El temblor de 5 grados en la escala abierta de Richter, con una profundidad de 27,9 kilómetros, registrado en la población Cañitas, entre Rocafuerte y Charapotó, alarmó ayer a los manabitas.
Muchos pobladores salieron corriendo a las calles y otros, que habitan en las playas, observaron el mar, ante el temor de que ocurran olas gigantes.
El movimiento fue sentido en las provincias de Guayas, Santa Elena, Manabí, Santo Domingo y Esmeraldas, pero con mayor intensidad en las ciudades de Manta, Portoviejo, Puerto López, Cojimíes, Jama y Pedernales, lo que hizo temer que ocurriera un maremoto.
Pescadores asustados llegaron hasta la capitanía del Puerto de Manta para pedir información sobre el lugar del epicentro, ocurrido a 8,8 kilómetros del cantón Rocafuerte.
Luis Delgado arribó corriendo desde el sector de Los Esteros para preguntar si había alerta de tsunami, pues su mayor preocupación era poner a salvo su embarcación que fue averiada durante un fuerte oleaje, ocurrido hace meses.
Terremoto de 7,3 grados sacudió la isla de Sumatra. La alerta de tsunami en el Pacífico fue descartada.
Aún no había pasado el susto en las playas manabitas cuando un terremoto de 7,3 grados de magnitud en la escala abierta de Richter sacudió, a las 13:37, la costa este de la isla indonesia de Sumatra.
El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) reportó que el epicentro se localizó a una profundidad de 29 kilómetros, a 450 kilómetros al suroeste de la localidad de Banda Aceh, en Sumatra, y a 950 kilómetros al oeste de Kuala Lumpur, en Malasia.
Escenas de pánico se observó entre los indonesios después de que el Centro de Alerta del Pacífico y el Gobierno indonesio emitieran una alerta de tsunami.
En cambio, el centro de vigilancia de tsunamis de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, por su siglas en inglés) de Estados Unidos indicaron, en un comunicado, que "no existe una alerta de tsunami destructivo y de grandes dimensiones, basándose en los datos históricos de terremotos y tsunamis".
Sin embargo, indicaron, hay una posibilidad muy pequeña de un tsunami local que podría afectar a las costas localizadas normalmente no más allá de cien kilómetros desde el epicentro del terremoto.
El Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) también descartó el fenómeno. Precisó que no existe ningún riesgo para las costas ecuatorianas o las Islas Galápagos.
Quince minutos después se reportó otro temblor de 4,4 grados en el océano Pacífico. Según un reporte del Servicio Nacional de Estudios Territoriales (SNET), se produjo a unos 43 kilómetros al sur de la desembocadura del río Paz, fronterizo entre El Salvador y Guatemala.
La profundidad focal del sismo fue de 24 kilómetros. Otro temblor de 4,5 grados había ocurrido el lunes en la misma zona.
A los tres movimientos telúricos le antecedió uno de 4,9 grados en la región boliviana de Potosí (suroeste), fronteriza con Chile. (DPC, EFE)
Fuente: EXPRESO*
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