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Accidente en el sector de Papallacta
La Secretaría de Movilidad del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito informó que el vehículo de placas TAA2214, de la Cooperativa Amazonas, no contaba con el aprobado de la revisión técnica vehicular.
Este vehículo se matriculó por última vez el 1 de junio de 2011 en la Subjefatura de Tránsito de Pelileo, en Tungurahua.
Según la calendarización vigente, este año debió haberse presentado hasta el 29 de febrero pasado, pero no lo hizo. Según la Secretaría, los vehículos de transporte intercantonal e interprovincial que llegan o salen de Quito deben aprobar la revisión vehicular dos veces por año.
Este carro, de disco 32, de marca Hino, modelo 2011 y de placas TAA 2214, iba con 35 personas y se accidentó la madrugada de hoy en la vía a Papallacta.
El Cuerpo de Bomberos recibió la llamada de emergencia a las 04:50. De inmediato, los uniformados de la estación de Pifo acudieron al lugar, al igual que uniformados de la Policía Nacional y socorristas de la Cruz Roja.
Hasta las 07:00, los rescatistas informaban que 11 personas fallecieron, pero esta cifra se incrementó a 16 pasadas las 09:00, según informó el Cuerpo de Bomberos. Los uniformados debieron extraer los cuerpos sin vida de varios de los ocupantes de entre las latas del automotor. Diez personas resultaron heridas de gravedad, quienes fueron trasladadas hacia el hospital de Baeza, otras, en cambio, fueron llevadas hasta el Hospital de los Valles y al Eugenio Espejo.
Los bomberos aseguraron que un menor fue llevado hacia el Hospital Baca Ortiz. Antes del mediodía, Edison Defaz y Estela Yuripoma, ambos de 33 años, recobían atención médica en el quirófano del hospital Eugenio Espejo.
Las versiones preliminares indican que Defaz era el conductor del vehículo siniestrado. Según personal de Emergencias, él llegó con politraumatismos y habría perdido uno de sus brazos.
A través de la cuenta de Twitter del Hospital Eugenio Espejo (@heugenioespejo) se informó que Édison Defaz y Estela Yauripoma saieron del quirófano pasadas las 13:00. Ambos fueron ingresados a Terapia Intensiva, con pronóstico reservado.
Reportes preliminares también indican que las causas del accidente presuntamente fueron el exceso de velocidad y la imprudencia del conductor, quien, al parecer, intentó rebasar en curva.
Hasta las 10:00, el automotor permanecía a un lado de la vía, a tres kilómetros de la laguna de Papallacta. Los cadáveres de las víctimas fueron trasladados hasta la morgue de Baeza.
Los nombres de los fallecidos son:
- Cepa Iza Marco Vinicio, 36 años
- Montero Camacho Daniel, 25 años
- Erazo Vega Luis Manuel, 61 años
- Castillo Braulia, 60 años
- Erazo Alicia, 29 años
- Lascano Fonseca José Adolfo, 32 años
- Yauripoma Yarley Milena, 7 años
- Fonseca Fabián, 36 años
- Toala Arias Walter Vicente, 22 años
- Anti Chaluisa Freddy Alonso (controlador de la unidad)
- Chimbo Juan Felipe, 39 años
- Shiguango Chimbo Rómulo Tito, 31 años
- Yumbo Carlos, 40 años
Fuente: EL COMERCIO*
Este vehículo se matriculó por última vez el 1 de junio de 2011 en la Subjefatura de Tránsito de Pelileo, en Tungurahua.
Según la calendarización vigente, este año debió haberse presentado hasta el 29 de febrero pasado, pero no lo hizo. Según la Secretaría, los vehículos de transporte intercantonal e interprovincial que llegan o salen de Quito deben aprobar la revisión vehicular dos veces por año.
Este carro, de disco 32, de marca Hino, modelo 2011 y de placas TAA 2214, iba con 35 personas y se accidentó la madrugada de hoy en la vía a Papallacta.
El Cuerpo de Bomberos recibió la llamada de emergencia a las 04:50. De inmediato, los uniformados de la estación de Pifo acudieron al lugar, al igual que uniformados de la Policía Nacional y socorristas de la Cruz Roja.
Hasta las 07:00, los rescatistas informaban que 11 personas fallecieron, pero esta cifra se incrementó a 16 pasadas las 09:00, según informó el Cuerpo de Bomberos. Los uniformados debieron extraer los cuerpos sin vida de varios de los ocupantes de entre las latas del automotor. Diez personas resultaron heridas de gravedad, quienes fueron trasladadas hacia el hospital de Baeza, otras, en cambio, fueron llevadas hasta el Hospital de los Valles y al Eugenio Espejo.
Los bomberos aseguraron que un menor fue llevado hacia el Hospital Baca Ortiz. Antes del mediodía, Edison Defaz y Estela Yuripoma, ambos de 33 años, recobían atención médica en el quirófano del hospital Eugenio Espejo.
Las versiones preliminares indican que Defaz era el conductor del vehículo siniestrado. Según personal de Emergencias, él llegó con politraumatismos y habría perdido uno de sus brazos.
