sábado, 21 de abril de 2012

¡Peleó con un cocodrilo gigante y perdió un brazo!

***SNN

 


El hecho ocurrió en la provincia de Orellana, en el Oriente
Eran las siete de la mañana del 6 de abril pasado cuando Teófilo Grefa, de 52 años, quien se dedicaba a la agricultura, salió de su vivienda ubicada en la comuna Samonayuturi, del cantón Aguarico, provincia de Orellana, para conseguir el alimento diario de su familia.

Don Teófilo se dirigió a la laguna Wilicocha para pescar y se subió en su quilla (canoa pequeña que se usa con remos), sin imaginar que la desgracia le perseguía esa mañana.

Mientras navegaba en su embarcación en medio del lago sintió que una fuerza extraña lo halaba por la parte de atrás, regresó a ver y observó que un cocodrilo de aproximadamente cuatro metros lo atacaba.



BUSCABA LA COMIDA DEL DÍA

“Salí a buscar el alimento diario de mis hijos, no pensé que esto me iba a pasar, tuve que pelear de igual a igual con ese animal que me atacó de sorpresa, enseguida pensé que el cocodrilo quería comerme, nunca me dio tiempo para agarrar el machete y poder ayudarme”, manifestó Grefa. 


Enseguida trató de defenderse, la pelea entre el hombre y el animal duró aproximadamente una hora, los gritos de auxilio fueron tan fuertes que los escucharon sus hijos de 10 y 8 años, quienes se encontraban en la casa ubicada a 200 metros de la laguna.



LE DESTROZÓ EL BRAZO

Luego de luchar una hora con el animal, Teófilo Grefa salvó su vida, pero perdió su brazo derecho.

“El cocodrilo era tan fuerte que destrozó mi brazo derecho, traté de quitármelo de encima y con la otra mano lo lancé contra una palma que había, me saltó a los brazos y me defendí hasta donde pude mientras gritaba pidiendo auxilio”, comentó.

Los niños fueron a ver qué pasaba con su padre y se encontraron con una terrible imagen. El lago se tiñó de sangre y su padre peleaba cuerpo a cuerpo por salvar su vida con un gigante cocodrilo negro.
Inmediatamente los niños fueron a pedir ayuda a su tío Omar Grefa, quien llegó lo más pronto posible al sitio del ataque.


“Hasta que lleguen a auxiliarme permanecí quieto, mientras el animal tenía mi brazo en su mandíbula, ahí apareció mi hermano con la escopeta y disparó al cocodrilo que aún después del balazo no soltó el brazo, entre los dos tuvimos que abrir la trompa para sacar la extremidad”.



PRIMEROS AUXILIOS

Preocupado por ver el brazo destrozado de su hermano y la cantidad de sangre que había perdido, Omar llevó a Téofilo al dispensario de salud cercano, donde el doctor Stalin Peña brindó los primeros auxilios para mantener estable al herido y poder transportarlo al hospital Orellana, donde no lo pudieron atender porque no había traumatólogo ni anestesiólogo, razón por la cual lo trasladaron a Quito a una casa de salud, donde se encuentra actualmente.


PERDIÓ SU BRAZO DERECHO

En estado crítico llegó el hombre al hospital de la capital aproximadamente a las 21:00 de ese fatídico viernes.

Los médicos hicieron todo lo posible por salvar su extremidad que se encontraba destrozada e infectada, pero nada pudieron hacer, pues se gangrenó y para salvar su vida tuvieron que amputar el brazo derecho.

Los galenos esperan que su otra extremidad no se infecte y no la pierda.


LA MALA SUERTE LES TOCÓ

El drama que vive este hombre al perder una de sus extremidades por el feroz ataque de un cocodrilo no termina ahí. Cuatro días antes de que ocurra la desgracia, David, su hijo de 17 años, sufrió una caída que le lastimó su cadera, razón por la cual fue trasladado a Quito para ser atendido.

Actualmente y por coincidencia padre e hijo están hospitalizados en el mismo sitio y comparten la habitación.

Tránsita de Grefa, esposa de Teófilo, se encuentra desesperada al sentirse sola en Quito y no contar con el dinero necesario para los exámenes que les realizan a su marido e hijo.

“Es lamentable lo que nos pasa, primero mi hijo se cayó y necesita un clavo para la cadera y luego mi esposo se quedó sin brazo, el dinero se acaba entre medicinas y exámenes, la familia nos ha ayudado en lo que pueden y el Patronato de mi cantón Aguarico también nos ha apoyado. Además, vendí mis gallinitas que criaba en mi casa para juntar más dinero”, manifestó con mucha tristeza Tránsita.

Pero la preocupación de esta mujer no termina ahí, junto con Teófilo procrearon 10 hijos, quienes a excepción de David que está hospitalizado se encuentran solos en la provincia Francisco de Orellana.

“Acá me da tristeza, estoy sola y a más de la pena de esta desgracia me preocupan mis hijos que se quedaron allá, ellos están con unos familiares, pero no es lo mismo, siempre fuimos una familia muy unida, trabajábamos en nuestro campo sembrando maíz, plátano, yuca” comentó.

Si usted desea ayudar a esta familia puede comunicarse con doña Tránsita al teléfono 08-379-8801.




Fuente; EXTRA*



No hay comentarios:

Publicar un comentario