Marco Peralta vio al técnico Dragan Miranovic por última vez hoy, cerca de las 16:10. A esa hora el montenegrino transitaba por la avenida 6 de Diciembre y Lizardo García, cerca del colegio Manuela Cañizares, a la altura del Banco Pichincha, antes de la avenida Colón. Peralta, dueño de Lego Compu, un local que brinda mantenimiento a computadores, lo vio transitar, como todos los días, con normalidad, con paso ágil, pero sin apuro.


Jamás se imaginó que 10 pasos más allá de su negocio encontraría la muerte. Se enteró cuando llegó la ambulancia. Ese vehículo llegó a la escena en medio de un torrencial aguacero, tras una llamada de 'Willy', un empleado de la farmacia La Mariscal.


A ese lugar llegó el estratega para pedir una aspirina. Solo la pidió porque no avanzó a tomársela. Así contó Willy, quien no quiso identificarse. "No avanzó a tomársela ni a pagar". Después de presenciar la caída del DT tomó el teléfono para pedir una ambulancia. El técnico vestía ropa oscura.


Sobre una bandeja de metal, Miranovic lucía un pantalón jean negro, una camisa negra y unos zapatos de color café. Para ver su rostro fue necesario que en la morgue un encargado bajara el brazo izquierdo que reposaba sobre su frente. En la noche se esperan los resultados de la autopsia.


El técnico Miranovic dirigió a Deportivo Quito, Olmedo, Aucas... Se caracterizaba por su carácter fuerte, por gritar desde media cancha a sus jugadores para darles indicaciones. Pese a ello se ganó el cariño de jugadores como Antonio Valencia y Félix Borja, ambos enviaron mensajes de solidaridad para los familiares del estratega montenegrino que hizo de Ecuador su residencia. De hecho montó un bar por la Plaza Foch, a 10 minutos del lugar donde falleció.




Fuente: EL COMERCIO*