A través de la cuenta de Twitter del Hospital Eugenio Espejo (@heugenioespejo) se informó que Édison Defaz y Estela Yauripoma saieron del quirófano pasadas las 13:00. Ambos fueron ingresados a Terapia Intensiva, con pronóstico reservado.
Reportes preliminares también indican que las causas del accidente presuntamente fueron el exceso de velocidad y la imprudencia del conductor, quien, al parecer, intentó rebasar en curva.
Hasta las 10:00, el automotor permanecía a un lado de la vía, a tres kilómetros de la laguna de Papallacta. Los cadáveres de las víctimas fueron trasladados hasta la morgue de Baeza.
Los nombres de los fallecidos son:
- Cepa Iza Marco Vinicio, 36 años
- Montero Camacho Daniel, 25 años
- Erazo Vega Luis Manuel, 61 años
- Castillo Braulia, 60 años
- Erazo Alicia, 29 años
- Lascano Fonseca José Adolfo, 32 años
- Yauripoma Yarley Milena, 7 años
- Fonseca Fabián, 36 años
- Toala Arias Walter Vicente, 22 años
- Anti Chaluisa Freddy Alonso (controlador de la unidad)
- Chimbo Juan Felipe, 39 años
- Shiguango Chimbo Rómulo Tito, 31 años
- Yumbo Carlos, 40 años
Testimonio: Los pasajeros pidieron que fuera más lento
Este es el testimonio del accidente de Alicia García, de 47 años
Pensé que iba a morir. Yo viajaba en el bus con mi esposo. Salimos a la 01:00 de El Tena y queríamos ir a Quito para ver a un doctor. El chofer venía súper rápido. Algunas personas le reclamaron y le pidieron que vaya más lento, pero él no hizo caso. Cuando pasamos la Y de Papallacta aceleró más todavía.
Mi esposo se había quedado dormido pero yo estaba despierta cuando sentí el frenazo. Ese momento pensé que nos fuimos a algún barranco porque el carro se movió montón. La gente gritaba mientras el bus se arrastraba. Como se viró al lado izquierdo y yo viajaba en el derecho, salí volando. Me golpee la espalda, la cabeza, pero quedé consciente y empecé a llamar a mi esposo. Estaba completamente oscuro, no había ni una luz y el frío era horroroso.
"Juan dónde estás?", grité y mi esposo me respondió. "Aquí estoy". Supe donde estaba solo por su voz. Me tomó de la mano y como otros pasajeros habían sacado el parabrisas, fuimos adelante para salir del bus. Fue un infierno. Habían muchos muertos, la gente gritaba, había mucha sangre.
Recuerdo una señora atrapada abajo de un asiento que se quejaba, un señor abajo de los fierros del bus, personas tiradas sobre las piedras. Es lo más horrible que he visto. Enseguida llegó la Policía, pero la ambulancia se demoró por lo menos unos 40 minutos.
Tengo golpes en todo el cuerpo, en el cuello y un ematoma en la cabeza. Mi esposo se rompió la cabeza y se lesionó las rodillas.
Yo me volví a meter al bus para buscar mi bolso. No debí hacerlo. Habían tantos muertos. Esos gritos, esos gemidos nunca los podré olvidar...
Pensé que iba a morir. Yo viajaba en el bus con mi esposo. Salimos a la 01:00 de El Tena y queríamos ir a Quito para ver a un doctor. El chofer venía súper rápido. Algunas personas le reclamaron y le pidieron que vaya más lento, pero él no hizo caso. Cuando pasamos la Y de Papallacta aceleró más todavía.
Mi esposo se había quedado dormido pero yo estaba despierta cuando sentí el frenazo. Ese momento pensé que nos fuimos a algún barranco porque el carro se movió montón. La gente gritaba mientras el bus se arrastraba. Como se viró al lado izquierdo y yo viajaba en el derecho, salí volando. Me golpee la espalda, la cabeza, pero quedé consciente y empecé a llamar a mi esposo. Estaba completamente oscuro, no había ni una luz y el frío era horroroso.
"Juan dónde estás?", grité y mi esposo me respondió. "Aquí estoy". Supe donde estaba solo por su voz. Me tomó de la mano y como otros pasajeros habían sacado el parabrisas, fuimos adelante para salir del bus. Fue un infierno. Habían muchos muertos, la gente gritaba, había mucha sangre.
Recuerdo una señora atrapada abajo de un asiento que se quejaba, un señor abajo de los fierros del bus, personas tiradas sobre las piedras. Es lo más horrible que he visto. Enseguida llegó la Policía, pero la ambulancia se demoró por lo menos unos 40 minutos.
Tengo golpes en todo el cuerpo, en el cuello y un ematoma en la cabeza. Mi esposo se rompió la cabeza y se lesionó las rodillas.
Yo me volví a meter al bus para buscar mi bolso. No debí hacerlo. Habían tantos muertos. Esos gritos, esos gemidos nunca los podré olvidar...
Fuente: EL COMERCIO*
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