***SNN
EL TELÉGRAFO*
Las frutas exóticas ganan popularidad en mercados
La familia Castillo vende chontaduro en la isla Trinitaria. Este fruto es difícil conseguir porque se requiere viajar hasta Pastaza para comprarlo y luego comercializarlo en Guayaquil. Foto: Marcos Pin / El Telégrafo
Variedades como arazá, chontaduro, pitahaya, cocona, de origen amazónico, tienen mayor demanda por sus propiedades vitamínicas, pese a que sus costos son superiores a los de productos tradicionales.
La variedad de las frutas cultivadas en la región Amazónica está generando mayor interés entre los comerciantes formales e informales, quienes han aumentado su oferta en los mercados y calles de la urbe.
Según un estudio de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, de las frutas que se producen en el Oriente ecuatoriano, las más conocidas -no precisamente por su condición de amazónicas- son la guayaba y la pitahaya, que cuentan con amplia demanda dentro y fuera del país.
Sin embargo, otras no tradicionales han comenzado a posicionarse en la preferencia ciudadana, según los propios comerciantes, por sus propiedades vitamínicas, curativas y hasta afrodisíacas.
De estos, el borojó y el arazá son los más conocidos por su uso en productos naturales, batidos, jugos y helados.
Mientras que frutos como el chontaduro, cocona, entre otros, están adquiriendo más popularidad, especialmente en los sectores populares.
José Castillo, oriundo de Manabí, lleva 30 años dedicados a la venta de frutas y verduras en Guayaquil, actividad que realiza de manera informal “porque se vende más buscando al cliente”.
Hace pocas semanas viajó a la provincia de Pastaza, porque un familiar le informó que era la época del chontaduro y decidió traerse unos racimos del fruto, que es de color rojo, con un aspecto similar al de un pimiento.
Castillo lo comercializa a 20 por un dólar “para recuperar los gastos del viaje”. La vía Perimetral y varias calles del Guasmo son sitios en donde se lo puede adquirir.
La cocona es de color naranja y tiene forma de pera. Este fruto se comercializa con un costo de: cuatro por un dólar.
“Igual se vende”, afirmó Chila. “La gente, especialmente en los barrios residenciales, ha comenzado a buscar todas las alternativas posibles para tener más energía”.
Para Antonio Epinosa, director de un proyecto comercial en la empresa amazónica La Gamboina, las personas frecuentemente enlazan el concepto de exótico con lo vitamínico y afrodisíaco.
“Siendo justos, todas las frutas tienen su propia riqueza nutricional, pero cuando son raras adquieren mayor interés”, afirmó Espinosa.
Las mermeladas, champús, jarabes e incluso pastillas son las opciones que las empresas han considerado para aumentar la preferencia.
En los mercados de la Caraguay y 6 de Marzo, los comerciantes aseguraron que aún falta difusión de la existencia de los frutos no tradicionales.
Martha Zamora, dentro de su negocio, incluye productos como la pitahaya, una fruta color amarillo y de aspecto parecido a una pequeña piña.
“Mucha gente no conoce sobre las propiedades de este tipo de alimento y por eso, en ocasiones, se muestran desconfiados en adquirirlos, porque no saben cómo les caerá”, dijo Zamora.
Aunque la venta es buena, manifestó la vendedora, que esta puede mejorar “para evitar que se desperdicie en los campos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario