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(wikileaks@elcomercio.com).- En la inauguración de la nueva Embajada. Gilmar Gutiérrez saluda con la embajadora Linda Jewell, con quien se reunió varias veces. Archivo/ EL COMERCIO
La posibilidad de que el entonces candidato Rafael Correa llegara a la Presidencia era vista con mucha preocupación por Estados Unidos. Ese malestar fue mucho más latente cuando Correa pasó a la segunda vuelta junto con Álvaro Noboa, quien sorpresivamente y contra todo pronóstico se ubicó en el primer lugar.
Para EE.UU., la peor opción frente a sus intereses era Correa. Por eso, la entonces embajadora Linda Jewell no reparó en fomentar una alianza entre los hermanos Gilmar y Lucio Gutiérrez con Noboa, y así salirle al paso a Correa, quien debía ser frenado a toda costa. Entonces, la Embajada le pidió a uno de sus mejores contactos en Ecuador, Ivonne Baki, quien había sido electa parlamentaria Andina, que organice la reunión con los hermanos Lucio y Gilmar Gutiérrez.
La cita se concretó el 30 de octubre del 2006 en la residencia de Baki, según reseña el cable confidencial 83786, enviado al Departamento de Estado un día después por Erik Hall, jefe de asuntos políticos de la Embajada.
En la parte medular del encuentro, en el cual también participó el hoy contralor Carlos Pólit (quien había sido secretario de la Presidencia durante el mandato de Lucio Gutiérrez), Jewell anotó que la victoria de Álvaro Noboa, en la segunda vuelta, aunque posible, no era de ninguna manera una certeza. “Una victoria de Correa amenazaría el progreso conseguido en el gobierno de Gutiérrez para poner la economía de Ecuador en una ruta segura. Gutiérrez podría proteger su legado, al consolidar su liderazgo en las encuestas, rompiendo el círculo de inestabilidad política”, señaló Jewell, según el telegrama.
“Los hermanos Gutiérrez podrían hacer una enorme contribución al ayudar a contrarrestar la retórica de Correa y educar a los votantes sobre los beneficios de la economía de mercado y el Tratado de Libre Comercio con EE.UU. Los intereses del PSP están claramente más alineados con Noboa”, agregó un funcionario estadounidense identificado solo como DMC.
Al ser consultado sobre el encuentro, Gilmar Gutiérrez le dijo a este Diario que en la casa de Baki se realizaron varias reuniones con algunos embajadores, pero que no recordaba con exactitud si esos días se citaron con la embajadora Jewell. “Quizá en una de esas reuniones estuvimos conversando y se topó el tema. Son cinco años y la memoria es frágil”.
Según el telegrama, la embajadora Jewell le preguntó luego a Lucio Gutiérrez si había tenido algún contacto con Noboa y cuál había sido su reacción. “Gutiérrez dijo que su contacto con él había sido indirecto, pero que Noboa había sido solidario”. Sin embargo, el magnate bananero se había resistido a impulsar, de llegar a la Presidencia, una investigación a Alfredo Palacio, por su participación en el golpe a Gutiérrez.
Preguntado por qué Noboa se resistía a perseguir a Palacio –dice el cable- Gutiérrez especuló que “los intereses de Noboa son personales y económicos”. “Palacio había reinado en el SRI y protegido a Noboa de millones en pagos de impuestos y multas”.
Baki comentó que Noboa había renegado de una alianza pre-electoral y bloqueó la candidatura de Gilmar, a través del representante del Prian en el Tribunal Supremo Electoral (una decisión que más tarde fue suprimida por la Corte Constitucional dominada por el PSC), indica el documento.
Al ser entrevistada por este Diario, Baki negó haber participado en la cita y que esta se haya realizado en su domicilio.
Pero, la actual jefa del equipo negociador de la iniciativa Yasuní ITT, considerado uno de los proyectos emblemáticos del gobierno de Correa, aparece citada en varios cables enviados desde el 2004 por la Embajada, destacando sus contactos permanentes y cercanía con las autoridades estadounidenses.
Sobre el apoyo de su partido a Noboa, Gilmar Gutiérrez reconoció ayer que sí se concretó y fue público. “Se hizo una alianza con el Prian, pero luego Álvaro Noboa la rompió y ese fue uno de los factores que permitió que Rafael Corra sea presidente”.
Precisamente, Baki también es nombrada en el cable 71318, enviado el 13 de Julio del 2006 por Linda Jewell, quien relata otra reunión mantenida con Lucio Gutiérrez. El ex mandatario buscaba apoyo para que la Corte Constitucional le restituya sus derechos políticos y así poder participar en las elecciones presidenciales del 2006. “La cita se concretó el 12 de Julio y fue arreglada por Ivonne Baki”, apunta el telegrama enviado a Washington.
Otra de las preocupaciones expresadas por el ex presidente Gutiérrez (quien pudo ser ubicado porque se encuentra en EE.UU.) en la cita de octubre fue la situación del entonces procurador José María Borja, a quien pidió que EE.UU. investigue por corrupción. “Gutiérrez también señaló que cuando EE.UU. le revocó la visa a su ministro de Bienestar Social, Patricio Acosta, él inmediatamente lo despidió. “Baki -agrega el cable- dijo que Acosta después se trasladó a Venezuela, y fue más tarde observado influyendo en líderes militares, quienes públicamente retiraron su apoyo al gobierno de Gutiérrez, el 20 de abril del 2005”.
Entonces, Hall jefe de Asuntos Políticos, destacó la importancia de que el Congreso cuente con la mayoría necesaria para seleccionar reemplazos independientes y honestos para Procurador y Contralor General encargados.
Sed de venganza
Lucio Gutiérrez les consultó a los funcionarios estadounidenses si Washington también perseguiría casos de corrupción contra el círculo que rodeaba al entonces presidente Alfredo Palacio.
La Embajadora le explicó el proceso, enfatizando que en temas de corrupción hay un enfoque hacia casos individuales y no a un grupo o partido político.
Los funcionarios estadounidenses también invitaron al PSP a compartir información de casos de corrupción a la que tuvieren acceso, advirtiéndoles que toda información es verificada usando fuentes múltiples antes de ser enviada a Washington para su aprobación.
Al final del telegrama la Embajadora hizo un comentario sobre los resultados de la cita con los hermanos Gutiérrez. “Nosotros esperamos poder enfocar al PSP en una agenda positiva en los siguientes meses, pero a corto plazo están muy concentrados en su agenda de venganza”.
El mayor de los Gutiérrez mantuvo la iniciativa durante todo el encuentro, mientras su hermano Gilmar permaneció en silencio. “Ninguno evidenció apertura hacia Correa, pero los dos se mostraron ambivalentes sobre sus tratos con Noboa con quien claramente no existen bases de confianza”.
Los hermanos Gutiérrez, concluye el informe, claramente esperan que la mayoría Prian/PSP en el próximo Congreso trabaje unida en la mayoría de los asuntos, “y nosotros animaremos a los dos lados a unirse”.
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