Lleva las siglas del Instituto Nacional de Higiene, las del lugar de registro del producto
¿Quién controla y vigila los alimentos y bebidas que se consumen en Ecuador? El Ministerio de Salud Pública (MSP) y consejos ministeriales, a través de leyes y reglamentos y la propia Constitución, tienen la responsabilidad de garantizar a las personas el acceso seguro a alimentos sanos y nutritivos.
Sin embargo, hoy el país registra la muerte de 48 personas por el consumo de licor adulterado con metanol. Más de la mitad fallecieron por haber ingerido vinos y licores que se vendían libremente en despensas del país y hasta tenían registro sanitario, en muchos de los casos falsificados. Luego de las muertes se estableció una lista de catorce marcas de licores prohibidos y el Gobierno, como fórmula de control, decidió comprar desde mañana esos productos a $ 0,80 el litro de licor o el envase de vino.
Pero, ¿por qué no se controló antes?, se pregunta Sandra Palacios, de la fábrica de licores Don Guido S.A., de Ambato. Indica que hace dos años ella notificó a las autoridades sanitarias sobre la proliferación de fábricas clandestinas de vinos y licores en Tungurahua, de donde procede la mayoría de marcas que contienen metanol, según los análisis del Instituto Nacional de Higiene (INH). “No ha habido ningún control, no solo en licores sino a nivel general, en los fideos y en otro tipo de mercadería”, señala.
En los últimos dos años han sido varios los casos en los que se han descubierto medicinas, alimentos, productos naturales adulterados. Uno de estos es el que se descubrió en Los Ríos, en noviembre del año pasado. En una finca, en condiciones antihigiénicas, se elaboraban medicinas y vitaminas naturales usando como materia prima blondex (cemento que se usa para pegar baldosas), tiza, maicena y colorantes. Se envasaba y se distribuía con adhesivos con registro sanitario falso.
Cada producto de consumo debe contar con un registro sanitario del INH Leopoldo Izquieta Pérez, adscrito al MSP. Este otorga en Quito, Guayaquil y Cuenca el registro para 19 grupos en cuanto a alimentos, donde están las bebidas alcohólicas, carnes, leche y más.
Estos deben presentar el nombre del fabricante, la composición química y la fecha de caducidad. Para imprimir el código en las etiquetas, el INH lo tiene que revisar. Luego de que el producto va al mercado, las autoridades deben hacer el control posregistro. Según la Ley Orgánica de Salud, en el país el MSP es el encargado de regular y realizar ese control. Pero el reglamento de registro y control sanitario de alimentos, emitido en el 2008, determinó que el Sistema Nacional de Vigilancia de ese Ministerio es el responsable de esa vigilancia.
Responsabiliza además a las direcciones provinciales de Salud. Sin embargo, existen otras entidades que también ejercen el control. Por ejemplo, para alimentos de origen agrícola está la Agencia de Aseguramiento de Calidad del Agro; el Instituto Nacional de Pesca, para los productos acuícolas y pesqueros. Este último incluso otorga registro sanitario. Ambos entes están adscritos al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).
El Código de la Producción aprobado el año pasado también establece un sistema que protege la calidad de bienes y servicios. Allí entra el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro). Adicionalmente, el Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN) certifica la calidad del producto. El control involucra además a intendencias y la Policía, parte del Ministerio del Interior.
Los responsables son cuatro ministerios, en el caso del MSP con casi media docena de departamentos, pero el control es casi nulo. Sandra Palacios dice que nunca han visitado su fábrica: “Si uno quisiera, podría envasar agua y jugo de frutas por vino y nadie dice nada”.
El viceministro de Salud, Nicolás Jara, reconoce que hay una dispersión que hace “que el control posregistro sea demasiado débil a nivel de país”.
La directora ejecutiva de la Tribuna de Consumidores, María José Troya, considera que no existe un control posregistro eficiente. En algún momento existe una “transposición de competencias que, a larga, podría afectar a los usuarios”.
Según Jara, este es un “problema histórico” que el MSP lo reemplazará con la creación de la Agencia de Control Sanitario, que sería el único de control.
Registro sanitario real
Lleva las siglas del Instituto Nacional de Higiene, las del lugar de registro del producto, el código de fabricación nacional o importado, seguido de cuatro dígitos que son del mes y año en el que se otorgó ese registro sanitario. Pese a esa exigencia, este se falsifica sin control
Fuente: EL UNIVERSO*
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