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Vinces. Los habitantes de este cantón de Los Ríos intentaban levantar muros de contención con saquillos.
Un cantón en Manabí y dos en El Oro ayer fueron declarados en emergencia debido a los efectos de las continuas lluvias en el país
El agua le ingresó desde el domingo. Poco a poco, las turbias aguas del río Vinces anegaron la casa de cemento de Felipa Caicedo, hasta llegar arriba de los cincuenta centímetros. Eso le dio tiempo para alzar la nevera y llevar los muebles hasta la escuela César Sotomayor.
Esa noche y hasta el lunes, al otro lado del río, en el malecón de "París Chiquito", los dueños de El Café de Tere, del bazar Fernando y de la veterinaria habían dormido tranquilos. Iban dos días seguidos de intensas lluvias, hasta que la madrugada del miércoles amanecieron bajo el agua. Dicen los más viejos que a los 43 años "se viene a inundar la ciudad de las regatas y del Gran Cacao".
Hasta ayer, el barrio Balzar de Vinces seguía inundado. Estaban bajo el agua la casa de Caicedo, de los Espinoza, de los Carriel, de los Litardo. El río sigue al ras y el cielo continúa de un gris intenso que mantiene en zozobra a una extensa zona.
"Faltan más de dos meses de invierno. Si no para de llover, créalo la cosa se va a poner más complicada para la gente. Si las bananeras se afectan muchos perderán su empleo, sino sale el banano no entra plata a la ciudad", indicó Cristóbal Carriel.
Afectados. La zona rural vive la misma angustia, expresó Eduardo Carriel, quien con un grupo de amigos y vecinos colocaban en varios tramos sacos con arena para encauzar al caudaloso Vinces. Están en riesgo varios recintos: Bellavista, Poza Seca, Los Gabales, Palizada, Banoma, La Chontilla, La Americana y hasta Voluntad de Dios. Son 2.000 familias en peligro.
"Los 300 costalillos y las varias volquetadas de arena no son suficientes para controlar el afluente. Si se rompen esos endebles muros de contención se inundarán bananeras y cacaoteras", agregó.
Los otros barrios como Nicaragua, Los Mirtos y La Virgen corren también con riesgos.
Herbeth Olvera mencionó que la situación es crítica y que nunca antes había visto tanto drama y que en Santo Tomás, 15 de Agosto, Bagatela y otras áreas aledañas unas 4.000 familias siguen en peligro.
El Gobierno, a través del MIES y del INFA, hasta ayer tenía en albergues a unas 17 personas. Ibette Morales era una de las encargadas del censo. Estuvo en la casa de Felipa Caicedo, solo para corroborar que estaba inundada y sus muebles en la escuela que aún tiene un espacio donde no ha llegado el agua.
Los 800 km de caminos vecinales que se lastraron en el verano de 2011 en diferentes cantones de la provincia de Los Ríos, ayudaron a que ciertos lugares todavía se los pueda utilizar.
La Prefectura también atendió 300 km de muros en el verano, pero la cantidad de ríos que atraviesan la provincia llegaron a su nivel máximo y anegaron las zonas bajas.
En este año ha programado trabajar en 100 km más. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo les has aprobado la cantidad de 10 millones de dólares, que serán utilizados para trabajar desde este verano, en siete proyectos de protección en algunos sectores de Los Ríos.
Fuente: EXPRESO*
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