORA*
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