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| Imagen publicada por SNN |
Mediante "remitido" publicado inicialmente en el diario incautado El Telégrafo, el presidente Rafael Correa publica una carta como réplica a la que dirigieran los trabajadores y jubilados de El Universo el fin de semana pasado, en la que solicitan del mandatario deponer la acción legal que sigue en contra de esa empresa e invocan la libertad, la justicia y la paz para abrir puentes de entendimiento que permitan enfrentar los gravísimos problemas que afectan al Ecuador.
Lamentable la contestación del mandatario que, una vez más, rechaza cualquier tipo de conciliación y revela falta de apertura para escuchar la opinión ajena. Lamentable que aquel que recibió el mandato de gran parte de los ecuatorianos desoiga no a la prensa corrupta, como califica a medios y periodistas que no están de acuerdo con su particular visión de las realidades, sino a su más cercano colaborador, el vicepresidente Lenín Moreno, quien pidió deponer las actitudes de confrontación, casi al mismo tiempo del llamado que hacen en su carta al presidente los trabajadores de El Universo.
Lamentables son los términos utilizados en esa contestación en que el presidente repite las mismas diatribas contra quienes no miran los hechos desde su mismo punto de vista. Lamentable que señale en el texto su revolución como "nuestra" revolución. Un período político que se recordará por la destrucción de las instituciones, manipulación de la Justicia, la Constitución y los derechos fundamentales de todos los ciudadanos. Lamentable, finalmente, la obstinada percepción de los sucesos del 30 de septiembre que, en lugar de llamarlo a la reflexión sobre las responsabilidades de su Gobierno en esos repudiables hechos, lo lleva a su intento de destruir a quienes considera sus enemigos por demandar transparencia en el análisis de tales sucesos y por advertirle de las futuras implicaciones que podrían tener contra él y sus servidores cuando termine su mandato.
Publicado el 31/Agosto/2011 | 00:40
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