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En la mañana, la Asamblea aprobó una resolución que exhorta al primer mandatario a que declare el estado de emergencia en las provincias de la Costa. Inicialmente, el asambleísta Abdalá Bucaram Pulley (PRE) planteó ese pedido solo para Guayas, pero sus colegas de otras provincias afectadas por el duro invierno reclamaron y se integró a las costeñas.
El pasado miércoles, los consejeros de la Corporación Provincial de Manabí adoptaron un estado de excepción en esa provincia, para exigir que el Gobierno nacional viabilice esa medida. El pedido de emergencia también lo hizo el martes el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala, así como casi una decena de alcaldes del país.
En el caso de Guayas, el gobernador de esa provincia, Roberto Cuero, había dicho que no era necesaria una declaratoria de ese tipo. Mientras, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) declaró la alerta naranja en 12 provincias. “Las alertas que están declaradas sirven para organizarnos en materia de evacuaciones o tener listos refugios, pero no para acceder a recursos”, dijo Jairala.
Hasta el momento, el temporal ha provocado unos 30 muertos; los damnificados sobrepasan el millar, catorce cantones se han inundado, uno de ellos, Chone, por cinco ocasiones; miles de hectáreas de cultivos están bajo el agua en Los Ríos y Guayas; en otras provincias también se han perdido; se ha caído casi una decena de puentes en zonas rurales y hay dos en riesgo en vías principales; cuatro carreteras han estado cerradas, una (Loja-Machala) ya lleva dos semanas interrumpida. Entro otros daños.
Pero estas consecuencias no son suficientes para que el Gobierno declare la emergencia o excepción, medida que se ha adoptado decenas de veces en salud, educación, vialidad, agricultura y hasta existe una declaratoria que involucra a los bienes patrimoniales.
¿Por qué solicitan los organismos seccionales la emergencia? Los consejeros de Manabí y el prefecto, Mariano Zambrano, argumentaron que con esa declaratoria, los gobiernos seccionales pueden utilizar en obras para enfrentar el invierno los recursos económicos que tienen planteados para otros proyectos y que luego les sean devueltos por el régimen.
El principal problema de los alcaldes y prefectos es que no cuentan –según indican– con suficiente dinero para hacer obras urgentes de protección.
Por ejemplo, el alcalde de Santa Rosa (El Oro), señaló que necesita construir un muro para proteger a una parte de su cantón de las inundaciones. Indicó que un muro colapsó y por eso necesitan la construcción de otro y esa obra es de unos 2 kilómetros. Argumentó que la SNGR ha pedido que el Municipio de Santa Rosa asuma el 50% del costo de ese proyecto, que sobrepasa los tres millones de dólares, pero reclamó porque el presupuesto del cabildo no tiene esa capacidad para invertir en la obra.
Mientras tanto, las lluvias no dan tregua y sus efectos tampoco. Organismos meteorológicos, como el Inamhi, han anticipado que en marzo las precipitaciones seguirán siendo intensas. Además, la temperatura superficial del mar seguía provocando la formación de nubes cargadas de agua. Pese a que se ha descartado la presencia del fenómeno El Niño, en algunas localidades los efectos de las lluvias han sido como cuando este se presentó en 1997-98.
Detalles
Decretos de emergencia o excepción
Más de 30
Desde el 2007, el presidente Rafael Correa ha emitido más de 35 decretos que dictan emergencias o renuevan las ya existentes. La mayor parte se dio en el 2007.
Tres decretos en un día
El 26 de enero del 2007 firmó tres decretos: renovó la emergencia eléctrica, decretó una por la situación de los migrantes ecuatorianos afectados por la compañía Air Madrid. Y otro más: renovó la emergencia en Tungurahua, Chimborazo y Bolívar para construir viviendas para damnificados por la erupción del volcán Tungurahua.
En otras áreas
Emergencia vial, en el sector agropecuario por la sequía, para viabilizar la importación de úrea; en la salud, renovada por cuatro ocasiones. Entró en emergencia el sistema penitenciario y el sistema de almacenamiento, transporte y distribución y comercialización de combustibles, entre otros.
Fuente: EL UNIVERSO*
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