NEGRILLO, Cotopaxi. Más de tres metros de lodo, rocas y palizada cubrieron viviendas y la carretera Quevedo-La Maná-Latacunga, que está cerrada.
TANDAPI-LA MANÁ-MACHALA
La cantidad de lluvia saturó la montaña del sitio Negrillo y en minutos un deslizamiento taponó más de 200 metros de la vía Quevedo-La Maná-Latacunga, la noche del sábado pasado.
El alud sepultó también casas, incluso con uno de sus ocupantes. Más abajo arrastró a otra persona. Ayer, el escenario era de desastre en esta zona del occidente de Cotopaxi.
“Pensé que era el fin del mundo, jamás olvidaré esa noche, cuando en medio de la oscuridad el cerro se vino abajo arrasando con todo hasta lograr derribar las paredes de mi casa”, dijo César Tapia, habitante del sector, que pertenece a la parroquia La Esperanza, de Pujilí.
Pero ese era solo uno de los escenarios de desolación que causaron las lluvias el pasado fin de semana y que afectaron, principalmente, a ocho provincias del país. En total, seis carreteras principales se vieron afectadas, dos de ellas (Alóag-Santo Domingo y La Maná-Latacunga) seguían cerradas hasta las 18:00 de ayer.
Además, cinco cantones de las orillas del río Daule, en Guayas, seguían inundados; en Manabí, el represamiento del río Coaque, en el área rural de Pedernales, obligó a evacuar a 400 familias hasta la tarde de ayer, entre otros efectos del temporal.
En Negrillo, 30 familias lograron salvarse del deslave. No así Gloria Fabiola Vaca Guato, de 41 años, y su esposo, Segundo Pablo Córdova Morales, de 53, que perecieron cuando su vivienda fue arrasada. El cuerpo de Vaca fue arrastrado unos 15 km por la correntada del río Pilaló hasta el sector Puembo, donde miembros del Cuerpo de Bomberos de La Maná lo ubicaron la mañana de ayer, mientras que el de Córdova fue encontrado en su vivienda.
En medio del desastre, un grupo de evangélicos adventistas que regresaba de Quito hasta Quevedo se llevó el susto de sus vidas cuando cerca de las 01:30 tuvieron que amanecer en los buses mientras el lodo seguía cayendo. La vía Quevedo-La Maná-Latacunga quedó taponada unos tres metros y los pasajeros hacían trasbordos por la zona de riesgo.
Alóag-Santo Domingo
TANDAPI, Pichincha. Toneladas de roca, palizada y lodo taponaban ayer dos tramos de la vía Alóag-Santo Domingo.
Dos deslaves de gran magnitud obligaron a cerrar por más de 24 horas la vía Alóag-Santo Domingo. Hasta la noche de ayer no se abría el paso.
El deslizamiento se dio en el km 40 y dejó un obrero herido, cuando realizaba tareas de limpieza, mientras en otro derrumbe, en el km 50, una persona falleció. Allí, la mitad de la carretera cedió por el desbordamiento de una cascada y cerca de 50 vehículos permanecían hasta el atardecer de ayer atrapados.
José Iyumbicho falleció la noche del sábado mientras intentó cruzar el río Toachi, en el km 42, para desplazarse a su hogar y no esperar la reapertura de la carretera. Su cuerpo fue rescatado del río la mañana de ayer y llevado a Mejía.
El problema en el sector se presentó a las 20:00 del sábado. Solo quedó en pie un puente unidireccional. Hasta ayer en la tarde maquinaria limpiaba el lugar. Kerley Jara, responsable de Tránsito de la Policía, dijo que esta seguirá así hasta evacuar todo el material.
Otros daños
La vía Bucay-Pallatanga-Riobamba estuvo interrumpida el sábado por un deslave en Chaguaryacu, cerca de Pallatanga. Ayer se abrió el paso, pero está restringido por un carril. También hay paso parcial en un tramo cercano al cantón Balsas, vía Loja-Machala. Sucede lo mismo con la que va de Cuenca a Paute y Gualaceo.
Fuente: EL UNIVERSO*
No hay comentarios:
Publicar un comentario