Un altar bajo el mar

***SNN

Una imagen de un cristo con brazos abiertos que Se levanta a once metros de profundidad

Fue colocada la tarde del 29 de diciembre pasado frente al islote El Pelado, 30 minutos mar afuera de Ayangue.


Es una de las tantas imágenes sembradas bajo el mar en varios países.


Diego Arango Osorio es en su país un reconocido empresario del mundo de la televisión. Su canal, Teleamiga, emite señal desde hace diez años en casi toda Colombia.


Entre los comuneros de Ayangue, un pequeño pueblo al borde de una bahía en forma de herradura, es un "señor muy buena gente", que hace 37 años suele arribar por el sector, del 24 de diciembre al 5 de enero.


"Aquí aprendió a bucear", dice Ambrosio Yagual, presidente de la Asociación Islote El Pelado, que agrupa a 20 botes que trasladan turistas. "Cuando Ayangue estaba formado por veinte casitas, Justo Pozo, uno de los ancianos del pueblo, le enseñó a sumergirse bajo las aguas y le llevó a conocer los paisajes marinos que tenemos en el país. Se enamoró de lo que vio y desde entonces, viene cada año".

Precisamente fue Arango Osorio a quien se le ocurrió la idea de construir un altar con la imagen de un Cristo de brazos abiertos, de 2,5 metros, en las profundidades del océano cercano. "La idea me gustó, pero sabía que era un hecho casi imposible", reconoce Yagual, quien recuerda que el proyecto nació camino hacia el islote, a 30 minutos mar adentro de Ayangue.


El viernes pasado, este buzo ecuatoriano, volvió a sumergirse bajo las aguas cristalinas en los alrededores de El Pelado, para visitar la imagen colocada a once metros bajo la superficie. Con él viajaban dos personas más, Boris Abad y Pablo Matute, quien hasta hace diez años era un ejecutivo de banco, hoy, instructor de buceo.


"Los nativos de los pueblos de la península, son muy creyentes y religiosos", dice Pablo Matute, quien tiene una de las bases de su local de instrucción de buzos Blue Tortuga en uno de los locales frente a la playa.


Diego Arango golpeó las puertas de las escuelas de buceo de este sector de la costa ecuatoriana. Buscaba quien lo acompañara con su proyecto. Ninguna se abrió. Volvió a Bogotá donde continuó con su rutina, al igual que Ambrosio Yagual lo hacía en Ayangue.


Así hasta que el pasado 7 de diciembre recibió un email donde Arango le comunicaba que la imagen del Sagrado Corazón de Jesús de las Aguas viajaba desde la frontera norte hacia Guayaquil.


"Me daba instrucciones de ir a recibirla y traerla hacia Ayangue. También me envió un plano de lo que debería ser la base donde se colocaría al Cristo", agrega Ambrosio Yagual.

El 24 de diciembre arribó Arango y en cinco días después hubo fiesta en Ayangue. Ese día la imagen del Cristo de las Aguas fue trasladado y colocado en uno de los doce puntos que conforman la ruta de los buzos en los alrededores de El Pelado.


Desde los botes que continuamente dan vueltas por el islote, la imagen blanca se transparenta. Está a once metros bajo el agua, pero en este sector, es tan cristalino el océano que hasta los peces y especies marinas que merodean al Cristo de las aguas son fáciles de observar.


Ayangue no reivindica la primera construcción en el mundo de un altar para Cristo bajo el mar. Existen en Los Cayos (EE.UU.), en Chile y en México. En Italia una imagen similar se construyó hace más de 50 años.


Sin embargo, como asegura Matute, este pequeño puerto pesquero "ya es parte de una ruta de altares ubicados en la profundidad del mar en el que la comunidad de buzos de todo el mundo honran a Dios. El mar es el lugar más cercano al cielo".


Fuente: EXPRESO*