En los primeros dos meses del año se presentaron 12 donantes y se realizaron 110 trasplantes, lo cual representa un record pues en el mismo periodo el año pasado se efectuaron 32 procesos
(Andes).- Desde el pasado 5 de marzo entró en vigencia el artículo 29 de la Ley Orgánica de Donación y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células, que establece que los ecuatorianos y extranjeros que residen legalmente en el país, mayores de 18 años, al fallecer se convertirán en donantes al menos que en vida hubieran manifestado de forma expresa lo contrario.
Ecuador se convierte en el cuarto país de Latinoamérica en aplicar lo que también se conoce como “Voluntad Presunta”, antes lo hicieron Costa Rica, Chile y Argentina. Según datos del Registro Civil Nacional el primer día de aplicación del artículo la institución emitió alrededor de 11.000 cédulas de las cuáles 507 personas registraron en el documento su negativa a ser donantes.
El director general del Registro Civil, Jorge Montaño, explicó que de cada cien personas que acuden a la institución, solo cinco rechazan y piden el formulario donde se registra la negativa a ser donantes. Este 5%, a criterio del funcionario, se reducirá paulatinamente a medida que la ciudadanía se concientice sobre el carácter solidario de las donaciones de órganos.
En los primeros dos meses del año se presentaron 12 donantes y se realizaron 110 trasplantes, lo cual representa un record pues en el mismo periodo el año pasado se efectuaron 32 procesos.
La directora del Organismo Nacional de Trasplantes de Órganos y Tejidos (Ontot), Diana Almeida, explicó que se crearon dos formularios para registrar la voluntad contraria a la donación, pero en ellos existe un acápite que habla de la revocatoria de esa decisión “esto significa que si una persona luego se arrepiente tendrá la posibilidad de rectificar y convertirse en donante al momento de su fallecimiento”.
En declaraciones a la Agencia Andes, informó que actualmente trabajan en un proyecto de registro y seguimiento a pacientes con muerte encefálica. Además, señaló que “vamos a informatizar todos los procesos de donación y trasplante, desde el ingreso al sistema, lista de espera, asignación de los órganos, sobrevida del paciente trasplantado y acceso a medicamentos”.
Indicó que con este mecanismo de registro queda legalizada la voluntad de la propia persona como donante de órganos, por lo cual en vida debe comunicar a toda la familia la decisión para que no existan problemas futuros. “Esto es similar a un testamento donde se registra la voluntad del fallecido en torno al destino de sus bienes, con la diferencia que la persona dona sus órganos para que otros puedan vivir”.
La funcionaria recordó que todo el proceso del trasplante es complejo y debe realizarse en pocas horas, porque de lo contrario el órgano ya no serviría. Actualmente existen en lista de espera 460 personas que necesitan riñones, córneas, corazón, hígados, médulas óseas, e incluso piel para las personas que sufren quemaduras graves.
Los trasplantes son financiados totalmente por el Estado, incluso el tratamiento y medicina luego de la intervención quirúrgica. Un trasplante hepático cuesta entre 75.000 y 110.000 dólares; mientras que un trasplante renal puede llegar a costar hasta $30.000, dependiendo de la complejidad.
El ONTOT tiene un proyecto de inversión de $2,5 millones para los próximos tres años cuyo objetivo es fortalecer la actividad trasplantológica en el país en áreas como coordinación, identificación de donantes, capacitación de médicos y personal involucrado.
Además, mantiene tres proyectos de cooperación con organismos internacionales de trasplantes de Argentina, España e Italia, en áreas de capacitación médica y comunicacional.
La organización permitió incluso la creación de un Banco de tejidos en el país donde actualmente existen 35 corneas.
En las próximas horas empezará una campaña de sensibilización en los medios de comunicación con traducción en idioma quichua y shuar, y se exhibirá material visual en todas las salas de espera de las instituciones públicas para que toda la población conozca los alcances de la donación.
El director general del Registro Civil, Jorge Montaño, explicó que de cada cien personas que acuden a la institución, solo cinco rechazan y piden el formulario donde se registra la negativa a ser donantes. Este 5%, a criterio del funcionario, se reducirá paulatinamente a medida que la ciudadanía se concientice sobre el carácter solidario de las donaciones de órganos.
En los primeros dos meses del año se presentaron 12 donantes y se realizaron 110 trasplantes, lo cual representa un record pues en el mismo periodo el año pasado se efectuaron 32 procesos.
La directora del Organismo Nacional de Trasplantes de Órganos y Tejidos (Ontot), Diana Almeida, explicó que se crearon dos formularios para registrar la voluntad contraria a la donación, pero en ellos existe un acápite que habla de la revocatoria de esa decisión “esto significa que si una persona luego se arrepiente tendrá la posibilidad de rectificar y convertirse en donante al momento de su fallecimiento”.
En declaraciones a la Agencia Andes, informó que actualmente trabajan en un proyecto de registro y seguimiento a pacientes con muerte encefálica. Además, señaló que “vamos a informatizar todos los procesos de donación y trasplante, desde el ingreso al sistema, lista de espera, asignación de los órganos, sobrevida del paciente trasplantado y acceso a medicamentos”.
Indicó que con este mecanismo de registro queda legalizada la voluntad de la propia persona como donante de órganos, por lo cual en vida debe comunicar a toda la familia la decisión para que no existan problemas futuros. “Esto es similar a un testamento donde se registra la voluntad del fallecido en torno al destino de sus bienes, con la diferencia que la persona dona sus órganos para que otros puedan vivir”.
La funcionaria recordó que todo el proceso del trasplante es complejo y debe realizarse en pocas horas, porque de lo contrario el órgano ya no serviría. Actualmente existen en lista de espera 460 personas que necesitan riñones, córneas, corazón, hígados, médulas óseas, e incluso piel para las personas que sufren quemaduras graves.
Los trasplantes son financiados totalmente por el Estado, incluso el tratamiento y medicina luego de la intervención quirúrgica. Un trasplante hepático cuesta entre 75.000 y 110.000 dólares; mientras que un trasplante renal puede llegar a costar hasta $30.000, dependiendo de la complejidad.
El ONTOT tiene un proyecto de inversión de $2,5 millones para los próximos tres años cuyo objetivo es fortalecer la actividad trasplantológica en el país en áreas como coordinación, identificación de donantes, capacitación de médicos y personal involucrado.
Además, mantiene tres proyectos de cooperación con organismos internacionales de trasplantes de Argentina, España e Italia, en áreas de capacitación médica y comunicacional.
La organización permitió incluso la creación de un Banco de tejidos en el país donde actualmente existen 35 corneas.
En las próximas horas empezará una campaña de sensibilización en los medios de comunicación con traducción en idioma quichua y shuar, y se exhibirá material visual en todas las salas de espera de las instituciones públicas para que toda la población conozca los alcances de la donación.
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