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EFE | QUITO
El Gobierno espera que China financie en su totalidad la Refinería del Pacífico, una "megaplanta" de procesamiento de derivados de crudo, considerada la obra más grande del país y que está en manos de las petroleras estatales, Petroecuador y la venezolana PDVSA.
Así lo anunció el presidente Rafael Correa en su habitual enlace sabatino, quien además informó que el ministro coordinador de Sectores Estratégicos, Jorge Glas, viajó anoche a Pekín para negociar los acuerdos sobre la financiación de la obra.
"Los chinos están muy interesados en financiar prácticamente en su totalidad la refinería", señaló Correa.
Según el sitio web de la Refinería del Pacífico, este proyecto tendrá una capacidad de refinado de 300.000 barriles de crudo diarios y podrá producir derivados como gasolina y destilados, ahorrando 3.000 millones al año en importación.
Además, agrega que busca satisfacer la demanda interna y permitir la exportación hacia mercados vecinos.
El jefe del Estado defendió su política de cercanía con el Gobierno de Pekín, que se ha convertido en su principal acreedor, pues señaló que China tiene un "excedente de liquidez" monetaria, pero que es deficitaria en el volumen de hidrocarburos para su consumo.
Ecuador, por el contrario, dijo Correa, "tiene superávit en hidrocarburos y déficit en liquidez, como todo país pobre", por lo que la operación resulta atractiva para los dos Estados.
China "nos financia y hacemos contrato de largo plazo para enviarles los derivados producidos", añadió el gobernante, tras rechazar las críticas de sectores de oposición que han cuestionado la supuesta dependencia del país de los capitales chinos.
"Yo dejo de recibir financiamiento de China cuando Estado Unidos lo haga, porque el país que sostiene a Estados Unidos se llama China, con su financiamiento", sostuvo el mandatario.
El Gobierno prevé que la Refinería del Pacífico, que será instalada en el sector de El Aromo, en la provincia costera de Manabí, costará unos 13.000 millones de dólares y estará terminada en 2016.
Así lo anunció el presidente Rafael Correa en su habitual enlace sabatino, quien además informó que el ministro coordinador de Sectores Estratégicos, Jorge Glas, viajó anoche a Pekín para negociar los acuerdos sobre la financiación de la obra.
"Los chinos están muy interesados en financiar prácticamente en su totalidad la refinería", señaló Correa.
Según el sitio web de la Refinería del Pacífico, este proyecto tendrá una capacidad de refinado de 300.000 barriles de crudo diarios y podrá producir derivados como gasolina y destilados, ahorrando 3.000 millones al año en importación.
Además, agrega que busca satisfacer la demanda interna y permitir la exportación hacia mercados vecinos.
El jefe del Estado defendió su política de cercanía con el Gobierno de Pekín, que se ha convertido en su principal acreedor, pues señaló que China tiene un "excedente de liquidez" monetaria, pero que es deficitaria en el volumen de hidrocarburos para su consumo.
Ecuador, por el contrario, dijo Correa, "tiene superávit en hidrocarburos y déficit en liquidez, como todo país pobre", por lo que la operación resulta atractiva para los dos Estados.
China "nos financia y hacemos contrato de largo plazo para enviarles los derivados producidos", añadió el gobernante, tras rechazar las críticas de sectores de oposición que han cuestionado la supuesta dependencia del país de los capitales chinos.
"Yo dejo de recibir financiamiento de China cuando Estado Unidos lo haga, porque el país que sostiene a Estados Unidos se llama China, con su financiamiento", sostuvo el mandatario.
El Gobierno prevé que la Refinería del Pacífico, que será instalada en el sector de El Aromo, en la provincia costera de Manabí, costará unos 13.000 millones de dólares y estará terminada en 2016.
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