***SNN
El radar electrónico captura a unos 400 infractores en dos horas, por exceso de velocidad, como en la vía a Samborondón, donde el límite para carros livianos es 90 km/h y van a 120 km/h.
Ni los radares electrónicos que registran en promedio –cada uno– unos 400 vehículos circulando a exceso de velocidad en menos de dos horas en Guayaquil, ni los anuncios de sanciones más drásticas para los conductores por irrespetar la reformada Ley de Tránsito, que entró en vigencia el pasado 29 de marzo, cambian el panorama habitual del tránsito en la urbe, que se caotiza en especial por cuatro razones identificadas por este Diario en un recorrido de tres días por diferentes sectores de la ciudad.
Estas son: la falta de concepción vial a largos plazos (que se traducen en infraestructura deficiente), en algunos casos; la determinación de límites de velocidad, ligado a la implementación de señales; la ausencia de control, marcada por el reducido número de agentes y equipos de trabajo para la provincia con el mayor número de habitantes en el país; y el irrespeto casi total de conductores y peatones, que no tienen una cultura vial adecuada.
La mezcla de estos factores hace que el tránsito colapse en la mayoría de las avenidas y calles de la ciudad, en especial en las horas denominadas pico, cuando conductores y peatones sortean negligencias, impericias e inobservancias propias y de colegas.
A esto se suma el aumento anual del 20% del parque automotor en la ciudad, según los cálculos de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), antes Comisión de Tránsito del Guayas (CTG), que para el 2010 preveía 385.000 vehículos, registro que equivale al 65% del parque provincial, donde Guayas tiene 3’573.003 personas, según el informe poblacional preliminar del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), de noviembre pasado.
Cifra poblacional que no puede ser cubierta por los 2.350 agentes de tránsito que tiene la CTE para la provincia; al igual que el equipamiento tecnológico como los radares tradicionales y los quince electrónicos (toman fotografías) que se aspira a implementar en el Guayas para el control de la velocidad. Así, se podría decir que un vigilante debe cubrir a un promedio de 1.520 ciudadanos.
Exceso de velocidad, cambio brusco de carril (sin previo aviso), utilización de tres y hasta cuatro carriles –en el caso de la trasportación pública y pesada– y giros prohibidos son parte de las infracciones que se cometen a diario en Guayaquil, donde ir a más del límite de la velocidad establecida está en las seis infracciones más cometidas en el 2010 con 37.359 citaciones y con 6.296 entre enero y febrero de este año.
“Conducir en Guayaquil es un tormento. Aprende porque aprende. ¿Cómo va a creer que debo ir en unos tramos a 25 km/h; en otros a 30 km/h; en otros a 40 km/h y en pocos como en la av. Quito a 50 km/h, pero que se va a 25 km/h? Eso es irreal, nadie lo cumple”, se queja Víctor Murillo, conductor sportman (licencia B), quien cree que esta determinación es uno de los males del tráfico.
Cifras: Excesos de velocidad
1.010 infractores
Registraron exceso de velocidad en Guayaquil durante el feriado de Carnaval, con los radares electrónicos. La mayoría de autos livianos iba a 120 km/h o 140 km/h en carretera, donde el límite es 100 km/h.
1.591 accidentes
Registrados entre enero y marzo del 2011. Y 9.183 se suscitaron en el 2010.
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