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Ecuador ha enviado a su representante Claudia Schiess de Galápagos, pulida como una fina joya, pero ¿qué buscan los jurados en este Miss Universo 2011?
En Ecuador, un país donde las mujeres sueñan con ser rubias, (así lo proclaman las firmas de belleza capilar, pues ese es el color más vendido) Claudia Schiess cumple con todos los requisitos de esta aspiración femenina. Ella encarna las fantasías de la muñeca Barbie: rubia y de ojos azules. Tiene encanto, la prudencia de una mujer madura, la belleza necesaria, las caderas y el ritmo de una auténtica sudamericana, la elegancia y cierta distancia que tienen las mujeres europeas, combinación que puede resultar interesante en una joven que domina tres idiomas, si se proyecta bien en un concurso que busca a una mujer global, que se enfrente con aplomo ante el público, que sea elegante, maneje una hermosa cabellera y como dijo el presidente de la organización Miss Venezuela Osmel Sousa, “que no tenga un pelo de tonta”.
Hay una corriente de apoyo a nuestra Miss Ecuador que hace años no percibíamos. Las redes sociales han contribuido a que estemos conectados y sigamos desde nuestras casas, lo que está pasando con nuestra reina de belleza, a la que consideramos más que una fachada. El apoyo ha sido fuerte y aunque no estamos seguros si estos votos de verdad cuentan en el concurso, ella se ha puesto entre ceja y ceja no desmayar y dar todo de sí para que su nombre suene ¿Una miss nace? Y se hace con disciplina, agregan Osmel Sousa, Lupita Jones y Katty Pulido, la directora venezolana que ha preparado a cuatro representantes del concurso 2011. ¿Cuál es el tipo de belleza que busca el jurado? “Es una combinación de lo que tú eres por dentro, de lo que crees y de cómo te proyectas”, dice Jimena Navarrete la Miss Universo oriunda de Jalisco, que según los analistas ha sido uno de los rostros más bonitos en 60 años de concurso (le ha ido tan bien, que Donald Trump la ha contratado para que trabaje como imagen de su academia de modelos).
En mucho cuenta la forma en que una aspirante a Miss Universo se mueve, camina, responde en la entrevista, el aplomo con el que enfrenta al público y, por supuesto, su figura, cualidades todas en las que sin duda, la tapatía Jimena Navarrete destacó. Sin embargo, la máxima representante de la belleza femenina en el orbe también debe tener porte; ser y lucir elegante.
El hábito sí hace al monje
Para lograr cumplir con esta condición es que se lleva a cabo la prueba en traje de noche, una de las tres más importantes. Claudia vestirá de James Cárdenas, un diseñador de Santo Domingo de los Tsáchilas, un tanto desconocido en el medio, pero que ya ha vestido a algunas reinas del país, y en el que Claudia ha confiado totalmente. Destacar en esta prueba no es sencillo, pues no solamente depende de la chica, en mucho influye también el propio vestido y la forma en que la concursante lo luce. “El vestido de Miss Ecuador lleva mucha tela para darle fluidez. Es armado al cuerpo y estilo imperio.
Se ha respetado el gusto de Claudia que es muy clásica y si el Ecuador no lo vio ni en la rueda de prensa, es porque así lo dispuso la organización”, dice Cárdenas, diseñador con 10 años de experiencia. Curiosamente, un vestido de noche creado para Miss Universo tiene características distintas al de un traje de noche común. “Yo le presenté varios bocetos que ella fue depurando, va con un bordado en el contorno de cuello y con dos franjas a manera de estola en la cintura.
Pero Claudia es fiel a sus convicciones y lleva las cosas como ella las cree, será en tono azul rey”. Si está bien o mal elegido lo sabremos la noche del 12 de septiembre, en el Credicard Hall de Sao Paulo. La maleta de Miss Ecuador lleva distribuido los trajes por día, evento y accesorio. Miss Venezuela llegó con cinco maletas, con todos los looks fotografiados para cada día, aunque dijo que no se ciñó a los modistos de su país, sino que fue con su director de concurso a Miami, para vestirse de acuerdo a las tendencias actuales, libertad que debió tener nuestra reina para seleccionar su vestuario y no someterse solo a los modistos que escoge la organización.
Más allá de si su rostro es el de una Barbie, es difícil poner todo el peso de una representación en los hombros de una sola persona. Lo que faltaría es un equipo de soporte detrás, encargado de vendernos como país. Mientras la maquinaria venezolana está aplanando el terreno y vendiendo historias sobre su reina, Ecuador está casi en silencio.
Fuente: VISTAZO*
Por: Mariana Romero
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