La vía Alóag-Santo Domingo fue abierta temporalmente desde las 12:30 hasta las 18:00 de ayer. Está previsto que hoy se lo haga a partir de las 06:00 con una particularidad: si las lluvias continúan, la habilitación del paso sería hasta las 18:00.


Fabián Uzcátegui, secretario de Infraestructura Física de la Prefectura de Pichincha, informó que la autorización para transitar dependerá de las condiciones climáticas. Esto sobre la base de la advertencia que hizo el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) de la alta probabilidad de lluvias.


Patricio Flores, jefe de la Policía de Tránsito de Santo Domingo, recomendó a los viajeros tomar precauciones, como manejar con cuidado y a velocidades mínimas “La calzada está mojada y pudiera haber accidentes”. Reiteró que en caso de emergencia, la gente puede llamar al 101.


La Policía Nacional, funcionarios de la constructora Hidalgo e Hidalgo, concesionaria de la vía, y autoridades del Consejo Provincial de Pichincha tomaron estas decisiones.


Tras dos días de fuertes precipitaciones, que ocasionaron 12 derrumbes entre los kilómetros 64 y 69, ayer hizo sol en la zona, por lo que se decidió habilitar el paso. Antes de que eso ocurra, decenas de camiones permanecían apostados delante de la estación de peaje Alóag, donde la Policía impedía el paso. Juan Proaño era uno de los conductores que esperaba que la vía fuera abierta. Llevaba una carga de piedra pómez hacia Guayaquil. “Tuve que dormir en el camión”, contó.


Ocho máquinas y 65 personas de constructora Hidalgo e Hidalgo participaron en las tareas de limpieza en los derrumbos existentes en la vía, informó Ángel Pizarro, superintendente de la empresa constructora.


Antes de su apertura, los pocos vehículos autorizados para transitar en la carretera se encontraban a su paso con maquinaria que limpiaba los escombros.


En algunos sectores, los derrumbes eran pequeños. Por ejemplo, en el km 45, cuatro trabajadores de la concesionaria retiraban con sus manos desechos pequeños como ramas y basura. Mientras que con la maquinaria removieron una tonelada de tierra que se desprendió desde las partes altas del sitio.


En el km 65, a las 11:00 de ayer, seis máquinas limpiaban las grandes cantidades de lodo que obstruyeron las alcantarillas. En ese sector, parte de la calle también estaba inundada debido a que caía agua desde una pendiente ubicada al costado.


La parroquia de Tandapi, ubicada en el km 60 de la vía, resultó afectada por los derrumbes. La noche del martes una fuerte lluvia derrumbó un poste de energía eléctrica que dejó sin luz a todo el sector. Esto ocasionó algunas pérdidas económicas, especialmente en negocios pequeños.


María Yánez tiene una tienda de víveres en la Alóag-Santo Domingo, en esta parroquia. Ayer, en la mañana contó que se le derritieron todos los helados que vendía. También se quejó de que no pasara el carro de la basura. “Hasta el momento ninguna autoridad ha venido a decirnos algo. Estamos abandonados”, se quejó.


Ángel Morales, quien reside en el sector de Napa, en el km 65, denunció la falta de agua potable. “Vivo de lavar carros en la carretera y desde el martes no he tenido ni un cliente”, lamentó. Ha perdido cerca de USD 24.



Fuente: EL COMERCIO*