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Las fuertes lluvias que caen en Manabí provocaron que ayer las dos vías de acceso entre San Plácido y Pichincha queden cortadas por los deslaves.
De hecho, el sábado por la noche la vía alterna, por el Cerro Gabino, que además conduce hasta el sitio La Tablada de San Plácido, quedara obstaculizada por árboles, escombros y tierra. Esto por los cinco deslaves que se han dado a lo largo de esta carretera.
Ya en la tarde de ayer, la vía principal, a la altura del cerro Mancha Grande, también quedó cortada por la misma razón.
“Estas son vías importantes porque mueven la economía entre Quevedo y Santo Domingo”, manifestó Ignacio Cedeño, habitante de la entrada del Cerro Gabino.
Es que con el deslave de este cerro, no hay manera de entrar al sitio La Tablada, más que a pie, ya que hasta la tarde de ayer un vehículo, por escapar del lugar, con la fuerte lluvia quedó atrapado entre varios montículos de tierra. Según Cedeño, las lluvias han sido fuertes como nunca antes, tanto que asegura que por primera vez vio que el estero del sector se desbordó.
A esto se suma que el agua de lluvia baja con rapidez e inunda la parte urbana de San Plácido, por lo que ya varias familias se han visto afectadas.
“Toda esta agua baja directo a San Plácido. Con esto nos inundamos más rápido”, dijo Henry Loor, otro habitante.
Luis Jiménez, presidente de la junta parroquial de San Plácido, aclara que los derrumbes de parte del cerro Gabino ya se habían presentado durante la semana, pero que con la lluvia del sábado todo colapsó.
Elías Bermello, trabajador del Gobierno Provincial, quien trabaja en el sitio, dijo que la vía quedará semihabilitada en los próximos días.
Pese a que la preocupación de los habitantes de este sector de San Plácido, está latente, Jiménez manifestó que ya están tomando las medidas necesarias para evitar otro tipo de fenómenos y evacuando a las cuatro familias que han sido afectadas por las inundaciones.
Crecientes. En el sitio San José II de la misma parroquia, siete familias se sienten amenazadas por la creciente del Río Mancha Grande.
Mélida Saltos, moradora, manifestó que no puede dormir porque teme que el río se lleve su casa.
“Nosotros no dormidos, llevamos más de una semana con esto y nadie se acerca. Sólo queremos que nos reubiquen pero llevando nuestras cosas para no perderlas”, expresó.
Mélida no es la única que vive con temor. Bienvenido Murillo, vecino, ya predijo el destino de su vivienda: “No sé si hasta mañana o pasado mi casa siga en pie", dijo resignado.
En Chone se pierden 290 hectáreas de cultivo
Alrededor de 1.360 hectáreas de tierras cultivadas sufrieron los estragos de la inundación del jueves, en Chone, provocada por la creciente de los ríos Mosquito y Grande. De aquella cifra de sembríos, 290 se perdieron en su totalidad.
Las cifras fueron proporcionadas por Gunther Andrade, subsecretario en Manabí del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap), quien conjuntamente con el ministro del agua, Walter Solís, y el alcalde Chone Ítalo Colamarco, hicieron un recorrido aéreo el sábado para constatar el impacto causado por la creciente.
El secretario de Estado no estuvo mucho tiempo en Chone, sin embargo dijo que se hizo la gestión con los organismos pertinentes para que la ayuda arribe constantemente y se mantenga para quienes debieron salir de sus casas y hospedarse en los 12 albergues que tiene el Comité de Operaciones Emergentes (Coe).
“Hoy más que nunca estamos convencidos que el Proyecto Propósito Múltiple Chone mitigará las inundaciones de la ciudad”, expresó Solís.
Riesgos de enfermedades.
El alcalde de Chone y presidente del Coe, Ítalo Colamarco, llamó a la unión de los chonenses para sumar esfuerzos en la lucha contra las enfermedades que se vendrían por efecto de las aguas estancadas. Por eso, desde ayer se tenía previsto realizar fumigación en barrios y ciudadelas donde el agua se mantiene en las casas. La altura del nivel de las aguas bajó un metro, según José Castro, secretario del COE y coordinador de Protección Civil.
DESLAVES EN VÍA A CONVENTO. Ayer, incluso, la vía Convento-Chone se vio afectada por 13 deslaves que llevaron preocupación a los habitantes de este sector, pero la oportuna ayuda de maquinaria pesada del Gobierno Provincial de Manabí hizo posible la limpieza de los desechos que amenazaron con interferir en la comunicación.
ESTRAGOS. Segundo Zambrano, quien reside en el sitio Las Dos Bocas de Mosquito de Río Grande, se convirtió en uno de los miles de chonenses que se vieron perjudicados por la estación invernal. El río acabó con sus seis hectáreas de plátano y la esperanza de recuperar la inversión.
LLEGA LA AYUDA. Desde diferentes lugares de Manabí arriban a Chone médicos con fármacos.
Ayer un grupo de 15 profesionales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), brindaron atención en los barrios afectados con la inundación; en varios lugares debieron movilizarse en bote para arribar a las viviendas que están habitadas, sobre todo las que tienen segunda planta.
El Cuerpo de Bomberos de Manta también envió una delegación de 30 personas, así como vehículos y botes para ayudar a los damnificados. Su cuartel móvil está cerca al monumento del Montubio.
El comedor de la Policía en la UVC de Chone fue empleado como bodega para dejar los kits de ayuda enviados por la Secretaría Provincial de Gestión de Riesgo.
VÍAS PELIGROSAS. En Rocafuerte, las vías al sitio Cruz Verde y a Puerto Loor se mantienen inundadas por el desborde del río Portoviejo, cuyo cauce sigue en el mismo nivel desde el viernes pasado.
Fuente: EL DIARIO*
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