Guayaquil, 17 mayo (Andes).- El presidente ecuatoriano Rafael Correa advirtió que existen “fuertes indicios de corrupción y compra de ciertos jueces”, en el proceso judicial que derivó en la liberación de cuatro policías acusados de magnicidio por el intento de golpe de Estado y sublevación policial del 30 de septiembre de 2010.
“Estamos investigando”, dijo el mandatario, quien cuestionó el fallo del Quinto Tribunal de Garantías Penales de Pichincha que absolvió al exdirector del hospital de la Policía, César Carrión, y a los agentes Luis Bahamonde, Jaime Paucar y Luis Martínez, el viernes pasado.
Paucar era acusado por intentar quitar la máscara antigás del presidente Correa; Martínez por incitar a la sublevación con llamados a través de la radio patrullas, en los que se escuchan mensajes como ‘maten al presidente’; y Luis Bahamonde por lanzar gas al gobernante.
El presidente ecuatoriano reiteró que la Fiscalía apelará el fallo del Tribunal y enjuiciará a los magistrados que dispusieron la liberación de los acusados, pero no por el dictamen sino por el descaro y parcialización con que actuaron, según criterio del mandatario.
Durante un diálogo con periodistas, Correa deploró que la prensa del Ecuador haya pretendido posicionar la idea de que los hechos del 30 de septiembre se trataron de “un operativo político” del Gobierno para obtener más popularidad.
Lamentó que no se haya mencionado que Carrión, sin ser médico, haya vestido aquel día un mandil de doctor y que lo hayan presentado como quien salvó la vida del jefe de Estado.
Precisó también que Carrión no estuvo detenido por órdenes suyas ni tampoco por haber ofrecido declaraciones a la cadena de noticias CNN, sino por haberse negado a entregar la llave del único acceso que conectaba el regimiento Quito con el hospital policial donde Correa se refugió ante los ataques de una turba de 800 uniformados.
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